miércoles, 15 de octubre de 2014

Crónica Festival Sitges 2014 (1) : El cine español y latino.

Terminado el Festival de Sitges, en esta ocasión opto por resumir lo que ha ocurrido en esta edición del Festival aglutinando las películas en posts geográficos. Para empezar vamos a hablar de las cintas españolas y latinas que he visto durante estos días.
La verdad es que pese a algunas excepciones, el cine español exhibido en Sitges ha dejado bastante que desear. Ni saltándome dos de las propuestas más denostadas por público y crítica, L'altra frontera y Asmodexia, he conseguido evitar ver algunas de las películas menos interesantes del certamen. Aunque también una de las mejores es de nuestra nacionalidad, aunque lejos del género fantástico. Empecemos con la buena, Magical Girl

Tras su debut en el largo con Diamond Flash, el joven director Carlos Vermut regresaba a la dirección con Magical Girl y llegaba a Sitges con la Concha de Oro de San Sebastián bajo el brazo, además de críticas muy positivas, incluida una mediática carta de amor de Pedro Almodóvar a su película. Magical Girl se diferencia del largo anterior de Vermut (y de sus cortos) en que usa mucho menos el humor para explicar su drama. De hecho en Magical Girl tira por lo trágico y nos vuelve a montar una historia coral que terminará por unirse, con largos planos estáticos y de diálogos sorprendentes y de hondo calado. Su influencia del cómic es obvia, como lo era en Diamond Flash. Y aquí también tira de sugerentes elipsis, como hacía en su película anterior, pero en este caso sí que ha mejorado una técnica que domina con maestría. Porque Magical Girl va de lo que se explica, pero en mayor medida (y decir en mayor medida no es una exageración) de aquéllo que no se explica. Así, una vez finalizada la película y con el apoyo de una última escena magistral, el film va creciendo en nuestra cabeza los días posteriores. Tras montones de películas, la que me vuelve, la que va creciendo en mi interior es Magical Girl. Con unos actores geniales, sí, José Sacristán, pero también Bárbara Lennie y Luis Bermejo, con una dirección más elegante, con más medios, menos underground que en su anterior película (auque tampoco os creáis) y con un universo propio sorprendente a estas alturas, Magical Girl no será una película de masas, ni tan solo en salas muy especializadas, pero debe buscar su público, que seguro lo tiene, porque merece muy mucho la pena. Y a seguir a Vermut, un talento sí, pero aún por explotar.

Entre las películas españolas salvables en Sitges nos encontramos con Musarañas, ópera prima de Juanfer Andrés y Esteban Roel y producida por Álex de la Iglesia que nos brindó una de las sorpresas más positivas del Festival. Y es que Musarañas nos ofrece un tour de force de Macarena Gómez en una especie de Casa de Bernarda Alba bizarra. Una cinta divertida y triste, con asesina trabajada y que se desata no sin antes haber creado un microclima malsano. El universo y la mala leche de su productor, en formato de cámara, queda claro durante el visionado de un film dirigido con sobria precisión por tratarse de una ópera prima. Tampoco es para echar cohetes pero es una propuesta muy digna, algo fresca pese a tratar un tema manido y que lleva un sello personal hasta las últimas consecuencias admirable y reivindicable. Rozando el notable.

Un par de propuestas que están en el limbo entre el aprobado y el suspenso son La distancia y Autómata, aunque las intenciones de ambas son opuestas. A veces se llega al mismo lugar por caminos distintos.
La distancia es la segunda película de Sergio Caballero tras la sorpresiva e interesante Finisterrae. En este caso la cinta, contemplativa como la anterior, nos muestra paisajes de la Siberia y sigue las andanzas de tres enanos con extraños poderes mentales que deben recuperar de una fábrica algo llamado "la distancia". La película avanza a ritmo casi pausado. Sobresalen algunos momentos surreales de humor como el cubo que recita haikus y se ve con cierto aburrimiento pero también con curiosidad. Un final precipitado y muy marciano acrecienta la impresión de tomadura de pelo que muchos denunciaron. Pero la película no engaña a nadie. Si no te apetece entrar en juegos extraños y cine rocambolesco, mejor no verla. Es obvio que es una provocación. El problema es cuando provoca aburrimiento.

Por su parte Autómata no estaría tan mal si midiese sus pretensiones. No acaba de definirse entre el exploit y la trascendencia cuando podría haber explotado el filón de serie B algo insustancial y se hubiese ahorrado esas acogidas encolerizadas y excesivas que obtuvo tras su pase en San Sebastián. Porque la película es mala, que quede claro, pero se puede disfrutar ni que sea un poco como un viaje delirante y kistch, con ese encanto de la ciencia ficción esforzada, muy limitada en presupuesto. De una idea, casi un paisaje llevado al extremo. Vamos que me parece más una peli al estilo La fuga de Logan que el Blade Runner que algunos citan. Hay un obvio esfuerzo de producción, actuaciones correctas y pasajes interesantes. El conjunto se pierde, cierto, en el delirio, en lo emotivo. Pero vamos, que os aseguro yo que en Sitges ha habido cosas malas de verdad, no esta fallida y casi entrañable producción capitaneada por Banderas, al que parece que se le tenía muchas ganas. No se el porqué...

Y para muestra un botón. Dos pelis malas de narices son Rec 4. Apocalipsis y Pos eso.

La primera cuesta de creer. Es obvio que Balagueró es irregular pero su talento para crear tensiones está fuera de toda duda. Sus películas, hasta hoy, incluso las más o menos fallidas, son muy dignas. Pero Rec 4 es un absoluto despropósito. Empiezan llamando la atención esas actuaciones infames de todo su reparto que echan para atrás. Hay escenas digitales que dan risa. No hay ritmo ni tensión por ninguna parte. Y cuando atacan los zombies se mueve la cámara de forma tan excesiva y abrupta que más que asustar uno se marea. Y desacierto tras desacierto la película va pesando como una losa, aburrida, indigna. Ya sé que si habéis visto las 3 anteriores es feo perderse el final de la saga. Así que no voy a decir que no la veáis. Hacedlo y ojalá os guste un poco más que a mí.

La otra "perla" es la cinta animada Pos eso, que tiene el mérito de la stop motion y de intentar radiografiar mediante la caricatura y el esperpento la sociedad enferma (la española, concretamente) en la que vivimos. Además también pretende ser un homenaje obvio a cintas de terror, en especial a El exorcista. Es una lástima que a los pocos minutos su humor se agote y pase a cansar y que ni su homenaje nos interese. Y es que pecar del chiste facilón, mal educado y siempree xcesivo, pecar de querer mostrar el esperpento, corre el riesgo de convertirte en uno superior. A lo Torrente, pero mucho peor. Ahí os lo dejo.




En lo que respeta al cine latino, en un año en que ha tenido bastante presencia en Sitges, yo tan solo he visto un par de películas y ambas notables, una rozando la excelencia. Relatos Salvajes, la tercera película de Damián Szifrón, producida por El Deseo es una cinta episódica sin ningún denominador común entre sus historias más que su humor salvaje y su radiografía del mundo loco en el que vivimos. En este caso el esperpento (técnica muy difícil de dominar) sí que funciona a la perfección. Szifrón, apoyado por un reparto magistral y haciendo gala de una técnica muy dotada, con ritmo antológico, nos sumerge en locuras delirantes donde la basura de la sociedad en la que vivimos saca a relucir sus miserias con un humor negro tan ácido que a veces reír duele. La venganza, la estupidez humana, la agresividad, el resentimiento, las burocracia, la diferencia de clases, todo en pequeñas dosis acaba formando un todo, excesivo, magistral. Relatos Salvajes se estrena este viernes. Sería una pena perdérsela.

Y finalmente hablaremos de El ardor, un western contemplativo y hermoso que nos habla sobre la pertenencia a un lugar. Con un ritmo pausado, la cinta nos va explicando una historia de territorios, de dolor, de amor y de violencia. Gael García Bernal se arraiga al paisaje, se funde en él y en los orígenes del hombre, formando parte de la naturaleza, problema y solución. Primitivismo y sosiego en esta historia de gran gusto estético, con un tramo final sobresaliente. Las críticas más negativas le reprochaban dos cosas. Unos que era lenta y aburrida, pero vamos éso es subjetivo. A mí me aburre la acción repetitiva de muchas pelis. Otros, lagunas de guión, o incongruencias, que las puede haber, en una película que es más sensitiva que discursiva, así que las perdonamos.




1 comentario:

  1. David,
    después de leerte aún se afianzan más mis ganas por ver: Musarañas,Relatos Salvajes y Magical Girl.
    Abrazo!

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