domingo, 18 de octubre de 2015

Crónica del festival de Sitges 2015 (1)

Un año más el festival de cine fantástico de Sitges nos ha zambullido en una espiral de películas absolutamente abusiva y nosotros hemos vuelto al exceso y al torbellino de emociones que suponen estos intensos días. En los próximos posts voy a hablar de aquellas películas que merece la pena ver y en esta edición, obviaré aquellas que no me gustaron. Hemos visto más de 50 y muchas de ellas merecen la pena. Esperad a su estreno o estad atentos por ahí. Empezamos:



Mi película favorita del festival y seguro que uno de los mejores estrenos del año es para mi Youth, el esperado trabajo de Paolo Sorrentino tras su obra maestra La Gran Belleza. Sin llegar a los niveles de sublimidad de su anterior cinta, Sorrentino, con su estilo preciosista y grandilocuente, narra una historia coral con especial énfasis en los personajes que se acercan a la vejez. Sorrentino tiene magia. Y en varios momentos surge la poesía, la emoción, de nuevo la gran belleza. Con un Michael Caine sublime, económico a la hora de transmitir cualquier emoción con sus miradas, sus gestos, sus balbuceos y unos brillantes Harvey Keitel y Rachel Weisz, la película emociona, a veces es operística, a veces íntima, divertida y trisísima pero siempre un canto a la vida. 


También se pudo ver en Sitges La novia, una nueva y muy fiel adaptación de  las Bodas de sangre de Federico García Lorca, en este caso de enorme belleza plástica y que acompaña los versos del genio de unas imágenes muy sensoriales, convirtiendo la experiencia de su visionado en sensual y poética. Inma Cuesta en el papel de su vida está inmensa y le da a al personaje la fragilidad y pasión necesaria. Cada mirada, cada gesto, cada temblor es duda, es amor pasional, es locura. Cada centímetro de su piel es deseo, Toda ella es pasión Y esa misma pasión impregna cada plano de la película. Lorca estaría contento. La novia es pura poesía. Tiene previsto su estreno para el 11 de diciembre.

Ganadora del Premio Especial del Jurado, The Final Girls es una película completamente de género que sobresalió de la gran mayoría de películas de terror de la presente edición (quizás con la excepción de The Witch). Mezcla con acierto el homenaje al cine slasher de los 80 pero también tiene un pie en el cine familiar e inocente de esa década. Es un 70% Viernes 13 pero un 30% Regreso al futuro, para entendernos. La película se mueve en la cuerda floja entre ese homenaje, la parodia, la comedia, el drama familiar y el propio slasher. Pisa un terreno peligroso en que sería fácil caer en el ridículo pero no, cumple en todas sus pretensiones. Una chica, cuya madre fallecida en accidente de tráfico fue una de las actrices de uno de los slashers más importantes de la historia del cine, acude al homenaje que un grupo de frikis le dan a la película en su aniversario proyectándola en un cine. Pero un incendio en la sala hará que la chica y alguno de sus amigos se escapen abriéndose camino a través de la pantalla. ¿Hace falta que os explique dónde aparecen? El festival está servido. La diversión y ovaciones tras sus proyecciones en Sitges, memorables. 

Ya en los cines podéis ver El nuevo nuevo testamento, un cuento de humor muy cínico pero con elementos muy tiernos que en estética y vitalidad nos recuerda a Amelie. Dios existe, vive en Bruselas y es un amargado. Su hija, harta de él, escapa y se va a la búsqueda de seis nuevos apóstoles que le ayuden a difundir ese nuevo nuevo testamento del título. Los elegidos muestran un mosaico de los problemas y la pérdida de ilusión de nuestra sociedad. Pero la hija de Dios intentará volver a darles motivos para vivir. Tierna y blasfema, de estética colorista y naíf, la película es una imaginativa maravilla que recuerda a Amelie en lo estético y en algunos tonos vitalistas pero que también nos acerca a la locura y al exceso de su director, el belga Jaco Van Dormael que ya hace años nos sorprendió con esa maravilla titulada Mr.Nobody, que tampoco fue del gusto de todos. 

Ganadora del Premio a Mejor Película en Sitges, The Invitation es una película pequeñita pero narrada y rodada con una precisión asombrosa. Una pareja en coche se acerca a una casa a la que han sido invitados. Es obvio que la invitación les incomoda y que alguna cosa del pasado les hizo distanciarse de los anfitriones y del resto de invitados de la casa. Una vez allí, el ambiente se enrarece por momentos. Invitados que nadie conocía, actitudes extrañas y un comportamiento de los anfitriones que carga el encuentro de tensión. The Invitation triunfa con una propuesta pequeña pero sobresaliente en su desarrollo. Una cinta imprevisible que igual explosiona como implosiona, que igual te lleva hacia unas suposiciones como hacia las absolutamente contrarias en cuestión de segundos y que, pese a tomarse su tiempo, pese a ir cargando el ambiente sin prisa, terminará por resolverse. Y lo hará con contundencia. La gran ganadora del festival es un thriller de suspense adictivo que gustó a casi todos. Imprescindible. 

Aclamado guionista de películas como Olvídate de mí o Cómo ser John Malkovich, Charlie Kaufman decidió dar el salto a la dirección en el ya lejano 2008 con Synecdoche, New York, una muy densa película interpretada por el llorado Philip Seymour Hoffman que pecaba de excesiva en todos los aspectos. Era como si el guionista en su salto a la dirección se hubiese querido reservar la Historia de lo que ocurre por su extraña cabeza, lo absoluto. Y claro, terminaba por ser demasiado. Por eso quizás Anomalisa es una historia mínima de animación minimalista que ocurre en unas pocas horas y trata del enamoramiento, hartazgo del enamoramiento y hartazgo de sí mismo de su protagonista, un hombre de éxito pero lleno de manías y víctima de la soledad a la que su propio carácter le condena. Kaufman escribe la historia de forma carituresca pero no exenta de dolorosa precisión y nos brinda un personaje odioso que nos da pena. Un desgraciado, vamos. Probablemente el alter ego de su director y guionista. Un psicoanálisis divertido y triste. Puro Kaufman. 

1 comentario:

  1. Pues a mi no me gustó "La novia", aunque reconozco su belleza plástica. Me aburrí.

    Voy a repasar todas las películas a ver si encuentro algo que me atraiga que ando muy desganada con el cine.

    Un fuerte abrazo!!

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