La película de la semana: El último exorcista
Esta semana más que hablar de la película de la semana, que lo haremos con mayor brevedad de la habitual al final, vamos a utilizar dicha película como pretexto para hablar del género del falso documental, en especial en el cine fantástico y de terror. Va a ser un post que si os interesa, os podéis dejar llevar en el maremoto de información, visualizar vídeos, ampliarlo y cubrir vacíos con vuestra investigación posterior y, que si por el contrario no os interesa, pues la pasaréis por encima como si fuese un post más o menos convencional.
En El último exorcismo, película que podríamos etiquetar claramente en el género de terror, se pueden apreciar dos sub-géneros: el cine de exorcismos y el falso documental.
El sub-género de exorcismos moderno, se inicia sobretodo con la mítica película de William Friedkin
El exorcista en el año 1973, quizás una de las más terroríficas películas del cine de terror de todos los tiempos. Su éxito, llena por unos años el cine de subproductos que la imitan, sobretodo europeos, que no son dignos de destacar. Por poner un ejemplo, barreremos para casa y hablaremos de la española
Exorcismo, con guión del añorado Paul Naschy que siempre juró que tenía escrito tres años antes de que se estrenara la producción americana. Pese a los excesos naïf y bizarros del cine de género español de la época, la película se puede ver con cierto agrado si sabemos a lo que nos enfrentamos. Después de unos años, el sub-género de exorcismos se diluye, pero de unos años acá, parece recobrar una segunda juventud con varios títulos de todos los niveles, desde las interesantes
El exorcismo de Emily Rose o
Réquiem, pasando por las mediocres
El Rito o
Exorcismo en connecticut o la abiertamente infame
La posesión de Emma Evans. Así pues, el estreno de
El último exorcismo parece que puede estar a punto de agotar al amante del fantástico harto de curas que quieren expulsar al demonio de cuerpos torturados. Sin embargo la película presenta un aliciente que la individualiza: esta rodada dentro del sub-género (¿o ya deberíamos decir género?) del falso documental.
Quizás en alguna ocasión habréis oído la palabra
mockumentary para etiquetar a una película y quizás ya sabéis lo que significa o quizás no os ha apetecido investigar al respecto. Pues bien, mockumentary es el término que desde hace unos años se ha extendido para hacer referencia a los falsos documentales. Así que a partir de ahora utilizaremos este término para referirnos al sub-género. Para buscar el origen de los mockumentarys nos tenemos que ir hasta los orígenes del cine y poner un ojo en el cine mudo. Se dice que el primero fue
Toda la verdad sobre el Polo Norte (1909) en que un tal Frederick Cook trae una filmación como presunta prueba de que ha conseguido acceder al Polo Norte y es más falsa que todas las cosas. El engaño no se lo cree nadie y es ridiculizado. Es el primer mockumentary, o al menos el primero célebre de que hay constancia, aunque la intención de sus artífices parece ser que era hacerlo pasar por cierto. Hasta en éso fueron pioneros, como veremos más adelante. También en parte podemos considerar un mockumentary, el documental más famosos del cine silente (y uno de los más famosos de la historia)
Nanuk el esquimal (1922)
de Robert J. Flaherty. El director filmó horas de documental en sus viajes al norte de Canadá y hizo algunos pases privados en 1916 que despertaron entusiasmo, pero cuando estuvo a punto de envíar lo rodado a EEUU, a causa de la ceniza de un cigarrillo ardieron todos los negativos. Flaherty tardó años en reunir el dinero para volver a la zona a rodar y una vez allí, parece ser que fue por faena y ordenó a los nativos recrear algunas de las imágenes que él recordaba con más entusiasmo de la grabación perdida. No se sabe hasta que punto hay material realmente documental y hasta que punto hay dramatización, así pues, podría figurar con todas las de la ley en nuestro repaso al mockumentary. Dejaremos el mudo con un mockumentary hecho con tal conciencia y que además sería el primero (o el más famoso) del género fantástico, al que nos vamos a ceñir pronto. Se trata de
Häxan (la brujerí a través de los tiempos) del año 1923. Es una película dividida en 7 partes en que recrea dramáticamente (pero incluye algunas fotografías reales) las diversas explicaciones basadas en lo satánico de fenómenos sobre los que la ciencia no se había pronunciado todavía en épocas como la medieval o la renacentista. Es una película imprescindible y muy interesante, que para aquellos que no la hayáis visto, os interese y no le tengáis miedo al cine mudo, os dejo a continuación un enlace donde podéis ver online una copia completa y subtitulada al español.
Como decíamos al principio, el objetivo de este post es hablar del género mockumentary sobretodo en el género del fantástico y del terror, aunque para no hacer un salto tan grande en la narración, mencionaremos que el género ha seguido teniendo importancia en la historia del cine hasta la explosión de nuestros días. Ha abordado géneros como la comedia en Zelig de Woody Allen, Forgotten silver de Peter Jackson, CSA: The Confederate States of America o Borat, el drama en Fraude de Orson Welles o las recientes I'm still here o Exit to the gift shop, el musical en This is a spinal tap dirigida por Rob Reiner en que se inventa un grupo de heavy y a la que se le lllegó a catalogar como rockumentary y que tuvo bastante éxito de público en su día o A mighty wind e incluso el porno en 101 actos de amor, que ocultándose bajo el vídeo educativo y de terapia sexual no es más que uno de los primeros (y muy cutre) films pornográficos que se conocen.
Si hablamos de las películas de terror o fantásticas que son célebres mockumentarys, sin duda debemos hacer referencia obligada a Holocausto caníbal, que formaría parte de las películas que en algún momento se han hecho pasar por verdaderas, como también ocurrió con la saga japonesa Guinea Pig o más recientemente con El proyecto de la bruja de Blair. Habría otra categoría de películas mockumentarys, como El último exorcismo (y que son la mayoría) que aprovechan el formato documental y el sub-género pero que jamás se intentan reivindicar como realmente auténticas. Pero antes de hablar de la película quizás más polémica de la historia, vamos a dar otra pirueta imprevista.
Nos vamos a alejar del cine y vamos a tratar algunos mockumentarys que se emitieron como documentales auténticos de televisión y aún antes, el primer engaño colectivo para toda una generación como fue la adaptación radiofónica de La guerra de los mundos por parte de Orson Welles, que hizo cundir el pánico en la población americana durante horas. Emitido el 30 de octubre de 1938, todos conocéis la historia, pero quizás no habéis tenido ocasión de escuchar el programa original y en caso de haberlo hecho, quizás si no domináis el inglés no habéis entendido mucho, así que, ha sido un placer para mí descubrir el siguiente vídeo que comparto con vosotros, donde tras cinco minutos de previo de una locutora, se pasa a emitir el programa completo mientras en la pantalla se van viendo los subtítulos en español. Ésto es una pura reliquia, que ningún aficionado al cine, a la radio, a la cultura ni a la historia debería perderse. Estamos en 1938, en EEUU y parece que algo raro ocurre en Marte...
Abordemos ahora los mockumentarys emitidos por la televisión donde los ingleses casi tiene la exclusiva. En 1957 la BBC ya emitió como verdadero el cachondo La cosecha suiza de spaguettis, en el que se podía ver a suizos recogiendo spaguettis de los árboles como si fueran frutos. Aunque parezca mentira (o no) muchos espectadores creyeron lo que mostraba las imágenes y llamaron a la emisora en las horas posteriores para preguntar si todo aquello era cierto y dónde podían conseguir semillas para plantar un árbol de spaguettis. Desde la emisora les decían que debían “colocar una ramita de espaguetti en una lata de salsa de tomate, y esperar lo mejor”. La verdad del montaje no se hizo pública hasta el día siguiente.
Sin embargo, el considerado el mejor falso documental de la televisión por mucha gente es Alternativa 3. Emitido por Anglia Tv en 1979, este documental entra de lleno en el terreno del fantástico (si es que recoger spaguettis de un árbol no lo era). Unos reporteros televisivos reciben la visita de un científico británico que les entrega un dossier titulado Alternativa 3. En él, se detalla como la vida en la Tierra se está haciendo insostenible y se barajan tres alternativas para solucionar el problema. Vivir bajo el mar, hacerlo bajo tierra, o colonizar un nuevo planeta. El supuesto científico muere en un misterioso accidente antes de que tenga ocasión de volver a hablar con los periodistas, que inician una investigación en la que llegan a entrevistar al astronauta Buzz Aldrin quien (prestándose a la broma), relata que cuando aterrizaron en la Luna, rusos y americanos ya tenían instalada una base en la cara oculta, con un finalidad: la colonización de Marte. Finalmente, los reporteros descubrían que el plan para trasladar a Marte a un grupo de humanos escogidos con los que iniciar una nueva civilización había comenzado, y mostraban además las auténticas imágenes del planeta que lejos de ser ese desierto rojizo que conocemos, aparecía como un auténtico vergel. Aún hoy en día hay webs conspiratorias que afirman que lo que se relató en el programa era cierto y que el rumor de que es mentira ha sido extendido por intereses políticos. Este programa lo emitió TVE en el 1982 y por ello disponemos del programa doblado, que os dejo a continuación. Creerme, otra reliquia. Como el vídeo está dividido en 6 partes os dejo el primero y si os interesa continuar, el enlace de los siguientes.
Otro muy famoso programa de la BBC, que tiene el dudoso honor de ser responsable del suicidio de un adolescente con problemas mentales es Ghostwatch, una especie de precedente de REC, en el que un equipo de tv va a comprobar si en unas casas hay presencias sobrenaturales. El programa se emitió la noche de Halloween de 1992 y, claro, los espíritus y sus manifestaciones aparecieron progresivamente por doquier sembrando el pánico, sobretodo en la población más joven (en principio el programa estaba dirigido al público infantil; humor inglés). El programa lo podéis encontrar en youtube sin subt´tulos, así que si sabéis inglés y estáis interesados podéis verlo allí.
Para finalizar este apartado relacionado con los mockumentarys televisivos, vamos a hablar de Alien Autopsy (1995). En EEUU siempre ha corrido la leyenda urbana de que una nave extraterrestre tuvo un accidente en Roswell, Nuevo México (EEUU) en julio de 1947. A partir de ahí mucha literatura, hipótesis y teorías conspiratorias. Una de las más extendidas dice que el FBI encontró cadáveres extraterrestres les realizó autopsias y luego lo negó, ocultando lo que descubrió entonces e incluso la evidencia de la existencia de vida extraterrestre. En 1995, un tipo llamado Ray Santilly, vendió un vídeo de 17 minutos a varias cadenas de televisión con la presunta autopsia al alienígena, que según él había conseguido de unas grabaciones secretas. El vídeo avivó las teorías y la polémica, pero claro, se acabó demostrando que todo era un montaje y el listillo Santilli tuvo que admitir la verdad. Pues en el enlace de abajo podéis ver tan quirúrgico vídeo.
Pues abordamos ya por fin directamente el cine mockumentary fantástico y de terror y tras la pionera Häxan, quizás la película más conocida a continuación sea Holocausto caníbal (aunque las calidades de ambas sean tan opuestas). Dirigida por Ruggero Deodatto en 1980, la película no es que sea pionera de nada, pero aprovecha ciertas minicorrientes y una serie de casualidades para conventirse en un bombazo. Para empezar, en 1975 se había estrenado una película mockumentary bastante olvidable que se intentó vender como real titulada Snuff, dirigida por Michael y Roberta Findlay y que narraba la muerte de una actriz que es asesinada salvajemente en sudamérica víctima de una red que traficaba vendiendo películas de asesinatos reales. A esta nueva táctica de la industria haciendo creer como reales las ficciones para venderlas a causa del morbo, se junta un sub-género muy depravado llamado mondo que busca en la naturaleza y en las muertes de animales y rituales de tribus salvajes material documental para hacer películas. La más conocida sería Ese perro mundo de 1962, pero el subgénero mondo evoluciona y se crean películas en que se incluyen escenas reales y otras falsas (ya no hay material real tan enfermizo como el público quiere y hay que inventarlo) que también quieren los autores que cuelen como reales. Dos ejemplos serían las vomitivas: Hombres salvajes, bestias salvajes (1975) y Faces of death (1978). Ruggero Deodatto en Holocausto caníval lo que hace es coger todo lo anterior y darle una nueva dimensión. La película muestra a un célebre antropólogo recibiendo en su despacho de la Universidad de Nueva York a un grupo de tres reporteros que buscan información sobre una tribu amazónica para ir a filmar un reportaje. Meses después, al no tener noticias de ellos, el sabio viaja a la jungla para tratar de localizarlos y lo que encuentra son sus cámaras y el material que rodaron. La segunda parte del filme es el visionado de dicho material. Primero se ven las bizarras y crueles costumbres de los indígenas, matando y torturando animales, empalando a una mujer adúltera... Y luego se ve el cruel final de los reporteros, que son asesinados, despedazados y devorados delante de las cámaras. La película se estrenó haciendo creer que todo aquello era un documental real, y el éxito fue increíble. Aunque en realidad todo era una patraña ideada por el director, el italiano Ruggero Deodatto, quien llegó incluso a hacer que los actores firmaran un documento comprometiéndose a no aparecer en público hasta tres meses después del estreno del filme, para así contribuir a aumentar su aureola de "producto real". El caso es que casi todo el mundo se lo creyó. Incluida la magistratura italiana, que cursó una orden de detención contra Deodatto acusándole de hacer negocio con asesinatos reales. El director fue llevado a juicio, en un proceso surrealista que podría haberse solventado con la simple aparición de los actores demostrando que estaban vivos. Pero estos, cumpliendo con lo pactado, se encontraban en Suiza esquiando, sin ser conscientes de lo que le pasaba a Deodatto. Finalmente, alguien localizó a los intérpretes y el montaje fue por fin destapado. Hay que decir que, por contra, las muertes de animales que se muestran en el filme si son reales (y a muchos se les tortura y es muy desagradable). Por eso, una Asociación de Defensa de los Animales, quiso denunciar de nuevo al director acusándole de maltrato animal. Pero la situación ya se había vuelto tan grotesca, que los jueces no quisieron marear más la perdiz, y rechazaron la denuncia. En España ayudó que revistas como Interviu, con un "rigor" periodístico alucinante, diesen la historia por cierta. En Japón se convirtió tras su estreno en la segunda película más taquillera de la historia tras E.T (snif). Por ello quizás los japoneses son los siguientes en hacer crecer la fama del mockumentary que se vende como real con la saga Guinea Pig, un total de seis mediometrajes que van desde el año 85 hasta el noventa y que estuvo envuelto en un halo de misterio y dudas durante años, estando aún hoy prohibida la venta en casi todo el mundo. Obviamente es todo mentira y pese a que las dos primeras sí que tienen torturas muy bestias que podrían venderse como reales, luego la serie evoluciona hacia la ficción muy macabra, pero claramente ficción.
El siguiente punto de interés en el que debemos pararnos antes del final del recorrido es la ya mítica El proyecto de la bruja de Blair (1999), el último de los mockumentarys de terror que intentó venderse como real. Se hizo una muy inteligente campaña por internet y sus dos debutantes directores (Daniel Myrick y Eduardo Sánchez) lograron sembrar la duda por algún tiempo de la veracidad de lo que acontece en la película. Ayudó a ello el poco presupuesto (fue una de las películas más rentables de la historia) y unos actores desconocidos que fueron abandonados a su suerte en el bosque donde se tenían que espabilar para conseguir alimento e instrucciones. La película es sin duda una de las mejores, sino la mejor, de su género y produce verdadero pavor en algunos momentos. Y no es pavor a nada muy concreto, sino a la oscuridad, a los ruidos, al miedo en sí, o sea a lo que teme el ser humano. Un brillante final engrandece la valoración definitiva de la película. La sinopsis (muy parecida como veréis a la de Holocausto caníval) es tan sencilla como esta: El 21 de octubre de 1994, Heather Donahue, Joshua Leonard y Michael Williams entraron en un bosque de Maryland para rodar un documental sobre una leyenda local, "La bruja de Blair". No se volvió a saber de ellos. Un año después, la cámara con la que rodaron fue encontrada, mostrando los terroríficos eventos que dieron lugar a su desaparición.
Este fue el último mockumentary que yo recuerde que se vendió como real (y tampoco duro mucho el intento). Hoy el cine de género está invadido por una ola de mockumentarys, que juegan con el formato pero que no pretenden sembrar la duda de que lo que se muestra en pantalla sea real. Podríamos hablar de películas tan interesantes como La puerta negra (2001), REC (2007), Monstruoso (2008), Lake mungo (2008), algunas que están tan de actualidad como Vampires (2010) o The troll hunter (2010), algunas indispensables aportaciones japonesas como Dai-Nipponjin (2007) o Noroi (2005), algunas tan lamentables como Paranormal activity (2007), muchas que parece que están por venir y una película tan misteriosa (¿es parte del marketing que ya dura casi 10 años?) como la aún no estrenada Ataúdes de luz de Nacho Cerdá.
Pues la que se estrena esta semana en cartelera es El último exorcismo. La película, para mi gusto notable, empieza con mucho sentido del humor siguiendo los trucos que usa un sacerdote (brillante Patrick Fabian) para hacer creer a sus estúpidos clientes que el demonio está en los cuerpos de las personas que le han mandado investigar y de como lo saca de ellas. Pero claro, le llegará un caso, en medio de la América profunda y fanática que le trastocará los planes. La chica presuntamente poseída ( interpretada aún mejor por Ashley Bell, contorsiones incluidas) se sale de la norma y pese a que el sacerdote no cree que está poseída por el demonio sí cree que tiene algún serio problema de comportamiento. La película más que de terror es de tensión ante la incertidumbre de los síntomas que presenta la chica y la duda y ante el comportamiento fanático de su padre y de otros habitantes del pueblo con los que el sacerdote no sabe lidiar. Así pues, la película también se puede ver como un ataque a los fanatismos y a la propia Iglesia y sus métodos y sus mentiras. La cámara en mano, la oscuridad, el nervio de la narración y como decíamos las interpretaciones llenan de verdad una narración malsana, tensa y que no sabemos hacia donde nos va a llevar. Un par de peros. Uno muy grande ya que hacia el final de la película se usa banda sonora. ¡Por favor, no era un documental! El otro opinable, que es el extraño final que rompe y mucho el tono del resto del metraje. Aquí hay opiniones para todos los gustos. Según mi parecer, como decía al principio, una película notable.
Otros estrenos que he visto
Justo en el post de ayer, hablaba a propósito del Festival de Cinema d'Autor de Barcelona de la película
El padre de mis hijos que se ha estrenado esta semana en salas. Así que si me permitís, copio lo que dije ayer, que fue ésto " muchas ganas tenía de ver la película de la directora Mia Hansen-Love
Le père de mes enfants, ganadora del premio especial del jurado de la sección Un Certain Regard en Cannes de hace dos ediciones y que venía a nuestra ciudad con muy buenas críticas. Pues bien, la primera parte de la película, sobre un productor de cine estresado, con problemas económicos y que lucha por sacar su productora adelante y poder dedicar algo de tiempo a su familia me parece perfecta, llena de verdad, de sensibilidad, de matices y sobretodo de sutileza. Sin embargo, un hecho a media película nos lleva a una segunda parte que no es que sea mala, pero que a mi modo de ver baja mucho el listón con respecto a la primera mitad y nos lleva a una cierta decepción cuando la película concluye. Sin duda la directora sabe filmar relaciones personales, personajes carismáticos y el bullicio de París, pero también la calma de sus alrededores, pero creo que se dispersa demasiado la historia en ese segundo tramo como para que el resultado final pueda ser tildado de excelente. Pese a todo, bastante recomendable".
Resto de estrenos de la semana
Las americanas Agua para elefantes y El sicario de Dios no me apetecen a priori, la primera porque me da pinta de ser una peli muy encarada a los adolescentes, debido a la participación del insípido (pero guapo) Robert Pattinson, aunque las imágenes parecen cuidadas y la segunda porque es el enésimo sub-producto de vampiros en 3D con pinta muy mediocre. Tampoco me apetece para nada (una vez más) la española de la semana. Esa comedia sexual con Kira Miró y Paco León titulada No lo llames amor...llámalo X y a la que su cartel, su título y las críticas echan muy mucho para atrás.
Quizás más apetecibles pueden resultar la cinta argentina Rompecabezas que estuvo en Berlín y que es el debut de la directora Natalia Smirnoff, en una historia original que promete, pero que es una total incógnita y Carta blanca, la nueva comedia de Peter y Robert Farrelly con Owen Wilson y en la siempre esperaremos encontrar que tenga una pizquita de la gracia que tuvo en su día Algo pasa con Mary. Seguramente no lo encontraremos.
Ha sido agotador. Me encantaría que lo disfrutaseis.