Ha finalizado el Festival de Sitges. El palmarés que podéis consultar completo aquí ha sido de los menos discutidos de los últimos años. Muy repartido y bastante acertado. La ganadora, Borgman, para cumplir la tradición, no la he visto, aunque probé de cuadrarla y me fue imposible. Pinta genial.
El nivel ha sido peor que otros años, mucho peor que el anterior por ejemplo, aunque yo soy de los que considero que Sitges trae lo mejor del cine de género que existe en la actualidad. Lo que ocurre es que si la cosecha es mala poco se puede hacer. Puede que haya alguna película enchufadilla o de dudosa elección, pero poco se puede decir de la selección de películas para el Festival de Sitges desde que lo dirigen Ángel Sala y Mike Honstench.
Otra cosa son algunos problemas de organización que suceden año tras año y que éste se han acentuado y la improvisación y trabas novedosas que han puesto para con nosotros, este año prensa B, que nos ha amargado mucho nuestra estancia en Sitges. Pero de ésto ya he hablado lo suficiente y no voy a insistir.
Como siempre un gusto compartir el festival con amigos. De entre los blogueros, este año he sido uña y carne con John de Asia Cine. Sin él ésto hubiese sido un infierno. Los primeros cuatro días el lujo de tener a Antonio de Ciudadano Noodles en Sitges no tiene precio. Quizás el hecho de haber tenido una excusa para volver a coincidir con él lo justifica todo. Muy grata también la continua compañía de Álex y Natalia de El último blog a la izquierda, con quien coincidimos muy poquito (en general quiero decir, en esta edición bastante) pero con los que siempre hay muy buen rollo. Menos de lo habitual se dejaron ver Josep y Xavi de Después de 1984, aunque por allí fuimos coincidiendo y como siempre, fue un placer. Y mucha gente con la que coincidimos poco pero gratamente como Sara (Una habitación propia) y Franky, Manu (Cine divergente) o Adriana Izquierdo, a la que apenas tuve el placer de conocer. En muchos momentos también pude compartir Sitges con Bea y Domingo (sus tweets eran habituales en mis crónicas), con los que cada segundo es un auténtico placer de cinefilia y buen rollo. Así pues, gracias a todos por la compañía y espero que ésta se vaya incrementando año tras año. Con muchos otros he mantenido una estrecha relación por twitter estos días aunque no nos hemos desvirtualizado. Otra vez será. Gracias a todos. Un placer.
Por último dar las gracias por la comprensión y la fidelidad tras anunciar mi parón de crónicas en Sitges y pedir disculpas nuevamente a los que os interesaba leer las crónicas y ni os iba ni os venían mis problemas como acreditado. Me sabe mal por vosotros y fue lo que me hizo dudar hasta el final. No sé como será o si será el año que viene, pero intentaré que todo vaya por otros derroteros.
Y sin más voy a dar breves opiniones de las cintas que vi los últimos tres días (muchas menos que los anteriores por el problema de los tickets) por orden de estricto visionado y al final haré un top-15 del festival, al igual que hice el año pasado, aunque de mucho menos nivel que entonces. Y los que hayáis leído hasta aquí os comento, en modo susurro, que voy a descansar en el blog por un tiempo indefinido. Pero no os preocupéis que volveré, al menos un tiempecito más.
Big Bad Wolves ha sido una de las sorpresas agradables del festival. La segundo película de los directores israelíes Aharon Keshales, Navot Papushado es una comedia negra negrísima y dirigida con mucho pulso, que inevitablemente recuerda a ciertas constantes tarantinianas. Muy violenta en su desarrollo y en su discurso, solo puedo achacarle un cierto estancamiento en su segunda parte y poca originalidad aunque pudiese parecer lo contrario (es la peli de moda de ahora). Los actores están soberbios, la dirección es tensa y brillante y es divertida y pasa rapidísimo, lo que en esta edición del festival, creedme, era todo un lujo. Nota:7
Only lovers left alive, lo último de Jim Jarmusch, nos devuelve sin ninguna duda al nivel más alto de un director muy especial que en este blog amamos. La fantasía vampírico-intelectual que Jarmusch diseña a su medida para con total libertad hablar de cualquier tema cultural que le plazca y en segundo lugar, hipnotizarnos con una historia tan romántica como melancólica y sensual es soberbia. La pareja de actores, con una Tilda Swinton cuyo rostro parecía perfecto para un papel así, lo bordan. Y luego aparece la brillante Mia Wasikowska para rematarlo. Una auténtica experiencia, sensual, sensorial, hipnótica, misteriosa, alucinada, alucinante, cultureta que nos demuestra que le gustaría hacer a Jarmusch si fuese un vampiro. Y nosotros probariamos de acercarnos a su círculo. Fascinante. Cine con mayúsculas. Pero no para todos los públicos Nota: 9
The fake, la cinta de animación coreana del director de The king of pigs me pareció insufrible y poco me voy a detener en ella. La animación es muy convencional y la historia, muy dramática, tremendista e histérica está plagada de excesos, sensacionalismo y ruido. Supongo que pretende molestar o crispar y a mí sí que me crispó, pero de lo infumable que era. Tiene su público, lo sé, pero a mí que no me esperen. Creo que es lo peor del festival. Y estaba disputadísimo. Nota: 0,5
La danza de la realidad, el retorno de Alejandro Jorodowsky a la dirección más de 20 años después de rodar su última película es una cinta muy coherente con el mundo del desmesurado director, que parte de recuerdos biográficos de su propia infancia para crear imágenes potentes y divagar por sus mundos oníricos, a veces crueles, a veces poéticos, casi siempre surrealistas y siempre muy personales. La cinta es muy irregular pero tiene el mérito de la coherencia. A ratos se hace aburrida, a ratos su curiosidad nos gana. En mi opinión tan curioso como en gran parte, disfutable. Me cae muy simpática. Nota: 6,5
Insidious:Chapter 2 es una secuela que gustó bastante dirigida por el propio James Wan. No comparto el entusiasmo pues creo que la película recurre a sustos fáciles con volúmenes de música repentinamente altos que no aportan nada al género ni nada a su primera parte, muy terrorífica en su primera mitad y muy pop lisérgica en la segunda. Aquí para estar a la altura se enrosca y complica la trama hasta límites insultantes y se recurre a la histeria de forma continuada, con el papel del padre llevado al extremo y al ridículo. Muy mala y un remake que me da pena. No hacía falta. Nota:3
No voy a molestarme a hablar de All cheerleaders die, la nueva película del cada vez más odioso Lucky McKee, que en esta ocasión co-dirige. Unos cinco minutos iniciales algo graciosos dan paso al mayor esperpento visto en Sitges, de brujas, cheerleaders lesbianas, zombies y yo que sé que patraña, sin ritmo, sin talento, burda, dirigida a un público no solo de intelecto nulo si no de nulo sentido del espectáculo. Lamentable. McKee déjanos en paz. Nota: 1
Un poco mejor aunque fallida es Afflicted, un found footage de muy poco presupuesto que viene a ser una mezcla entre Chronicle y La mosca y que posee una primera mitad muy correcta, sin ser nada del otro mundo, que sucumbe en un segundo tramo aburrido y desacertado en que se rompe la dinámica, el efecto sorpresa y la cierta intrascendencia de su primera mitad. La voy a suspender, pero casi con cariño. Nota:4
The sacrament es el salto a la gran industria de uno de los mejores directores de género surgido estos últimos años, Ti West. En la película que nos trajo a Sitges, logra el milagro de entrar en la industria con una historia convecional sin perder sus rasgos distintivos y su maestría. La primera mitad es magistral y recuerda mucho a esa maravilla que es La casa del Diablo, con un terror puro pero tan minimalista que se siente más que se ve. La tensión es perfecta y la historia se queda pausada, detenida, mientras el miedo nos invade poco a poco, con cada pequeo detalle. La segunda parte explícita que es la que ha de rodar baja el nivel de matrícula de la primera mitad, pero dado el caso está resuelto con maestría y buen hacer. En general una de las mejores propuestas de terror del año, que en realidad no es de terror si no un drama totalmente malsano. Imprescindible. Nota: 7,5
Y todo termina con Miyazaki y la película con la que él también termina su carrera, The wind rises. Y para hacer honor a tan pésima edición de Sitges todo termina mal. En su última cinta, en el empeño de hacer su obra magna, Miyazaki se deja llevar por sus recuerdos y teje su infancia en la biografía de otra persona. El padre aviador de Miyazaki, la madre tuberculosa, la guerra y esa lucha por dedicarse a lo que te apasiona se convierte en vehículo atropellado en que el genio japonés se pierde. En sus escenas oníricas, escasas, brilla. En algunos paisajes casi logra la excelencia. Pero en su desarrollo estñá carente de ritmo y a veces incluso de interés. Un par de tópicos lacrimógenos en la trama no terminan de ayudar. En definitiva una decepción pues aunque más o menos disfrutable, la cinta está muy lejos de lo mejore de Hayao Miyazaki. y lo que más jode es que era la última oportunidad para soñar a su lado. Una lástima. Nota: 7
Pues nada, os dejo con el modesto top-15 de esta edición, con mucha diferencia entre las dos primeras y el resto de las cintas. El año que viene Sitges volverá, eperemos que con mayor suerte y más cariño para con los que lo queremos. ¿Alguien se atreve a pronosticar inauguración? Yo no, Dios me libre...
1-Only lovers left alive
2-Only God Forgives
3-Passion
4-The sacrament
5-Enermy
6-Magic, magic
7-Sapi (possessed)
8-The zero theorem
9-The wind rises
10-Goltzius&the Pelican company
11-Big bad wolves
12-Drug war
13- Byzantiun
14-La danza de la realidad
15- The world's end