miércoles, 31 de julio de 2013

Cerramos en agosto

En parte porque algunos días hacemos vacaciones, en parte porque los días que no las hacemos de agosto nuestra vida es una locura y en parte y sobre todo porque llegados a estas alturas necesitamos y mucho un descanso, no solo de nuestro blog, si no de la blogosfera en general para recuperar un poco la perspectiva del mundo real, Lost Highway Blog, como ya hizo el año pasado, se retira durante el mes de agosto. Esperamos volver en septiembre con muchos más contenidos. Nos espera Sitges y montones de estrenos. Lo único que estos días no dejaremos del todo será la cuenta de twitter, en la que iremos opinando e informando de nuestro visionados. Por allí seguimos comunicándonos. 

Pensaba en qué podía dejaros durante este mes. Ya sabéis, lo típico, algún clip musical veraniego, algún tráiler de lo más esperado de cara a septiembre o algo así. Y he decidido que nada de éso. Vamos a hacernos publicidad retroactiva. Todos aquellos que no pudisteis disfrutar como os hubiese gustado de Cine-On, el festival de cine inédito que montamos junto a otros compañeros blogueros, que sepáis que aún podéis recuperar las películas que no visteis en su momento y dejar comentarios en el blog. Yo sigo mirando muy a menudo y a veces me he encontrado comentarios que seguís dejando. Así que, os recuerdo la web www.cine-on.net y os dejo el trailer final de todo el festival, obra de Jona. Muy feliz agosto. En Cine-On está nuestra esencia, por si nos encontráis a faltar. Hasta septiembre.



Festival Blogger CINE-ON from Cine-On on Vimeo.

lunes, 22 de julio de 2013

Poker de cortometrajes y mediometrajes para un lunes desde otra perspectiva

Tenía un montón de cortometrajes y de mediometrajes que hacía tiempo que quería ver y que jamás encontraba el momento. Pero los momentos llegan casi siempre, así que aquí los tenéis reseñados y on-line, por si alguien quiere apuntarse. 

Empezamos con Le ballon rouge, un mediometraje de poco más de media hora del año 1956, dirigido por Albert Lamorisse que decidí ver tras leer la hermosa reseña (como siempre hace) que le dedicó nuestro amigo C.Noodles aquí (podéis leer su post y visionar la película en el mismo) hace unas semanas.
La cinta es un prodigio de magia, de poesía, de esperanza. La verdad es que ha sido una sorpresa mayúscula porque realmente me ha parecido sobresaliente. Trata de un niño que encuentra el citado globo rojo. A partir de entonces surge una curiosa y extraña amistad. El globo decide no abandonar al niño y el niño solitario adopta al globo como amigo. Se vuelven inseparables. Y pasean por un grisáceo y lluvioso pero como siempre hermoso París, sorteando las amenazas de los envidiosos, la incomprensión de los adultos y el tedio y la soledad diaria. Y de repente el paseo por la ciudad, el día a día, la relación, se vuelve mágica, con momentos que alcanzan de mucho lo sublime como el encuentro con el globo azul (¿alguien habló de plagio en el último corto de Pixar?), la persecución por las calles estrechas o esa cromático y mágico final que se vuelve un canto a la libertad y la esperanza. C.Noodles nos habla de posibles simbolismos, así que os remito allí para leerlo, pero más allá de cualquier posible interpretación la cinta respira magia y se eleva y se eleva y se eleva, por encima de la gran mayoría de películas, por encima de nuestras vidas anodinas tiñéndolas de esperanzas y poesía, por encima de las calles, siempre hermosas, de París...


Mucho más difícil de visionar, aunque igualmente sencillo, es el cortometraje de 25 minutos de Tsai Ming-liang Walker, reseñado también por Jona en este post con su habitual brevedad certera. Como Jona nos dice, el director pone a pasear al actor Kang-Sheng Lee por las calles de Hong Kong a un ritmo exasperantemente lento. La pieza, mucho más cercana a los códigos del vídeo arte que a los estrictamente cinematográficos (si es que sigue mereciendo la pena hacer esta distinción en la actualidad) carece de guión y son una suma de secuencias con magníficos encuadres (solo en un caso la cámara se mueve levemente) en los que vemos al monje en cuestión mezclarse con el ritmo trepidante de la ciudad sin inmutarse y manteniendo su paso híper lento. Como ocurría con C.Noodles, Jona también nos habla de su interpretación y de esa forma de ver por contraposición la absurda velocidad con que vivimos nuestras vidas. Pero más allá de dicha interpretación que comparto y más allá también de ese aroma pseudo-intelectual moderno que desprende el film, a mí a veces me resulta fascinante, otras veces interesante y en general muy disfrutable. Pero aviso, el corto lo recomiendo a fans de Tsai Ming-liang o a amantes del cine extremadamente contemplativo, ya que el director asiático (como casi siempre) pone a prueba nuestra paciencia y nuestra resistencia al tedio. Quizás el tedio se debe a la reflexión intrínseca. No nos podemos parar a mirar la quietud de alguien porque su ritmo nos aburre. Quizás Tsai Ming-liang nos provoca. O quizás es que estamos demasiado enfermos de estrés como para apreciar su discurso. Walker es el arte de la quietud. De aquello que permanece mientras el resto se mueve y se desvanece...





Finalmente vamos a hacer un pequeño monográfico de tres cortometrajes de nuestro amigo tailandés, el gran Apichatpong Weerasethakul, amado por unos pocos e incomprendido por el resto. Si eres de los que no comulga con su universo no te esfuerces en ver este corto del 2008 titulado Vampire, pues en él están todos los rasgos de la mayoría de sus películas (las que transcurren en la selva, que son las mejores de su filmografía). Pese a que el corto es un encargo de Louis Vuitton, a priori en las antípodas del universo de Weerasethakul, el director tras una cita inicial se mantiene muy fiel a su estilo y nos ofrece una historia sin casi diálogos (los subtítulos, en inglés, son muy mínimos) a medio camino entre la realidad y el mundo onírico en que unos hombres se adentran en la selva para encontrar una extraña especie que se alimenta de sangre. Misticismo, oscuridad, fantasmas, leyendas, desvanecimiento, terror, búsqueda, ruidos y confusión, se mezclan en su extraño corto, fascinante, misterioso, inabarcable, impreciso, de una apabullante coherencia incoherente. Es puro universo Weerasethakul. Es genial. Le he puesto cuatro estrellas con muchas dudas de si alcanzar la quinta.





Los dos cortos que vienen a continuación son del 2009 y de alguna forma componen un díptico previo a la que fue su película ganadora en Cannes, El tío Bonmee recuerda sus vidas pasadas. El primero tiene que ver directamente con el largo, ya que se titula  A Letter to Uncle Bonmee y muestra al director tailandés buscando localizaciones para rodar la película. O más bien nos muestra la que suponemos su voz, ya que lo que vemos durante el corto es una cámara flotante en travelling continuo mostrando los interiores de una casa, buscando sus ángulos y finalmente saliendo al exterior, mostrándonos unos soldados excavando y dirigiéndose al interior del bosque. Todo con un movimiento de cámara muy lento y sutil, casi hipnótico y con una voz en off que repite en varias ocasiones un mismo enunciado (otra de las constantes del cine de tailandés, muy clara por ejemplo en Syndromes and a century) en que se cita al tío Bonmee y se le recuerda que vivió en Nabua, un pueblo atacado por los militares y masacrado y del que se buscan en aquellas localizaciones sus vidas pasadas. Todo ello muy misterioso, muy místico como siempre y que logra con muy pocos recursos (era un proyecto conjunto para la exposición Primitive Project, que se centra en el concepto de la remembranza y la extinción en el noreste de Tailandia) un cúmulo de sensaciones entre oníricas, espirituales, tristes y atemporales que van más allá de una explicación racionalizada porque remueven directamente los sentidos, las percepciones, las sensaciones. Un muy sencillo previo a una película que ahondara en esa extrañeza espiritual, de forma algo más concreta...aunque no demasiado, tampoco.




Finalmente en el mismo año 2009, en una pieza de vídeo arte destinada a los museos, Apichatpong Weerasethakul incide en el tema de Nabua con una pieza más conceptual y estéticamente más atractiva pero quizás algo por debajo de los dos anteriores trabajos reseñados. Se titula Phantoms of Nabua y también estaba destinada a una exposición que hacía referencia a la extinción de la Tailandia rural. En una noche con destellos luminosos, varias siluetas juegan a chutar un objeto envuelto en una bola de fuego. Luz, destellos, sombras y el avance de la oscuridad simbolizan quizás la desaparición de un pueblo o quizás es solo un ejercicio estético de fuegos y neones y siluetas vagas. La cara más estética de Weerasethakul pero el mismo onirismo de siempre y esa misma sensación vaga de estar en un terreno entre la vida y la muerte que quizás, se escapa entre tiempos, entre vidas pasadas.




Por cierto, me quedé muy con las ganas de ver otro corto del tailandés titulado Morakot (Emerald) que según un amigo que pudo verlo en Hong Kong en una exposición, se encuentra entre lo más hermosos que ha visto en su vida. Solo vi por internet algún fragmento. Si alguno de vosotros encuentra algún lugar donde visionarlo completo, me hará muy feliz.
Feliz lunes y feliz semana...desde otra perspectica.

miércoles, 17 de julio de 2013

Crónica final Nits de Cinema Oriental de Vic


Pues el domingo terminó la décima edición de les Nits, festival que visité por primera vez y del que me fui, tras un intenso fin de semana, con un muy buen sabor de boca. Primero por el trato recibido por parte de la organización, siempre amable y cercana; segundo por que es un festival en el se siente la ilusión y el cariño que le pone su equipo de organizadores y programadores y subtituladores y esa ilusión, sin duda, es contagiosa y tercero porque el nivel de las películas, más tratándose de cine asiático popular que en principio no suele estar entre mis prioridades, ha sido muy destacable.

A continuación, tras los breves posts temáticos dedicados a cine taiwanés y a cine de animación, el compendio final con breves reseñas de las 10 películas visionadas el fin de semana, ordenadas de la que más a la que menos me ha gustado. El año que viene espero volver por Vic. Me ha molado... 

Eega, sin duda, ha sido la gran sorpresa del festival (que no la mejor película proyectada, honor que le cedo a Wolf Children). Se trata de una película india aunque no de Bollywood, si no de Tollywood, otra potente zona de la India con una industria parecida a la de su hermana mayor pero con algunos rasgos distintivos respecto a aquélla. Pero creo que más allá de los rasgos distintivos entre el cine de varias zonas de la India o más allá de ciertos aspectos comunes en todo el cine hindú, la cinta Eega es una rareza extrema muy difícil de catalogar. Lo que empieza como una historia romántica de esas sin sutilezas tan características en las pelis indias, muta a los pocos minutos en un asesinato, una reencarnación del amante asesinado en una ¡mosca! y su brutal venganza contra su asesino. Argumento tan delirante podría ser explicado a medias tintas, por miedo al ridículo, pero esa palabra no entra en las mentes de sus creadores. Las habituales casi tres horas de metraje de las cintas indias y unos efectos especiales destacables hacen de Eega un producto potente y bien resuelto. Y luego está lo que es la historia en sí, un delirio excesivo, antológico, inenarrable, que tomado con el humor que la cinta busca (creo) se convierte en una comedia fantástica absurda y divertidísima que no deja de sorprendernos en su largo metraje y que sin duda, se queda en nuesta memoria tras su visionado, que hemos acompañado de muchas risas. Y yo, en estos días posteriores al visionado del film, no puedo mirar las moscas del mismo modo. Lo juro.

Wu Dang es una cinta wuxia, que mezcla aventuras y artes marciales y que es una co-producción entre Hong Kong y China realmente divertida y apasionante en su primera hora, que pese a un bajón final, se encuentra entre lo que más hemos disfrutado en Vic. La mezcla sin demasiados complejos de películas como Indiana Jones, mezclada con torneos de artes marciales a lo Bola de Dragón la otorgan de entrada de encanto. La fotografía es espléndida, las coreografías logradísimas, la química entre sus dos protagonistas adultos muy eficiente y el encanto de la adolescente (que aparecía en la ganadora del año pasado Starry starry night) digno de mención. Todo ello amenizado con mucho humor y autoparodia, con una historia desacomplejada y con un ritmo tan trepidante como sorpresivo. Por ello, que en su último tramo se dedique a dotar a la historia de más profundidad y de un melodrama previsible y tópico la vuelve menos interesante y termina por defraudar un poco. Pero los momentos grandes sin duda han sido mayoría y terminan por imponerse en nuestra memoria. 

The rocket es una co-producción entre Australia, Laos y Tailandia y quizás sea la película que más pueda gustar a una amplia mayoría de lectores del blog. Es la historia de un niño que pertenece a una tribu de ritos ancestrales y según los cuales nace maldito. Sus peripecias en su niñez irán encaminadas a demostrar que su etiqueta de maldito no le corresponde. Con una fotografía bellísima, técnicamente impecable y con algunos momentos y paisajes muy emotivos y cargados de vitalidad, la película es un poco la típica historia desgraciada y triste de gentes de culturas y vidas destinadas al dolor que a partir de una casualidad y el empeño de su protagonista terminan por mutar a algo mucho mejor. Es obvio que es una especie de cuento y que un final melodramático quizás me hubiese gustado menos, pero en mi opinión el final peca de exceso de buenrollismo para lo que la historia quizás merecía. Se ve muy bien y tiene momentos sublimes, pero no sorprende para nada. 

Cape no.7, una de  las películas más taquillera en la historia de Taiwan, es una notable cinta del 2008 que nos muestra una historia coral alrededor de un pueblo taiwanés que pretende crear una banda de música para un importante evento y que a partir de allí nos muestra las vidas de sus componentes y de las gentes que los rodean. Mezcla de drama y comedia con personajes entrañables, de aquellos que sufren, que pueden resultar estúpidos, pero que se ganan con detalles el corazón del espectador, la película tiene sin duda con intención comercial pero no está exenta de ciertas calidades. Los momentos de humor, las interpretaciones, el entorno marítimo y la historia de amor forman un cóctel que divierte y a veces emociona y que termina amenizado con una actuación musical tan difícil de creer como entrañable. Es cine popular y no sorprende y no inventa nada, pero ya querríamos muchos un cine popular tan bien rematado y tan entrañable como el de esta cinta, recomendada para todos los públicos y edades. 

The bullet vanishes , otro thriller de China y Hong Kong, comienza como una historia de investigación a lo Sherlock Holmes, donde importan mucho los pequeños detalles y que tiene un aire misterioso y nostálgico que nos atrapa y que personalmente me hizo disfrutar y mucho de su primera mitad. Pero la película muta totalmente en su segundo tramo, las pesquisas, la trama y las averiguaciones se complican y se vuelven densas y complejas y las resoluciones se empiezan a decidir con enormes y espectaculares tiroteos. Quizás ese sorprendente cambio de género sea para algunos la gracia de la cinta, pero a mí, personalmente, todo ese minimalismo inicial me gustaba tanto, que la espectacularidad y su liante argumento en su segunda mitad termina por cansarme y lo que es peor, por desvirtuar en parte las leves pesquisas y conclusiones tan maduradas en su primer tramo. Pese a todo, primero se disfruta y al final, se deja ver. 

An inaccurate memoir fue la película China con que iniciamos los visionados del fin de semana. Es un thriller fantásticamente ambientado, con una dirección artística apabullante y con un ritmo frenético que pese a un buen inicio y bastantes buenos momentos, personalmente, se me terminó haciendo demasiado reiterativa y vacua en sus largas escenas de disparos, ralentís y acción, tan bien rodadas como en mi opinión, extremadamente largas. El guión se diluye, las muertes se suceden y yo como espectador voy perdiendo el interés progresivamente hasta incluso, en su tramo final, sentir un cierto tedio. Sin duda tiene cosas buenas y quizás para una amante de la acción y los tiroteos puede resultar muy atractiva. En mi opinión, aceptable.

No puedo vivir sin ti es una multipremiada y pequeña cinta taiwanesa rodada en blanco y negro que nos explica la sencilla y minimalista historia de un padre, que vive como puede en un puerto con su hija, abandonados por la madre de ella años atrás. Pero los asuntos sociales meten la zarpa y ayudados de una burocracia absurda y de una falta de lógica y de humanidad alarmante y de un padre muy paleto, amenazan con la entrega de la niña, que ama a su padre con locura, a una familia de acogida. La cinta, basada en una historia real, muestra las vejaciones y los trámites a los que debe someterse el padre para retener lo que más ama. A partir de acciones cotidianas y de escenas algo vacuas de contenido, mezcladas con las propias escenas de la absurdidad de la burocracia, la cinta se deja ver pero ni sorprende (se han visto cintas parecidas muchas veces) ni lo que es peor, emociona, ya que su narrativa quizás tampoco lo pretende. Se ve, no molesta y se olvida.,

Tiktik: The aswang chronicles, la segunda de la maratón filipina (a la tercera no llegamos) empieza bastante bien con una historia cargada de humor de chico en busca de su novia embarazada que pisa un pueblo de mala muerte y en el que se debe enfrentar no solo a la madre (en escenas cómicas bien resueltas) si no a un grupo de pueblerinos a cual más raro y que logran los momentos más inquietantes y malsanos de la película, en el tramo inicial en que son presentados y cuando todavía les invade el misterio de su esencia. Pero la sutileza tenía los minutos contados y los raros del pueblo pronto se convertirán en lobos. A partir de ahí más efectos digitales, ralentís por un tubo y batallas interminables, más cuando las horas de la madrugada invitan al sueño. Con buen humor puede resultar pasable. 

Ultraman Saga es la última película de los míticos Ultraman, cultura pop absoluta en Japón, realizada para conmemorar el 45 aniversario de de los Ultraman y que por primera vez, los reúne a los ocho  en pantalla (aunque no revueltos). La cinta, casposa y muy de trazo grueso, no defrauda dadas las expectativas y distrae en sus primeros minutos con monstruos entrañables y vintage de cartón piedra (uno con chancletas es apasionante) para someternos a un lánguido déjà vú en su segundo tramo. Entiendo que yo estoy tan alejado del universo que la cinta transmite y desconozco tanto a los Ultraman que sin las condidiones y casualidades que me llevaron a su visionado, jamás la hubiese visto. No soy parte de su público potencial. Probablemente, el público al que la película va dirigida, la disfrutará.

The grave bandits es la cinta que abrió la maratón filipina, una de zombies que como casi todas las del género hace años, es muy mala. Ésta incluso peor. Y es que pese a algunos buenos encuadres y a momentos de cierto nervio en la realización de las escenas de acción, la película aburre en su intento de humor soez bastante patético y en sus mordiscos y carreras tan típicos en el cine de zombies y que tan poco aportan hoy en día. El toque exótico pronto termina engullido por una dirección que pese a los aciertos antes citados se vuelve torpe y pierde el ritmo. Nos dejó medio muertos a las dos de la madrugada. Y la gente casi ni se rió ni hizo cachondeo. Sintomático.

Pues hasta aquí todo lo visto en este Vic que desgraciadamente, sobre todo por sus proyecciones y cenas temáticas al aire libre estuvo mucho más pasado por agua de lo deseado. Esperemos mejor suerte en su onceava edición. Y esperamos estar allí.


sábado, 13 de julio de 2013

Nits de cinema oriental de Vic: Cine de animación

De las seis sesiones matinales que las Nits de Cinema oriental dedica al público infantil, cuatro son de animación. Hay tres largometrajes animados de Japón, más una sesión de cortos, japoneses también, que mezclan trabajos de cineastas clásicos con otros muchos más actuales. Ya sabéis que en Lost Highway Blog somos muy amantes del cine de animación, así que quiero dedicar esta entrada al cine animado visto en Vic estos días. Vamos a ir de menos a más para terminar con buen sabor de boca.

La gran aventura de la abeja Hutch, recupera una serie que se inició en el 1974 para realizar un largometraje retro y de aire nostálgico que se me hace difícil de valorar, debido a que está destinado a un público muy, pero que muy infantil. Yo me aburrí bastante y la encontré falta de ritmo y llena de momentos poco logrados, pero repito, es muy probable que el público muy infantil al que va destinado la disfrute mucho. Y creedme, los niños de dos, tres o cuatro años pueden ser su público natural. En la linea de las series a veces vitalistas pero en muchos casos lacrimógenas de joven que vive una aventura en busca de sus madre (¡qué pereza!), en este caso vemos al Hutch en cuestión, buscando a su mamá secuestrada por unos abejorros malísimos. Por el camino encontrará muchísimos seres entrañables y de buen corazón y algunos bastante malcarados o violentos que se terminarán convirtiendo en seres entrañables y de buen corazón en un final que alarga la lágrima por la supuesta perdida de la madre en exceso y que más allá de que la película me guste o no me parece algo fuera de lugar y de mal gusto. Creo que ya no se lleva este estilo de animación masoquista y el hecho de recuperar ese argumento setentero desubica algo a la película en los tiempos, las maneras y las historias actuales. 

Friends: Aventura en la isla de los monstruos es mucho más recomendable. Es una cinta dirigida por un director todo terreno como Takashi Yamakazi y que se basa en una popular novela infantil japonesa. La estética excesivamente digital algo acartonada juega en su contra, pero el cuento, que no deja de ser también infantil, está cargado de encanto y de personajes lo suficientemente carismáticos como para distraer y pasar un buen rato. Además, las moralejas sobre pueblos enfrentados generalmente por ignorancia y por mentiras que han crecido con el paso de los años y por el temor a enfrentarse a la verdad del otro, me parece tan actual que me sorprendió encontrarla, aunque con trazo grueso, en una historia tan supuestamente infantil. Buen ritmo, momentos de humor, aventuras y una duración de 83 minutos hacen que con Friends pasemos el rato todos, niños y adultos. 

La joya de la corona es la cinta de animación (en este caso dedicada a un público mucho más adulto) Wolf Children, del prestigioso realizador Mamoru Hosoda. Si con sus dos anteriores películas, la compleja argumentalmente La chica que saltaba a través del tiempo y la compleja estilísticamente Summer Wars, Hosoda ya se había ganado el favor de cierta parte de la crítica y del mundo del anime otaku, con este salto a la sencillez y al clasicismo demuestra que no solo es un director brillante si no que sabe tocar el género de la animación desde distintos estilos y que más allá del genio Miyazaki, es quizás junto a Makoto Shinkai uno de los directores de animación japoneses más a tener en cuenta en el futuro y ya en el presente.  La película es muy brillante y solo en su contra se me ocurre decir que de haber acortado unos veinte minutos las dos horas de su duración, sin duda hubiese salido ganando. La historia de esta familia de hombres lobo es imaginativa, llena de matices, de detalles, con una animación clásica muy encantadora, sutil, hermosa, triste, mágica, tierna y de visonado más que agradable. Con los obvios puntos en común con Miyazaki (como recuerda la casa de campo a la de Totoro) la película se desmarca del maestro para evolucionar y trazar una fábula sobre el propio yo, más allá de nuestra naturaleza y nuestros orígenes. Un film hermoso que de no haber visto, deberíais repescar.

Y finalmente, para los que no habéis podido venir a Vic, os dejo uno de los cortos animados que pudo verse en la sesión dedicada a Japón, de uno de los nuevos valores de la animación japonesa llamado Yuta Sukegawa, que aún no ha cumplido los treinta. A ver que nos depara en el futuro.





Pues seguimos por Vic hasta el domingo. A principios de la semana que viene realizaré un último post cajón de sastre (tras el temático de Taiwan y de animación) con todo lo visionado por aquí este largo y cinéfilo fin de semana. Aún estáis a tiempo de apuntaros a la fiesta.


viernes, 12 de julio de 2013

Nits de cinema oriental de Vic 2013: Taiwan Experience

El martes se inauguró la décima edición del Nits de Cinema Oriental de Vic y la película que se encargó de hacerlo era de nacionalidad taiwanesa. En un año en que el cine de este pequeño país asiático es muy protagonista en Vic, ya que además de la retrospectiva que el festival le dedica tiene bastantes títulos en su Sección Oficial, no queremos obviar dicha circunstancia y vamos a hacer un "mini tast" de lo que se está viendo en Vic estos días en cuanto a cine taiwanés se refiere con tres breves reseñas, inauguración incluida. El fin de semana con un poco de suerte podremos disfrutar de alguna cinta taiwanesa más, in situ.

The soul of bread inauguró el certamen. Se trata de una comedia romántica del año 2012 en que se puede ver de forma inequívoca una de las constantes más habituales del cine taiwanés, su colorista y alegre fotografía. La película es realmente muy pop y está trufada de varios de los ingredientes tópicos que quizás nos podrían molestar en una comedia parecida de otra nacionalidad, pero que los taiwaneses saben dotar de una ligereza, de una simpatía y de una intrascendencia que termina por arrancar de nosotros la sonrisa y el buen rollo. Este triángulo amoroso algo tópico se ve amenizado por el argumento culinario y los personajes principales dotados de encanto, de manera que el espectador, no puede más que tomarles cierto cariño (no por igual a los tres, que hay que hay posicionarse, no olvidéis que es muy pop). Comedia de cierto trazo grueso mezclada con momentos más sutiles, reparto efectivo, mucho apetito durante su visionado, luz, color, alegría, vitalidad e incluso un numerito musical made in Bollywood hacen de esta The soul of bread una cinta tan ligera como disfrutable, una buena carta de presentación y de principios de lo que un festival como el de Vic pretende. Conectar con el espectador y hacerle pasar un rato agradable. La cinta lo logra. Que no es poco.

Mucho más floja es la cinta del 2005 The shoe fairy. Lo único salvable de la película es de nuevo su fotografía colorista, en este caso tan hiperbólica que da un toque kistch que podría haber dotado de cierto encanto a la película. Pero es que la cinta es un conjunto de tonterías sin pies ni cabeza. La verdad es que antes de empezar me esperaba algo azucarado y cursi, pero diría que ni éso, pues lo que ocurre delante de nuestros ojos se nos antoja tan estúpido, tan pueril, que nos deja de interesar muy pronto. Y el ritmo es cansino, cansino, a lo que se suma una voz en off totalmente sosa que me sacó de quicio. Supongo que la intención de la película era mostar una especie de cuento de superación personal cono toques románticos y oníricos y finalmente trascender, pero sinceramente, me aburrió soberanamente y me desinteresó por completo. Y no me indignó porque estaba demasiado desconectado de la historia como para hacerlo. Un desastre. La película aprueba en IMDB, así que si la queréis ver ya sabéis, como se suele decir, hay gustos para todo y para todos.

Finalmente voy a hablar de la cinta Orz Boyz, una cinta taiwanesa del 2010, con la que le festival empezó sus proyecciones el martes por la mañana en una sesión dedicada al público infantil. Orz Boy tiene una estética y fotografía mucho más sobria, mucho más clásica, que la de las dos cintas anteriores. Sin embargo arriesga en la estructura interna que utiliza para explicar su historia. Y los resultados no son el todo satisfactorios.
La fragmentación argumental, los retazos de vida con los que se pretende crear un puzzle sobre la esencia de la infancia son tan inconexos, tan dispersos y generalmente poseen tan poca fuerza que el mosaico termina por resultar vacuo y de poca trascendencia. Hay momentos interesantes pero en la mayor parte de su metraje, o bien las secuencias se nos antojan caprichosas y de poco calado emocional o bien tienden a una sensiblería si no del todo explícita, sí intrínseca en el esqueleto del relato.
Orz Boyz no es un desastre de película, ni mucho menos, pero es una cinta fallida, ya que podría haber dado mucho más de sí. Y no es para niños, éso lo tengo claro.

En definitiva, pese a la reivindicable inauguración, una Taiwan experience algo decepcionante. Aunque estoy seguro que la mala suerte me ha acompañado en un par de elecciones y que las películas buenas surgirán durante estos días. El sábado continuaré mis crónicas con un post dedicado a las cintas de animación de Vic y ya al finalizar el festival, otro post compendio con todo lo visto por allí estos días. Recordad que Vic se llena de cine hasta el domingo. Estáis todos invitados. 

lunes, 8 de julio de 2013

10 películas para disfrutar de las Nits de Cinema Oriental de Vic

Pelillos a la mar...
El festival Nits de Cinema Oriental llega a su décima edición e intenta crecer y hacerse un hueco privilegiado en el panorama de festivales si no españoles, por lo menos catalanes. Y hay un montón. Los seguidores de este blog bien lo sabéis. Para lograr tal objetivo, el festival que posee el cartel más simpático que he visto en tiempo, alarga sus Nits también a los días, amplía programación, cenas temáticas (acompañada de las pelis y espectáculos del país del que se degusta su gastronomía) y por primea vez cobra por alguna de sus sesiones. Es el precio de hacerse grande. En Lost Highway Blog no queremos perdernos esta "confirmación" del festival de Vic y de paso, disfrutar unos días de la hermosa población catalana. Así que por primera vez asistiremos a algunas proyecciones del mismo (el fin de semana estaremos seguro por allí y quizás algún día más...) y daremos cuenta de lo que vamos viendo en el mismo.

Teaser:


El festival de Vic ocupa seis días, desde el martes 9 al domingo 14 de julio. Se trata de un festival que se especializa en cine asiático popular y por lo tanto, un tipo de películas que en muchas ocasiones se alejan de los festivales especializados que suelen elegir perfiles de películas más elitistas para proyectar (aunque festivales como Sitges, alternan sabiamente las dos vertientes). Además como decía no faltan los espectáculos y las cenas temáticas. A las exposiciones, conciertos y actividades se une, claro, el cine; este año se ofrece una retrospectiva de cine taiwanés que acompañada de la SO, más una infantil más algunas sesiones especiales componen las 31 películas que llenarán Vic de cine por seis días.

Trailer con imágenes de Nits 2013:

En el siguiente post nos vamos a arriesgar a hacer 10 recomendaciones de aquello que más nos llama la atención de la programación y para finalizar, reseñaré brevemente la película que ganó el año pasado que he recuperado estos días y que merece mucho la pena y me hace ser optimista y pensar que el nivel de cine de este año puede ser realmente interesante. Para ver la información completa del festival, con sus 31 proyecciones y su parrilla y actos paralelos consultad la web: http://cinemaoriental.com/es


10 RECOMENDACIONES PARA EL FESTIVAL DE CINEMA ORIENTAL DE VIC 2013


Inauguramos con The soul of bread, una comedia romántica de trío amorosos mezclado con gastronomía y pan que promete no solo gustar si no además, abrir el apetito para lo que nos espera los próximos días.
Como merece el año dedicado a una retrospectiva de Taiwan, el festival inaugura con una propuesta de dicho país.



Dentro de la Sección Oficial y también dentro de la cinematografía taiwanesa nos llega el siguiente documental, Go Grandriders, que sigue a un grupo de octogenarios que viaja por Taiwan en moto. promete ser divertida y entrañable y seguro, diferente.



Seguimos con la Sección Oficial pero nos vamos a China. An Inaccurate memoir en lo que parece una de las cintas más extrañas y a priori fascinantes de la programación.Un grupo de soldados chinos debe asesinar a un príncipe japonés durante la II Guerra Mundial. El plan falla y los soldados acaban confinados en un pequeño pueblo. Una mezcla de western, artes marciales y comedia negra con grandes actores y mejor música y fotografía.



Seguimos en la SO con una coproducción entre Hong Kong y China que nos venden como un Indiana Jones  a lo oriental, Wu Dang La acción, las artes marciales y la química y la belleza de los protagonistas está garantizada.



Hay una maratón de terror filipina el viernes a medianoche que me quita el sueño (espero que no me sea devuelto durante la misma). Tres cintas que prometen una noche muy freak de emociones fuertes para la que me estoy mentalizando...que hace un par de años que en Sitges voy de señorito acreditado matutino y me pierdo esas movidas. Y ya me estoy hartado de tanta seriedad...
En The grave bandits, que forma parte de la SO, unos ladrones de tumbas quedan atrapados en una isla remota a merced de un ejército de muertos vivientes resucitados por un meteorito. Ganadora del premio al mejor nuevo director en el pasado Metro Manila Film Festival, es una trepidante muestra del nuevo cine fantástico filipino, realizada sin medios pero con resultados notables.
Mirad el trailer...




Una de las cintas con más cartel de la SO es la co-producción entre Laos, Tailandia y Australia titulada The Rocket. Un niño de diez años intenta ganarse la aceptación de sus conciudadanos y demostrar que no es pájaro de mal agüero participando en una gran aventura. La multipremiada y emocionante cinta que arrasó en Berlín y Tribeca habla de las secuelas de la guerra en el país más bombardeado de la historia.



Y como perderse el Bollywood de turno y más acompañado de cena india y baile para la ocasión. Y es que además la película promete. En Eega (Mosca) Nani y Bindu están enamorados. Sin embargo, un envidioso empresario sin escrúpulos se interpone entre ellos. Nani anda un poco mosca. Eega, la mosca, es una de las películas más divertidas e imaginativas de los últimos años. Un auténtico delirio



Entramos en la retrospectiva que el festival dedica a Taiwan y entre las siete propuestas me he encontrado con Cape Num.7 que Arvin Chen,en nuestro recién terminado Cine-On, citaba aquí como una de las películas más importantes de la reciente filmografía taiwanesa, así que anotada queda, si la maratón filipina justo la noche antes (y la proyección de ésta es matinal) no nos ha fulminado.
Un japonés que tiene que volver a su país, le escribe cartas de amor a su enamorada taiwanesa en tiempos de guerra. Setenta años después alguien encontrará esas cartas. Una emocionante ópera prima que batió récords de taquilla en Taiwán.


Y aún en la Retrospectiva de Taiwan vamos a cambiar un poco de registro y elegir uno de los films más intimistas de esta edición titulado No puedo vivir sin ti
Un hombre hará todo lo posible para recuperar la custodia de su hija de siete años. Rodada en formato digital y con una producción modesta, fue el filme taiwanés más galardonado del 2009, siendo escogido para representar a su país en los premios Óscar.



Y terminamos nuestras recomendaciones con la joya de la corona. Se trata de Wolf Children, que pudimos ver en Sitges y que merece muchísimo la pena. Se proyectará el sábado por la mañana dentro de una sesión infantil aunque ya os digo yo que probablemente la disfrutéis más los adultos que los niños. 
Una joven se enamora de un hombre lobo. Después de un año de relación, la chica queda embarazada. La película es un elegante alegato en defensa de la naturaleza y de las especies animales en extinción.
La última cinta de Mamoru Hosoda lo confirma como uno de los más personales y distinguidos directores de anime japoneses actuales. 



Ganadora de les Nits de Cinema Oriental de Vic 2012

Ya sé que no viene muy a cuento, pero preparando mi Nits 2013 indagué un poco en lo que había dado de sí la anterior edición, ya que como os decía al principio nunca he asistido al festival catalán. Y me decidí a ver la única galardonada del festival, la película de la SO con mejores votaciones del público. No podía ser de otra manera, un festival de cine popular otorga un solo premio según lo decide su público. 
La cinta en cuestión, que desconocía por completo era Starry Starry Nights, una co-producción del año 2011 entre China, Hong Kong y Taiwan, una película deliciosa sobre el paso de la niñez a la edad adulta que mezcla con sabiduría y buen hacer géneros como la comedia romántica, el drama y casi el cine fantástico o de tintes oníricos. Con un pie en cierta estética que ya compraría para sí Michael Gondry, la cinta nos muestra un par de almas algo solitarias, con problemas familiares y problemas en la escuela, que inician una relación de amistad y quizás amor que a ambos les salvará del ostracismo y la desesperación. Además, también ambos inician una relación con el arte como salida a sus propios miedos, como rienda a sus personas y su creatividad. La cinta es deliciosa y certera en los momentos de sutileza que nos muestran la pérdida de la inocencia de ambos chavales, en ciertos momentos de estética imaginativa y exquisita y algo menos acertada en los momentos más explícitamente melodramáticos pero es dulce, triste, hermosa y deja con un gran sabor de boca. Espero que este año pueda descubrir en Vic alguna joyita como esta Starry Starry Night premiada el año pasado. 

Podéis ver la cinta en 4 partes con subtítulos en español en Dailymotion: http://www.dailymotion.com/video/xw8y8c_starry-starry-night-1-4-sub-espanol_shortfilms#.UdRX3DtM8zE

Recordad, del martes al domingo de la actual semana. Si venís, nos vemos por allí. John y Xavi de Asia Cine y Después de 1984 respectivamente me acompañarán en esta iniciación. Podéis leerlos a ellos también.

Ens veiem a Vic.