lunes, 22 de octubre de 2012

Mis 15 películas favoritas del Beefeater In-edit 2012

Pues como avanzamos en el post anterior, vamos a dar nuestra personal selección sobre 15 (sí, ya sé que dije 12, pero al final ya me conocéis) de las películas que más nos apetece ver del Beefeater In-edit 2012, intentando movernos un poquito por las distintas secciones que componen el festival y para terminar, vamos a dar un breve paseo por sus actividades paralelas para finalmente, haceros un modesto regalito. Para consultar la programación concreta, aquí. Recordad que el festival se celebra entre el 25 de octubre y el 4 de noviembre.

Sección Oficial Internacional

Don't Follow Me (I’m Lost). A Film About Bobby Bare Jr. (web del film)

Varias circunstancias juegan en contra del indie-rocker Bobby Bare Jr. en la ruleta del éxito y la fama. Para empezar es el hijo de un auténtico ídolo de la música country (Bobby Bare Sr., talento mítico del Grand Ole Opry) y participó de niño en algunos duetos melindrosos con su progenitor. Eso nunca ayuda. Luego está su creciente progenie (cuatro hijos), una ex-esposa, el escaso reconocimiento mundial hacia su talento y una tendencia a ponerse gruñón (y más bien roñoso, por no decir decididamente explotador) con la banda de acompañamiento que le sufre. Don’t Follow Me (I’m Lost) cuestiona sus dicotomías: padre ejemplar o marido ausente, oveja negra o vástago modelo, genio incomprendido o incapaz gafado... Todas sus caras están aquí, en un filme sincero y cariñoso que, sin embargo, no esconde la cabeza a la hora de mostrar el lado no-simpático del protagonista (“No me vendo porque nadie me lo ha ofrecido”, declara). He aquí una obra que retrata el lado empinado del rock y la paternidad, y que recoge con fidelidad el tipo de vida que puede llevar un músico cuarentón no-agraciado, con un montón de facturas por pagar y un padre que siempre hace sombra.


Tenéis un tema de Bobby Bare Jr. en el facebook de Lost Highway Blog


Gozaran - Time Passing (web)

“Voy a hacer posible lo imposible”, o Mahler y Cage en el mundo persa. Tras pasar treinta años en Viena, el director de orquesta Nader Mashayekhi regresa a Teherán, su ciudad natal, para intentar poner en práctica un sueño: fundar una orquesta de música clásica occidental en Irán. O, en sus propias palabras: “Vamos a darles la vuelta a los últimos ciento cincuenta años. Que la cultura europea venga a nosotros”. Todo el mundo, incluyendo su padre (poeta retirado), le advierte que se está metiendo en un fregado de consecuencias funestas. Gozaran Time Passing relata su epopeya, sus sueños y aspiraciones, acompañándole en cada recodo y en cada tropiezo (porque quizás la música no sea tan universal como dicen). Durante este periplo, veremos al director de orquesta rizando el rizo de lo arriesgado (contratando a mujeres trompetistas que han mantenido su pasión secreta durante años) mientras reflexiona sobre conceptos profundos (“Podemos desarrollar una nueva actitud como oyentes, porque no tenemos inhibiciones heredadas”) y músicos amados. Un filme lleno de poesía y cambio que descoloca lugares comunes y reedifica “una nueva visión para una nueva generación”.





I Am Not a Rock Star (web)

Quizás el mejor examen sobre el fenómeno de los niños prodigio. La superdotada pianista canadiense Marika Bournaki toca su instrumento como Dios desde muy tierna edad, guiada en el periplo académico por las firmes manos de padre y maestra. I Am Not a Rockstar se propone documentar un proceso de crecimiento (de los doce años hasta los veinte) que muy temprano desemboca en circunstancias insospechadas, y el crudo proceso de ruptura (tanto familiar como profesional) explota en un huracán de rabia juvenil y ansia de libertad personal. Un genio que reclama ser más que eso, y exige que le devuelvan su humanidad y normalidad. El filme investiga en las causas del desencanto (expectativas paternas de artistas frustrados –padre violinista, madre bailarina-, infancia inexistente, sobrecarga de aspiraciones...) y registra cada muesca en el cercenado camino a la fama. El resultado final es un certero examen sobre la dualidad pasión/negocio (“Me encanta la música, pero no me gusta tocar para la gente. No soy una rockstar”), así como un cristalino análisis de los conflictos familiares y el desgaste que produce crecer en público. De niña a mujer y de genio a persona.



Searching for Sugar Man (web)

En In-Edit hemos programado varios documentales sobre rescate de artistas olvidados, pero nunca el género “¿Dónde estará ahora?” había alcanzado las proporciones épicas de Searching for Sugarman. Es, de veras, igual que un filme de misterio. El desaparecido de marras es Sixto Rodríguez, de nombre artístico Rodríguez a secas, que a mediados de los sesenta grabó dos álbumes de espléndido y ácido folk-rock protesta en el sello Sussex, para luego esfumarse entre la bruma de los días. El documental procesa la búsqueda de aquel ignoto Dylan hispano-filipino sin dejar escapar spoilers, de forma que vamos quedándonos boquiabiertos en progresión creciente según avanza la trama. Fans, detectives y familia empiezan desmintiendo los primeros rumores (uno de los más extendidos era que se había pegado un tiro en directo), y vamos descubriendo que Rodríguez era famosísimo en Sudáfrica, donde se le veneraba más que a Rolling Stones y Beatles juntos. Más aún: sus canciones eran himnos para la juventud anti-apartheid blanca del país, y vendió millares de discos (sin cobrar royalties). Pero: ¿vive aún? El desenlace de este memorable docu-thriller tendrán que descubrirlo ustedes mismos.



Sunset Strip (web)

Hay calles y calles, y luego está La Calle. Sunset Strip no es una avenida cualquiera. Arteria central de Los Ángeles, de los clubes del centro a las villas de Sunset Boulevard, su historia es casi la del entertainment. Esta es su saga, tan llena de nombres propios y lugares santos que abruma. Pues Sunset Strip ha visto brillar al viejo y nuevo Hollywood; el punk; el hair metal; los agitados 60’s; los clubs de strip tease; los gángsters famosos; los clubes con nombres bíblicos (como el Garden of Allah); los cómicos que luego serían actores célebres (John Belushi, Richard Pryor, Robin Williams); ha visto los disturbios (las memorables “riots” en Sunset Strip, provocadas por el cierre del club Pandora’s Box); el fenómeno de las grupis y las mamadas bajo las mesas del Rainbow (como afirman Steve Jones y Tommy Lee); escritores y poetas, beatniks, rockers y pirados de todo tipo. Todo parece empezar y terminar aquí, del fulgor al ocaso. Pero queda la purpurina, siempre. Sharon Stone, Slash, Johnny Depp, Alice Cooper, Dan Ackroyd, Stephen Stills, Keanu Reeves, Kenneth Anger, Mickey Rourke y muchos, muchos más celebran su magia desde 1906 hasta hoy.



Uprising: Hip Hop and The LA Riots

Ha sucedido antes: el hip hop como oráculo y pregonero de un hecho histórico o un proceso político. Pero quizás este sea su caso más notorio. Uprising: Hip Hop and the L.A. Riots da inicio en el instante en que prendió la mecha (la paliza a Rodney King en marzo de 1991) y el momento de la primera explosión de ira (el juicio que declaró inocentes a los policías). Y, desde allí, procede primero a hacer historia –narrando la atmosfera de brutalidad policial y apartheid que se institucionalizó en la zona desde los 60 y las revueltas de Watts; continuando con las crack wars de los 80- y luego se lanza al apabullante detalle: un minuto a minuto de lo que sucedió en aquellos tres días de furia imparable, protesta espontánea y ocasionales conatos de deshumanización ciudadana, racismo dentro del racismo (negros contra coreanos) y rabia ciega. No sorprende que la mayoría de los narradores sean rappers, pues la mitad estaban allí y llevaban años presagiando el estallido (Snoop Dogg, Ice-T, Ice Cube, Dr. Dre y NWA en pleno, KRS-One, Too Short...) pero también hablan cineastas como John Singleton y decenas de ciudadanos de a pie. Una obra imprescindible.



Sección Oficial Nacional

Adrià Puntí

Cuatro vertiginosos minutos iniciales repasan la carrera (cinco elepés) de Umpah-Pah en un bombardeo de imágenes, recortes y declaraciones. Vemos cómo disolvió al grupo en 1996, cómo hizo pinitos como actor de teatro y luego reapareció con su debut en solitario Pep a la llarga, al que seguirían dos álbumes más. Un dramático punto y aparte nos presenta al Puntí de hoy: agudo, reflexivo, delirante, complejo. Quedamos con él en su calle, tocando “El bulevard dels xiprers” en la puerta de su casa, después rasgando la guitarra en la plaza de su pueblo, y más tarde emocionándose al hablar del proceso compositivo y el mensaje de una canción. Cosas que salen de alguna parte oscura, y duelen. Su no-normalidad –separada de la normalidad por una línea muy fina- se presenta aquí como un pozo creativo, un grifo vital, recordando por momentos aquella frase de Nelson Algren: “Cuando la gente como tú o yo nos volvemos normales, estamos muertos”. O, como afirma el propio Puntí: “M’estimo més el que tinc aquí dins que el que veiem a fora”. Puntí, incomprendido a veces pero siempre singular, nunca se abrió tanto.

Aprovechando que no tenemos trailer y que me temo que el genio de Adrià Puntí no debe ser nada conocido fuera de Catalunya, os dejo el siguiente tema suyo, brutal, con un final desgarrador. Si alguien está interesado en la traducción de la letra, me presto a hacerla y enviársela:


Made in London: Julien Temple

Retrospectiva de este reconocido director especializado en documentales musicales

Glastonbury

En 1971, un joven teenager llamado Julien Temple se escapó de casa para ir a un festival llamado Glastonbury Fayre, en Somerset. Allí se uniría a 12.000 danzantes fans en un par de días de desparramo, baile y rock que grabarían en el joven Temple una huella indeleble. Treinta y cinco años después, el festival de Glastonbury es uno de los más importantes del planeta. Ha pasado por tantos estadios que marea recordarlos. Año sí, algunos años no, luchando contra vientos y mareas (barro, gente colándose, oposición de la gente de la zona, huelgas...) hasta hoy, en que Glastonbury es uno de los eventos más celebrados del mundo, con una ocupación estabilizada en 112.000 personas. Pero es difícil, documentar algo tan grande. Que se lo cuenten a Temple. Con más de 900 horas de filmaciones privadas, la ayuda de Channel 4 y la BBC, y el material que el propio director había recolectado, nace Glastonbury en poco más de dos horas de metraje. Fans, grupos no identificados, barro, más fans anónimos, disfraces, juegos: un retrato emocional sin parangón que habla más de la experiencia sensorial y comunitaria que del plantel de artistas que danzan en el escenario.



Top 10/100


Esta sección programa las diez mejores películas de la selección de los 100 mejores documentales musicales de la que hablamos en el post anterior. Todos pues son muy recomendables, pero ya que no podemos ponerlos todos aquí pues acapararían la lista, me inclino por un par.

Dont Look Back (web)

El documental musical más influyente que existe, y punto. El director da significado a la palabra “clásico”, documentando en 1965 la gira inglesa de Dylan: periodistas mancillados, managers belicosos, fans sin aliento, ilustres compañeros de viaje (Joan Baez, Donovan, Alan Price) y, en el centro, un artista folk en proceso de convertirse en astro pop, más ácido e inspirado que nunca. Aquí es donde oyeron por primera vez aquellas frases de “No creo en nada. No veo que haya nada en lo que creer”. Donde Albert Grossman le suelta al gerente de un hotel aquellas inmortales palabras: “Usted es uno de los gilipollas más capullos con los que he hablado en mi vida”. Todas esas anécdotas que quedaron inscritas en mármol para el resto de la historia: las fans subidas al capó, el micro que no funciona, el desplante a Joan Baez, la bronca del “¿quién ha tirado el vaso?”, la humillación a la que someten (con la ayuda de Alan Price, de los Animals) a un petimetre periodista, el encuentro con un sicofántico Donovan, las ruedas de prensa y aquella camisa a topos. Una cosa mí-ti-ca que hay que ver entera una vez en la vida, como mínimo.



Gimme Shelter

Altamont es el mal rollo. Altamont es el fin de los años 60, tipificado en los palos de billar con los que los Hell’s Angels agreden a los peaceniks del festival. Esa inocencia, aquel sueño hippie de paz y amor, termina en Altamont, acuchillado por grasientos Ángeles del Infierno y dinamitado a distancia por Vietnam. Aunque Gimme shelter es una fabulosa panorámica de la gira de 1969 de los Stones por los USA, aunque se suceden los momentos espectaculares (Keith Richards escuchando por primera vez “Wild horses”, las hilarantes ruedas de prensa, los conciertos) es Altamont el cénit y personal sitio oscuro de este celebrado documental de Albert Maysles. Altamont, donde un Mick Jagger más desconectado que nunca pide que la gente “se enrolle” mientras el servicio de seguridad criminal acuchilla a un chico negro en primera fila. Altamont, donde los Hell’s Angels interrumpen el concierto de Jefferson Airplane y toman el escenario para amenazar al grupo. Altamont, todo el mal karma de una década almacenado hecho festival rock, y un documental bravo, intrépido, observacional, que deja mal cuerpo pero que es básico visionar.



Sección Fan

Nueva sección en que los fans votan y deciden poder volver a ver alguna película presente en la pasada edición del Festival.

Sigur Rós: Heima (web)

Heima, en islandés, significa En casa. Significa hogar, país de origen. Y tras dos años de silencio, los reyes de la quietud nórdica Sigur Rós vuelven con un nuevo disco y documental centrado en su tierra. Estos son los Sigur Rós en el entorno que los creó. Grabado a lo largo del verano de 2006 en innumerables puntos de la geografía islandesa (pueblos fantasma, fábricas de conservas, parques nacionales, glaciares, pero también ciudades y mega-conciertos), Heima coloca paisajes que quitan el hipo y los une a reflexiones del grupo. Y también, por supuesto, a canciones (dos de ellas inéditas). La música espectacular –de esa forma tímida y oscura que es su marca de fábrica- se mezcla con un país espectacular. Un grupo excepcional metido en un escenario excepcional. El único escenario que podía crear a una banda autónoma, cambiante, íntima como Sigur Rós. Un documental meticuloso y cuidado que es también una prueba de amor hacia el sonido y las raíces.



Sesiones especiales

In-Edit. Get What You Want

“Nosotros lo que queremos es que haya historias”, aduce el director artístico de In-Edit, Luis Hidalgo. No miente: se trata exactamente de eso. La pasión por la música y la pasión por las vidas agazapadas tras ella crearon hace diez años el In-Edit, Festival de Documental Musical de Barcelona. Entusiasmo irredento, en suma, es de lo que ha ido esta década de aventuras. Eso, y amor por ese sonido mágico que llamamos música. El equipo del festival debate el espíritu de In-Edit (“Lo hacemos porque lo sentimos”, afirma su director Cristian Pascual) y las fuerzas que lo impulsaron (los fundadores Alberto Pascual y Uri Altell); los músicos (Raimundo Amador, Jaime Urrutia, Ariel Rot, Fermín Muguruza en su doble papel de músico-director) hablan de lo suyo: la música; y los directores de documentales (D.A. Pennebaker y Chris Hegedus, Murray Lerner, Don Letts, Matt O’Casey, Albert Maysles y Julien Temple, entre otros) comentan cómo plasmar esa música en un filme. En resumen: algo más que un simple festival, plasmado aquí con cercanía de espectador. Raimundo Amador declara: “Yo quiero a este festival”. ¿Y quiénes somos nosotros para quitarle la razón?



Excedlents

Je Suis Venu vous Dire... Gainsbourg par Ginzburg

El cantautor francés regresa de la tumba. No literalmente, no teman: se trata de una autobiografía ensamblada hoy mediante entrevistas, actuaciones, letras y canciones tomadas de diversas fuentes a lo largo de su extensa carrera. Lo amplio de la perspectiva y lo rico de la fuente (quizás el cantautor más versátil, talentoso, poético y a la vez bocazas y canalla de Europa) configuran un retrato de Serge Gainsbourg que es todo elegancia y profundidad. Por supuesto, eso no implica que Gainsbourg no las diga de la altura de un campanario: merece la pena ver el documental solo por los gloriosos axiomas que escupe nuestro nicotinado héroe a lo largo de la obra. Sus frases sobre sexismo (“Era la misoginia encarnada”), mujeres, talento (“Tengo talento, no genio”), el binomio feúra/belleza (“No existían caras como la mía entonces”), cinismo (“Un cínico conoce el precio de todo y el valor de nada”), timidez (“No soy una persona aguda y detesto los clichés. Mi destino es permanecer callado”) y alcoholismo, además del espectacular trabajo de archivo, hacen de Je suis venu vous dire... un perfecto epitafio para el showman que devoró al hombre.



Quadrophenia: Can You See the Real Me?

Celebrado hoy como obra maestra, poca gente recuerda los fatídicos comienzos del álbum, concebido en solitario por Townshend y entregado al resto del cuarteto en forma de demo. Su nacimiento se debe a un bajón; un bajón de anfetamina, para ser exactos. En las garras de la resaca, el líder de The Who trazó el concepto original del disco: la historia del mod Jimmy y sus cuatro personalidades esquizoides. Townshend admite también que luego tuvo que adaptar la narrativa para que la música rock encajara con los otros “tres cabestros” del grupo. Esa es la puerta de entrada que abre el documental , que procede entonces a ofrecernos un tesoro de detalles: se establece con gran atención la verdadera historia de los mods originales (y cómo Townshend se convirtió en portavoz de los mods “no articulados”), se profundiza en el mensaje lírico y el significado oculto de algunas canciones, se describe cómo se construyó el estudio más ruidoso del mundo y la consiguiente gira desastre (en la que The Who abandonaron por completo Quadrophenia). Multitud de material inédito y las cáusticas afirmaciones de Townshend hacen de Quadrophenia. Can You See the Real Me? una narración muy especial.

Venga va, si domináis el inglés, regalito:



Premios

Cintas premiadas en los certámenes que el In-edit realiza en otras ciudades.

Vou rifar meu coração (web)

¡Drama! ¡Ruptura! ¡Desazón! ¡Cuernos! ¡Fornicación! He aquí un sentido repaso a la imaginería romántica y erótica del Brasil con dos puntos de apoyo: las canciones de brega (música cursi) y los testimonios reales de enamorados y traicionados (mecánicos, amas de casa, padres de familia...). El cancionero relamido aunque veraz de la brega se nutre de las vivencias de estos ciudadanos, que a su vez aprenden a relatarse sus cuitas haciendo uso de la lírica breguista. Es un circuito que se retroalimenta. Eu vou rifar meu coração (“Voy a rifarme el corazón”, un título que es 100% brega) conversa con los intérpretes más destacados del género (en su mayoría desconocidos en Europa: Nelson Ned, Lindomar Castilho, Wando, Amadeo Batista, etc.) y contrapone sus declaraciones a las de los fans de la brega o aquellos cuya experiencia se refleja en las canciones. Juntos coinciden en temas cruciales como virilidad, amor no correspondido, bigamia (como lo oyen: aparecen varios individuos con familias-franquicia), virginidad en la mujer, prostitución y malandreo, celos y los consiguientes crímenes de amor... Canciones que explican vidas, vidas que son canciones.



Actividades paralelas

Finalmente citar la existencia de una actividades paralelas que podéis ver aquí.

Inauguración, Master Class, sesiones muy especiales, pases de películas con concierto del protagonista de la misma o maratón nocturna, conforman algunos de las estimulantes propuestas de esta sección paralela. Por cierto, lo prometido es deuda, así que mi modesto regalito es este documental concierto que se podrá ver dentro de la maratón. Os lo dejo completito para que lo podáis ver desde casita:

Hungarian Rhapsody: Queen Live In Budapest ‘86

Este filme, grabado en 1986, empieza con una vertiginosa secuencia: cómo se levanta una tarima para Queen. Desde allí, y con la multitudinaria asistencia de los esperados 80.000 fans húngaros, puede dar inicio la fiesta. Hungarian Rhapsody: Queen Live in Budapest lleva todos los artilugios de serie que podrían esperarse de un concierto de Queen en plena cima de su etapa 80’s: pirotecnia desatada, alambicados y extensos solos de Brian May, trotes gimnásticos de Freddie Mercury (ataviado para la ocasión con una suerte de chándal de los húsares), sobrados efectos luminotécnicos y riffs rockeros como para parar un tren. La ristra de hits (“One vision”, “Radio GaGa”, “We are the champions” y decenas más, de todas las épocas) se complementa aquí con varios interludios extra: Mercury comprando bibelots decorativos para su mansión, pruebas de sonido de Mercury (luciendo vistoso chándal color canario), Mercury saludando a los fans... Pero lo que realmente necesitan en una maratón (colosal volumen y cancionero imparable) está en el concierto. Quizás Queen no inventaran el cock-rock de estadios pero, como puede verse aquí, ellos lo hicieron grande. Muy grande.



12 comentarios:

  1. Nunca me he atrevido a acercarme al In-edit ya que su temática no despierta demasiado mis intereses, aunque debo reconocer que siempre intento mirar la programación por si encuentro alguna cosa que me diga ven.
    Sigur Rós: Heima, a pesar de ser de edición antigua me llama la atención, al igual que Vou rifar meu coração, aunque por lo que leo esta se proyectará en otras ciudades...
    A ver que tal al final.

    Un saludo!

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    1. No, Descubrepelis, creo que me he explicado mal. Se proyecta en Barcelona en calidad de ganadora de otras ciudades, en este caso Rio de Janeiro. Yo no es que vaya mucho, caer después de Sitges y alguns rencillas con la organización del festival no ayudan, pero merece la pena. Un abrazo.

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  2. Altamont cambió un modo de vida. Hay unas imágenes grabadas por las cámaras de los Rolling Stones en el concierto donde se ve la agresión a un hombre de color que muere posteriormente. No sé como los Rolling pudieron contratar a los Ángeles del infierno como guardaespaldas. Es poco entendible.
    Un saludo, David.

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    1. Pues he oído sobre ello, Javi. Intentaré verlo para opinar y estar al caso del asunto, que lamentablemente, desconozco. Un abrazo.

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  3. Buenas!

    Pues acabo de publicar mis 10 propuestas y veo que solo coincidimos en 2! Juas!

    Ya leí que lo tenías complicado para ir, pero si algún día te escapas dame un toque por si acaso

    Un abrazo!

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    1. Es que las tuyas Alan son muy malas, ja,ja.
      Yo sé que tu eres mucho más experto en música y por ello, creo que tu eliges pelis más específicas de grupos que te gustan y yo me inclino más por historias.
      Si voy, que creo que an algún momento iré, te digo, pero coincidir en peli va a ser chungo, ja,ja. Un abrazo.

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  4. Bueno,de Sigur Ros he visto ya mucho. Heima sepuede ver troceado en la red tema a tema. Otroi tanto pasa con el festival de Glastonbury,sobre el que en la propia red hay muchas grabaciones de sucesivas ediciones.
    Sin embargo me parece muy atractiva la historia de la supuesta chica prodigio y su evolución. Un proyecto francamente interesante. Y por supuesto, Bobby tiene muchos handicaps, el primero que alcanzar la altura de su padre es complicado. Es un mal común a los hijos de... Muy interesante, un abrazo.

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    1. Hola V. Es verdad que el documental de Sigur Ros está por la red, como bien dices troceado y con subtítulos. De Glastonbury hay montones de filmaciones, aunque creo que no está el documental en cuestión. Y, amigo, si te interesa ver las dos pelis que citas que te interesan estás de suerte, pues ambas figuran entre las que in-edit tv ha optado por dejar visionar on-line simultaneamente al festival. Así que si te animas, ya sabes. Un abrazo.

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  5. Que bueno todo. Muy apetecible todos.

    El "Dont look back" de Dylan, en efecto es mítico. La frase que cierra el comentario es acertada. Al menos una vez hay que verlo. Es muy bueno.

    Me llama mucho la atención el de Sunset Trip. Una ciudad tan fascinante como L.A. merece un buen documental.

    Glatonbury, The Who, etc.. lo dicho. Que lo disfrutes.

    Un abrazo.

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    1. Hola C.Noodles, como le estaba comentando a V, varios de ellos (he tenido suerte en mi elección) están en visionado on-line por in-edit tv simultaneamente al festival, así que si te animas, ya lo sabes. El de Sunset Trip no está, lástima. ¿Sabes que jamás he visto el docu de Bob Dylan? Y soy bastante fan. He visto el de Scorsese y alguno otro, pero no éste. Así que no dejaré pasar esta ocasión para verlo. No mucho, pero algunos procuraré ver.
      Un abrazo.

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  6. Pues sólo queda desearte que disfrutes del festival y ya nos irás contando! saludos!!!

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  7. Qué bien, cuánto festival, sales de uno y entras en otro ;)

    Me gusta la selección. He visto un par de ellas pero la inmensa mayoría no y tienen muy buena pinta (Gozaran, Uprising, Rodriguez... uf, muchas). Me daría gustosa un paseo por allí. Ya nos tendrás informados sobre las que puedas ver.

    Un abrazo

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