miércoles, 31 de agosto de 2011

Mi película de la semana: El perfecto anfitrión

Mi película de la semana



El perfecto anfitrión (The perfect host), el debut en la dirección del director australiano Nick Tomnay, alargando un cortometraje suyo premiado en diversos certámenes, es una película patética.
Los primeros minutos no están del todo mal. En ellos vemos como un ladrón de bancos asediado por la policía se refugia en casa de un hombre rico haciéndose pasar por amigo de su hija. El hombre parece tragar con la historia y se comporta con mucha amabilidad, pero nada será lo que parece. Tras este inicio entretenido, con una dirección plana que acerca la película a un telefilm de sobremesa pero sin molestar, la película da el primer giro de guión y pierde toda credibilidad y no hay por donde cogerla y ni tan solo se puede ver con cierto aire cachondo ya que se toma en serio a sí misma.

A partir de aquí es de ver para creer. Tras un nucleo central soporífero, la película vuelve a recurrir en su tramo final a un torbellino de golpes de efecto, cada vez más rídiculos, cada vez más injustificados, cada vez más risibles y con cada círculo que quiere cerrar, con cada nueva sorpresa que quiere dar al espectador, se acerca más a la debacle total que se gana a pulso.

Unos actores muy sobreactuados, una dirección muy vulgar y claro, el guión lamentable hacen de esta especie de thriller, con un final a lo Sospechosos habituales (para más inri) uno de los bodrios más grandes que un servidor ha visto este año, y llevo algunos. No voy a hacer más sangre y dejo la crítica aquí. Yo, no la recomiendo (creo que se intuía...). 


Resto de estrenos del viernes 26 de agosto

                                  
Parecía tener cierto interés el thriller sueco dirigido por el español Alberto Espinosa Dinero fácil. Luego puede ser de interés para algunos el film italiano (del director de Vacaciones en Ferragosto) Gianni y sus mujeres. El reto de estrenos a priori, despiertan poco interés. Desde la peli de terror Destino Final 5 (¿de verdad llevaban 4?), pasando por la comedia española Lo contrario del amor, la película infantil Superbrother y la producción vasca (con varapalo crítico)Arriya (La piedra).

Perdonad este post de urgencia y un poco bajo mínimos, pero mañana empiezo a trabajar, he tenido un día dificilísimo y la película que decidí ver no merece perder más tiempo. Este blog vuelve a la normalidad (pese que he hecho un gran esfuerzo este agosto para aparentarla) y la semana que viene, claro, hablaremos de La piel que habito.


sábado, 27 de agosto de 2011

Cortometraje de la semana. Especial agosto: David Lynch (y 4 de 4)

Pues bien, esta última semana no me voy a enrollar tanto como la anterior, así que los que queráis completar esta especie de monográfico estival sobre cortos de Lynch, dejaros llevar por las imágenes. Estamos en 2002. Lynch ya ha dirigido Carretera perdida, Una historia verdadera y Mulholland Drive y empieza a dar mucha importancia a internet. Con vocación de miniserie para ser consumida por la red crea estos 7 cortos que superan en su total los tres cuartos de hora en que con una sola localización y parodiando a las sitcoms logra crear una historia muy inquietante y con todas sus marcas de autor. Como curiosidad decir que Laura Harring y Naomi Watts, que acababan de participar en Mulholland Drive, están detrás de dos los conejitos de la historia. Quizás las podáis conocer por la voz. Espero que la disfrutéis y que este especial agosto sobre cortos de Lynch haya sido de vuestro interés. La semana que viene la sección volverá a su planteamiento original, y buscaré algún corto relacionado con los estrenos de la semana.







miércoles, 24 de agosto de 2011

MI PELÍCULA DE LA SEMANA: SUPER 8

Antes que nada, permitidme decir que han salido nuevos títulos de la programación del Festival de Sitges que trataré en cuanto vuelva de vacaciones. Mientras tanto, los interesados podéis leer el fantástico post que ha hecho el blog amigo Después de 1984 aquí

Aunque no quiero faltar, en medio de mis vacaciones, a mi cita de estrenos semanal, la cosa está más que complicada y en el locutorio que he elegido en esta ocasión, internet va como el culo, así que seré más breve de lo habitual.



Mi película de la semana: Super 8




Super 8, dirirgida por J.J. Abrams, es una película que en principio asume riesgos un poco suicidas, ya que en pleno 2011 intenta realizar una película con reminiscencias ochenteras, intentando emular/homenajear el cine infantil, juvenil y familiar que tuvo su apogeo durante aquella añorada década. Lo que ocurre es que por un lado, los niños de hoy en día no son lo que éramos los niños de entonces (yo soy del 74 y por lo tanto viví todo el cine ochentero en mi infancia y adolescencia) y ven un cine más sofisticado y menos emotivo (con Harry Potter y sucedáneos a la cabeza) para bien o para mal y nosotros, pues ya hemos perdido la inocencia que entonces nos embargaba y vemos las películas desde el raciocinio y el sentido común. Punto número uno, si no vas a recuperar en parte, la inocencia de la infancia, no veas la película, porque te parecerá una pérdida de tiempo.

Y es que Super 8, situada a mediados del 79, recupera la fórmula, el espíritu y la inocencia de aquellas películas dirigidas a un público, sobretodo infantil. Nos situamos en un pueblo americano, donde tras la muerte de la madre de uno de los protagonistas, empiezan a suceder hechos extraños que unos niños recogen por casualidad con una cámara de Super 8, mientras ruedan una película amateur de zombies y que deciden investigar. La trama se acerca tanto a películas como Encuentros a la tercera fase o Los goonies como a la literatura de Enid Blyton con su Club de los cinco y sus Siete secretos. Grandes conspiraciones gubernamentales, un elemento fantástico y unos niños muy resueltos que plantan cara a gobierno y adultos, nos llevarán a una espiral de acción, diversión y sentimientos que a mí me divirtió muchísimo, pero que reitero, hay que ver con la inocencia con la que ven las pelis los niños.

Más allá de la inverosimilitud de la trama, muchos criticarán el exceso sentimentaloide y sobretodo un final emotivo y tonto (sí, tienen razón, sobretodo porque es muy precipitado) que no es que quiera defender pero sí quiero contextualizar con el cine de los 80 y recordar que en Regreso al futuro, el protagonista resucita a sus padres, en Los goonies terminan por recuperar la casa y que ET consigue volver a su planeta con despedida emotiva incluída. Es cierto que la película tiene momentos almibarados, que yo no suelo perdonar, pero que en el contexto de la película me parecen más que perdonables. Quizás en los tiempos en que vivimos los niños vuelven a necesitar crecer con más buenos sentimientos y el cine, pueda ayudar un poquito a la causa. Por otro lado, la película aprovecha el exagerado avance de los efectos digitales que el cine ha logrado estos últimos 30 años llenando la acción de buenos efectos, pero sin que éstos sean los protagonistas, que son los niños (los dos principales, niño y niña, Joel Courtney y Elle Faning, está espléndidos y suben el resultado final de la película) y su trama rocambolesca que pese a dos o tres momentos muy inverosímiles, procura mantener el misterio y la credibilidad de forma digna, dentro del género  que trata.

En definitiva, según mi opinión, la película es una espléndida muestra homenaje de un cine ya pasado de moda (y que seguramente ahora se volverá a explotar, quizás con muy peores resultados) con una historia llena de buenos sentimientos y de acción y de misterio y de diversión, que de aquí a pocos años, será un clásico indiscutible del cine infantil (de ésos que se proyectan hasta la saciedad por la tele) y que, paradójicamnte supera propuestas en esta linea de Spielberg (como Parque Jurásico) y da a J.J.Abrams, por fin, una película que merece la pena y será recordada (aunque algunos quisieron ver genialidad en sus mediocres remakes o secuelas de misiones imposibles o stars treks).
Super 8, amigos, es una buena película infantil, una buena película homenaje y una muestra de cinefilia pop bien entendida. Llevad a vuestros hijos o sobrinos a verla y quizás, si la veis con su mirada, que tiempo atrás fue la vuestra, logréis rendiros a sus encantos.


Otras películas que he visto

                                               
En el extremo totalmente opuesto de Super 8, está Le quattro volte, una espléndida película italiana (pues sí, lamento haber dicho hace poco que aquí solo se estrenaban pelis italianas malas) que podríamos decir que es un documental o una ficción rodada como si fuese un documental. La película no es apta para todos los públicos, ya que es minimalista, no lenta sino casi estática y con alto contenido simbólico. Nos narra la vida de un pastor que muere y como la naturaleza no muere con él, sino que se transforma y retroalimenta. Algunos quieren ir más allá y ven un estudio sobre el alma y sus migraciones a seres de distintos ámbitos, incluso inanimados. Sea como fuera, la película es bella, con grandes imágenes, no exenta de humor y con un final interpretable, que nos invita a refelexionar y que hace ganar muchos enteros a la película. Los que no os lleváis bien con el cine contemplativo, abstenerse.



Resto de estrenos del viernes 19 de agosto


                        
Pues tan solo dos, Conan el bárbaro, de la que no tengo demasiada información de críticos ni blogs (recordad que estoy de vacaciones y algo desconectado de la realidad) y Manuale d'amore 3 (que si hubiese visto volvería a hacerme dudar sobre el cine italiano que se estrena en España).
Si tenéis ganas, mirad lo que se estrena la semana que viene y decidme, ¿qué hago?, ¿dejo por primera vez este año la sección por motivos obvios a los que se unen mis vacaciones y mi dificultad para postear? Un auténtico drama. Me lo peinso. Gracias a todos. Voy a disfrutar de mi última semana (el próximo jueves vuelvo a la vida laboral). El sábado la última entrega de Lynch. Hasta entonces.

sábado, 20 de agosto de 2011

Cortometraje de la semana. Especial agosto: David Lynch (3 de 4)

Para hablar del siguiente corto de Lynch vamos a dar un gran salto temporal respecto a los dos cortometrajes de las semanas anteriores, en que Lynch aún no había realizado ninguna película. Ahora estamos en 1995 y Lynch es un autor consagrado. Ha realizado Eraserhead, El hombre elefante, Dune, Terciopelo azul, Corazón salvaje, la mítica serie Twin peaks y la película Twin Peaks: Fuego camina conmigo. Ha ganado la Palma de Oro, ha estado nominado a los Oscar y se ha convertido en uno de los directores de culto más emblemáticos de final de siglo. Entonces realiza este cortometraje de menos de un minuto titulado Premonitions Following an evil dead dentro del proyecto global Lumiere y compañía en que 40 reputados directores de todo el mundo realizan un corto, para celebrar los cien años del nacimiento del cine, con la misma cámara con que Lumiere realizó sus primeros cortometrajes. Directores como Angelopoulus, Haneke, Greenaway, Kiarostami, Wenders, Bigas Luna o Yimou acompañan a Lynch en otros cortos que formarán parte del mismo proyecto. Lynch está en plena madurez artística y creativa, está a punto de dirigir Carretera perdida y para mí, demuestra en este corto de menos de un minuto su absoluta genialidad. Me explico.
El corto tiene condiciones debido a las propias limitaciones de la cámara: debía rodarse a la luz del día, no debía superar el minuto, debía rodarse en un plano secuencia con solo tres oportunidades para conseguir la toma definitiva y obviamente, no podía montarse el material resultante. La mayoría de directores participantes se limitan a dejar la cámara estática y filmar un plano que presuntamente pueda tener relación con su etiqueta de autores, pero son películas vacías que no aportan nada. No saben sacar provecho de tantas limitaciones. Como ejemplo y para luego poder comparar con el trabajo de Lynch os dejo el trabajo de tres directores tan admirados como Zhang Yimou (que tiene su gracia), Win Wenders y Abbas Kiarostami, pero podría ser cualquiera de ellos (recordad que duran menos de un minuto, así que no os asustéis ante tanta pantalla y verlos)





Pues bien, Lynch, con las mismas normas crea un corto en que debido a una planificación soberbia parece que hay montaje. Sin embargo se ha dedicado a crear escenarios milimetricamente montados  en exteriores e interpone lonas blancas y negras delante de la cámara (incluso quema una para crear el efecto fuego que veremos) mientras tras las lonas mueve la cámara para enfocar el siguiente escenario. En este caso, como veréis, el universo es 100% lynchniano. La diferencia en comparación con los cortos anteriores es bestial. Os dejo ver el corto y luego lo analizamos.


Pues bien, además este corto que quizás a primera vista no entendáis es muy fácil de entender si lo observamos detenidamente (Lynch requiere de una segunda visión siempre y en algunos de sus largos, de muchas de ellas para entenderlo más o menos).
La película se compone de cinco escenas. En la primera de ellas vemos a unos policías acercarse al cuerpo de una mujer aparentemente muerta. En la segunda escena vemos a una mujer que está leyendo en su salón y que vuelve la cabeza como si llamasen a la puerta. En la tercera secuencia vemos a unas chicas con vestidos blancos, virginales, disfrutando de un día soleado. La cuarta es el contrapunto de la tercera y es enfermiza y vemos a un grupo de seres bestiales en torno a un tanque de agua donde hay sumergida una chica. Parece que la están torturando. La quinta escena es la misma mujer de la segunda abriendo la puerta y recibiendo la desgraciada noticia del asesenato de su hija. Así pues la primera escena, la segunda y la quinta son reales, y la tercera y la cuarta son la premonición de la mala noticia que tiene la mujer entre que oye el timbre y abre la puerta. Realidad y mundo onírico, que siempre se mezclan en las películas de Lynch, se dan la mano también en este breve corto de menos de un minuto. Una auténtica genialidad y un alarde de dirección, inventiva y mundo interior del director americano. Podéis volverlo a ver si no lo habiáis pillado, ya veréis que obvio resulta ahora. El cine de Lynch es así, aprentemente impenetrable pero al fin y al cabo, no tanto. Basta con tener claras algunas constantes y luego, dejarse llevar. No pretender entender el 100% de la historia. La semana que viene terminanos.

martes, 16 de agosto de 2011

Mi película de la semana: 13 asesinos

Mi película de la semana : 13 asesinos


Ahora Takashi Miike es un director de cierto prestigio (aunque outsider) que se rifan los festivales llamados de los grandes (sin ir más lejos este año ha estado en Cannes, con la que ya es su antepenúltima película, Hara-kiri: the death of samurai), pero hace unos años a Miike no lo conocía casi nadie y programar sus películas (Sitges lleva casi 10 años haciéndolo) era una auténtica provocación. Y es que este híper prolífico director japonés (cumplió hace poco los 50 y se le atribuyen cerca de 80 películas) ha hecho de todo, y no solo me refiero a géneros sino también a calidades. Con un inicio muy underground, aprendiendo el oficio conforme lo ejecutaba, si algo distingue la mayor parte de la filmografía de Miike es un estilo que presume de enorme desvergüenza, hiperbólico, demente, desmadrado, enfermizo y a veces casi punk. Realizador personal y de películas por encargo, ajeno a negar cualquier aventura tras la cámara, el director japonés ha tocado el terror, el drama, el cine infantil, la acción adolescente, el cine de yakuzas, los superheroes,  la comedia e incluso el musical. En esta ocasión nos sorprende con un género genuinamente japonés: el chambara.

No pretendo hacer un repaso a la enorme filmografía de Miike, pues sería una locura, pero si aprovecharé para reivindicar alguna de sus películas, que según mi opinión merecen la pena realmente dentro de una filmografía en que podemos encontrar films brutalmente infumables (obviamente, no he visto la mayor parte de su filmografía, pero con casi 20 títulos suyos vistos, creo que supero a la enorme mayoría de lectores de este blog). Yo destacaría 5: 
Audition de 1999, sobre una audición, una mujer misteriosa y una verdadera y dolorosa pesadilla, terror psicológico y elegante de la que quizás es, aún hoy día, su mejor película.
Ichi the Killer del 2001, una película de samurais brutalmente gore y excesiva, muestra de su cine más rompedor y trash aunque no exento de sentido del humor, algo autoparódico.
LLamada perdida del 2003 o la incursión de Miike en el terror puro copiando fórmulas nada originales pero llevándolas a su terreno logrando momentos de auténtico terror y otros con cierto aire de cachondeo.
Gozu también del 2003 y solo para valientes dispuestos a comprobar de que es capaz este director cuando toca el cine surrealista y se deja llevar. Una película tan desconcertante, como de escenas inolvidables.
Bing Bang Love, Juvenile A del 2006, una mezcla de thriller y drama carcelario violento y con temática gay que se acerca al cine de autor contemplativo y enigmático, visualmente muy bello, tan común en el cine asiático.
En fin, podría recomendar en menor medida algunas otras y sobretodo no recomendar para nada algunas, pero lo dejaré aquí por hoy.

En la película que hoy nos ocupa, 13 asesinos, como decía, Takashi Miike se atreve con un chambara. El chambara es un género que se practica en Japón y con el que se denomina al cine de samurais. A su vez, el chambara es un subgénero dentro del jidaigeki o las películas de época del Japón. El chambara suele estar ambientado en el periodo Edo (1600-1868). Aunque se realiza desde los orígenes del cine, tras la Segunda Guerra Mundial cambia su estilo dramático por otro más de acción y en el que los samurais suelen ser guerreros fieles y de principios con una filosofía de vida propia y cargados de dignidad en una sociedad en la que no saben ubicarse de otra manera. Pese a que tras los años 70 el género entra en decadencia, antes lo tocaron todos los directores nipones de prestigio (el ejemplo más claro es Akira Kurosawa con, por ejemplo, Los siete samurais) y hoy día tiene un cierto resurgimiento tras la nueva mirada sobre el género de algunos directores de prestigio como el propio Takashi Miike o Takeshi Kitano.

La película 13 asesinos es un remake de un film del año 1963 del mismo título dirigido por Eiichi Kudo. La película original, aunque notable, no se encuentra entre los grandes chambaras del Japón (la que presentó Miike en Cannes, Hara-kiri, también aborda este género pero en este caso si reversiona un auténtico clásico, la película con el mismo título del año 62 y de Masaki Kobayashi). En la comparación, sale claramente ganando, aunque es una película muy específica que solo recomendaría a los amantes del cine de samurais y obviamente, a cinéfilos y curiosos.
La trama no es muy compleja (aunque los nombre de clanes varios y personajes y poblaciones puedan dar la sensación de lío). Unos samurais deciden hacer justicia y vengarse del hermano del shogun que abusa de su poder y siembra de violencia y muerte los lugares por los que pasa. Los dos primeros tercios de la película sirven para presentar a los personajes, ir reuniendo a los 13 samurais y estudiar la táctica de ataque. El último tercio es la batalla, un auténtico baño de sangre.
En esta ocasión Miike se acerca al relato clásico y deja bastante de lado las extravagancias. Los dos primeros tercios son muy solemnes y la batalla final, pese a su exhibición en la dirección, no muestra los excesos sanguinolientos de otros films suyos.

Si la comparamos con el clásico del 63 que adapta, Miike deja entrever rasgos autorales de forma clara. Si la original es excesivamente seca, austera y narrativa, Miike salpica la suya con dosis de sentido del humor (absolutamente inexistente en la original), simplifica la trama para hacerla más comercial y también en esta linea crea personajes más exagerados e inventa escenas más violentas y efectistas en pro de que el público se identifique con los justicieros samurais, con los que Miike tiene una cierta condescendencia y por los que muestra un sutil sentimentalismo, totalmente ausente en la original. Por todo ello, creo que la versión moderna es más fácil de ver con agrado que la original pero supongo que por los mismos motivos, habrá quien preferirá la del 63.

Pese a todo lo que he comentado, la nueva versión se muestra muy fiel a su precedente e incluso copia por gusto algunas escenas, identicamente planificadas. Sin embargo, se distancia en la batalla final, mucho más espectacular aunque menos realista (y cargada de influencias modernas como Kill Bill o Old Boy, que seguro Miike adora). La batalla termina por parecernos el auténtico motivo por el que el director nipón se ha animado a rodar la película, una auténtica exhibición de dirección en la que Miike se acerca levemente al exceso que predomina en alguno de sus films.
En definitiva 13 asesinos se ve con agrado pero no se acerca a la brillantez y al espectador no predispuesto se le puede hacer larga, tanto en los prolegómenos, como en la batalla en sí.


Otros estrenos que he visto

               
La argentina La mirada invisible es un drama enmarcado en el 82, donde los tiempos de dictadura y represión en Argentina están muy presentes en la vida privada de las personas. La película nos narra la vida y el trabajo de una chica  joven que controla los comportamientos de los chicos de una escuela muy estricta. Sin embargo el film acaba siendo un estudio sobre los monstruos que crea la represión. Personajes perversos y pervertidos con los instintos reprimidos que acaban por explotar en una película brillante, que pese a su país de origen y su intención independiente y autoral está más cercana a Haneke o a los Dardenne que a Lisandro Alonso o a Lucrecia Martel. Profundamente recomendable.

                     
La boda de mi mejor amiga es una comedia producida por Judd Apatow, muy en la linea de las películas que él dirige, sobre gente que no asume el hecho de hacerse adulta. Muy superior a resacones y el resto de estúpidos estrenos cómicos del año, la película no solo es divertida (un par de escenas son de un ingenio y una gracia considerables) sino que está llena de personajes auténticos y se mueve muy bien en la delicada linea que separa la burla de la sensibilidad. Las andanzas de este grupo de mujeres, que se devoran entre ellas porque no saben que más hacer con sus vidas es tan graciosa como triste, tan cómica como en el fondo, auténticamente realista.



Resto de estrenos del viernes 12 de agosto

Pues solo uno Zooloco, que pese a mi predisposición a ver cine estos días no vería ni que me pagasen (aunque que la bellísima Rosario Dawson es la protagonista femenina). En fin, la semana que viene se estrena Super 8 y si esta semana he hecho post semanal pese a estar de vacaciones y sin ordenador (ahora mismo estoy en un locutorio) mucho me temo que la que viene no fallaré a mi cita. Saludos.

viernes, 12 de agosto de 2011

Cortometraje de la semana. Especial Agosto: David Lynch (2 de 4)

Dos años más tarde del cortometraje que veíamos la semana pasada, David Lynch emprende un proyecto mucho más ambicioso. Aún quedan siete años para que se estrene su ópera prima, la película de culto Eraserhead, pero el largo corto que vamos a ver hoy The grandmother (de aproximadamente media hora) es ya todo un avance de las temáticas y las angustias que siete años más tarde lo encumbrarán como un cineasta insólito y lo mantendrán por meses en salas de lo que entonces se llamaba "de arte y ensayo".
Para explicar un poco las constantes de Lynch que empezamos a descubrir en este cortometraje voy a copiar un párrafo del libro David Lynch, claroscuro americano, escrito por Andrés Hispano.
"Al igual que The Alphabet, es un niño quien protagoniza la cinta y otra vez, y esto será una constante en su obra, es la difícil relación entre un joven de corazón puro y su entorno la que articula la historia...La abuela de The Grandmother cumple la misma función para el protagonista que más tarde supondrá la mujer del radiador para Henry (Eraserhead), la madre perfecta inventada por Merrick (El hombre elefante), la fantaseada Dorothy para el joven Jeffrey (Terciopelo azul) o la identidad paralela de Pete para Fred (Carretera perdida). En todos estos casos, la carencia, la angustia y la necesidad generan una realidad alternativa en la mente de los protagonistas, hacia la que huyen y en la que se refugia, con resultados que van del alivio a la perdición".
Gran parte del supuesto encriptamiento del cine de Lynch, encuentra explicación en este brillante párrafo. Os recomiendo el libro a todos los interesados en Lynch (la única pega es que está editado justo después de Carretera perdida y por tanto, faltan sus  últimas películas). Hay otro de Quim Casas, igual o más bueno, que es más reciente y llega hasta su último film Inland Empire editado por Cátedra que se titula solo "David Lynch" y que es un brutal y generoso estudio del director por el que, según mi parecer, es de largo el mejor crítico de cine que existe en España.
Si el corto os parece muy largo y os desanimáis, reengancharos la semana que viene, que será muy breve y didáctico.
Con todos vosotros, el cortometraje The Grandmother de David Lynch, del año 1970.

martes, 9 de agosto de 2011

Mi película de la semana: Capitan América

Finalmente esta semana he podido hacer el post semanal de la película de la semana. Disculpad cualquier error o mediocridad, ya que lo he realizado en muy poco tiempo, que es más del que dispongo, os lo aseguro.

Mi película de la semana: Capitán América. El primer vengador


No soy nada fan de las películas de superheroes que además, de un tiempo aquí me tienen un poco agobiado ante tanta producción y raramente veo alguna (no lo digáis a nadie, pero ni siendo fan de Nolan me gustan sus Batmans). Así que solo por este proyecto que vengo realizando este año de ver al menos un estreno semanal, unido a la buena acogida de críticos de prensa y blogs,  me han llevado a ver este Capitán América, según todos muy superior a las últimas películas de superheroes. Y yo pienso, pues suerte que no he visto ninguna. 

Tampoco suelo leer cómics de superheroes (aunque sí leo otros cómics que me apasionan: de Jimmy Corrigan  a Blankets, pasando por Rubia de verano y claro, Watchmen, que pese a ser un cómic de superhéroes está claro que es mucho más) y jamás he leído a El Capitán América, pero me he informado lo suficiente como para explicaros que nació bajo el sello de la Marvel en 1941, ocho meses antes de la implicación americana en la Segunda Guerra Mundial y con una portada polémica en que un joven con la bandera americana en el pecho propinaba un puñetazo a Hitler. Después el personaje del Capitán América, junto con otros creados varios años más tarde (Hulk, Iron Man y Thor) se unirían para crear otra exitosa franquicia Los vengadores (que veremos en cine el año que viene y de ahí el subtítulo de la película de El primer vengador).

Lo que ocurre, para que a mi la película me aburra más que otra cosa, es que el guión es tan tópico, irreal y estúpido que yo me desconecto. Y reconozco que el director Joe Johnston le saca el máximo provecho a la historia, no solo restando patriotismo y añadiendo sentido del humor a la película, sino sobretodo otorgándole un sentido visual que huele a clásico (ahora los críticos dicen vintage) y que denota los orígenes del director en proyectos como los primeros Indiana Jones y la primera trilogía de Star Wars (hay escenas de acción que recuerdan a ambos proyectos).

Hay un chico débil pero de gran corazón, unos malos muy malos (los nazis, un acierto de la película situarla en el momento en que se creó el cómic), una chica dura pero al final tan florero como cualquier otra de las que salen en estos films que se enamora de nuestro amigo, un científico loco y gente dispuesta a defender con su vida su patria. ¿No os suena? Es cierto que hay apuntes cachondos como el propio personaje que se crea del Capitán América en la época, realizando películas incluso y propaganda bélica con espectáculos incluidos, pero esta presunta ruptura con los tópicos del género se queda en poco más que la anécdota. La película es tan difícilmente defendible, que incluso Tommy Lee Jones huele a cliché sobreactuado.

Creo que este director (que ya ha realizado películas considerables como Jumanji, Rocketeer o su ópera prima Cariño he encogido a los niños) podría hacer buenas películas con buenas historias, pero amigos y amigas, el Capitán América, se mire por donde se mire y pese a las buenas intenciones del director es un personaje caduco, patriotero, naïf y absurdo que a mí, lo lamento, pero me interesa bien poco. Quizás la película esté bien realizada y sirva para pasar el rato a algunos, el problema es que yo me aburrí y tenía ganas de que se acabara. En fin, esperaré a que otra de superheroes, cuando caiga, me motive más.

Otras películas que he visto


                                  
El caso Farewell es una película que narra los acontecimientos que llevaron a la Unión Soviética a perder peso entre las potencias mundiales, gracias al descubrimiento de parte de su trama de espionaje extendida por todo el mundo. La película está basada en hechos reales y está contextualizada en 1981 en plena Guerra Fría. Pese a cierto interés histórico y algunos buenos momentos, la película resulta insatisfactoria al no terminar de decidirse por el cine de espías ni por el drama intimista, quedándose en un medio camino poco esclarecedor, al que no ayuda una trama algo cansina y repetitiva, a la que le cuesta avanzar y que deja demasiadas elipsis para que resuelva el espectador, que no tiene porque conocer el tema demasiado. Una lástima, ya que el material podría haber dado para una gran película, que se deja ver en su mediocridad.              


Resto de estrenos del viernes 5 de agosto

         
Pues tres más: El origen del planeta de los simios, precuela del clásico del 68, que parece que no está mal realizada, si es que uno quiere entrar en este juego tan comercial de las precuelas, los  rebbots, los remakes, las secuelas y toda la poca originalidad que nos invade ; y dos francesas que junto El caso Farewell, hacen el triplete esta semana pero que prometen poco, la comedia romántica La oportunidad de mi vida y el drama Las manos en el aire.
Esta semana he cumplido, quizás en versión algo más reducida pero os aseguro que me he esforzado mucho en sacar tiempo de la nada. La próxima, como dije cuando hablé del agosto, volveré a intentarlo sin comprometerme a nada. De realizar crítica, sin duda será de 13 asesinos. Éso sí, habrá corto de Lynch (casi mediometraje, ya que dura media hora) para los que queráis seguir este pequeño monográfico (Lynch ya está en borrador en sus cuatro entregas, así que lo garantizo). Gracias.        

viernes, 5 de agosto de 2011

Cortometraje de la semana. Especial Agosto: David Lynch (1 de 4)

Este mes de agosto va a ser imposible encontrar cortometrajes relacionados con los estrenos de cada semana, ya que los autores (que son los que tienen cortometrajes accesibles e interesantes) brillan por su ausencia entre los estrenos de este mes. Así que he decidido dejar preparados cuatro posts que colgaré a razón de 1 por semana (a poder ser los viernes) con cortometrajes de mi adorado David Lynch (obviamente, por si alguien no lo sabía, mi blog toma el nombre de una de sus mejores películas). Lynch es un director de los que no deja indiferente. Para unos, entre los que me incluyo, es un artista total con un cine personal, enfermizo e inquietante, que nos trasporta al mundo de nuestras peores pesadillas. Para otros, los que no entienden nada, un farsante aburrido e impenetrable. No pretendo hablar especialmente de Lynch en estos cuatro posts que colgaré en agosto (quizás algun día lo haga con esmero), sino ofrecer sus cortos a curiosos (o fans despistados que no sabían de su existencia) y quizás, despertar el interés de alguno de vosotros que, en principio, se siente lejano a su universo.

Para esta primera semana vamos a ver su segundo cortometraje, nueve años anterior a su ópera prima, Eraserhead, que data del 1977. Por tanto, la pieza, de tan solo 4 minutos, es del año 1968, cuando David Lynch investigaba e intentaba empezar en esto del cine. Dos años antes había realizado lo que se considera su primer corto,  Six figures getting sick, aunque en realidad era un cuadro en movimiento parecido a lo que hoy llamaríamos videoarte y que debía ser proyectado en un bucle indefinido de tiempo (aunque en realidad dura un minuto). Este primer corto solo es apropiado para arqueólogos de Lynch. Sin embargo, el corto que hoy nos ocupa, The Alphabet sienta ya algunas de las bases de películas posteriores del maestro y dentro de su amateurismo, ya tiene un interés muy elevado. Lynch aún mezcla la predominante animación  (su primer corto era totalmente animado) con algunas imágenes reales. El resultado es muy irregular y tras unos primeros dos minutos de animación muy lejanos aún a su cine posterior, el último minuto es enfermizo y nos sumerge ya en el mundo de las pesadillas que luego será uno de los temas recurrentes de muchas de las películas del americano. Una última cosa, la única frase del corto,para los que no domináis el inglés se traduce como "no olvides que estás tratando con la forma humana..."Con todos vosotros The Alphabet de David Lynch, del año 1968.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Mi película de la semana: El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina

Mi película de la semana: El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina

Cuando empecé a ver esta película búlgara de título excesivamente largo El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina pensé para mí si alguna vez había visto una película de este país, y la respuesta es no. Bulgaria es un país con una cinematografía muy poco conocida, bastante escasa y raramente exportada a nuestro país. Su película más emblemática hasta la fecha es una producción de 1972 titulada Cuerno de cabra y que no he visto (si alguno de vosotros lo ha hecho, espero nos de su opinión). Además la mayoría de producciones con predominio de capital búlgaro son co-producciones con otros países europeos. Es el caso de la película que nos ocupa, que es una co-producción entre Bulgaria, Alemania, Eslovenia y Hungría. Su director Stephan Komandarev nacido en Sofía en 1966 realiza con esta su segundo largo de ficción para cine después de su debut en el año 2000 con la inédita Pansion za kucheta. Entre medio ha realizado un par de documentales y una tv-movie. La repercusión internacional de esta película, probablemente le abrirá las puertas a la realización de otros films.

El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina es de ese cine europeo sentimental y con trasfondo histórico que tanto suele gustar al público, que se conmueve con la historia que le cuentan y que la crítica, en su mayoría, vapulea debido a que la considera tramposa y de excesiva sensiblería. Yo, amigos, me voy a quedar a medio camino de ambas corrientes. Creo que la película es sencilla y se ve con agrado y se puede disfrutar desde una cierta inocencia a pesar de sus varios fallos y sí, es cierto que en diversos momentos tiende a un molesto buenrollismo y a una ñoñería resultona, pero a mí (y no soy sospechoso de tragar con ello) no me molestó demasiado, ya que creo que la película no engaña a nadie y el tono de fábula vitalista la impregna desde el principio. Voy a intentar matizar un poco.

La película se mueve en dos periodos, el presente, en el que Álex está amnésico tras un accidente de tráfico en que han muerto sus padres y en que mantiene una especial relación con su abuelo al tiempo que se busca a sí mismo, y flashbacks que nos muestran su difícil infancia con sus padres.
En los pasajes en que la película muestra el pasado es donde tiene cabida la política y los abusos del comunismo, así como la poca solidaridad europea hacia los exiliados. Como mérito de esta parte, una cierta sencillez y humanidad en los acontecimientos que terminan por calar en los sentimientos del espectador y en su contra, claro, el abanico más o menos habitual de tópicos y sobretodo los pocos matices de unos personajes que son buena gente en busca de un futuro o malos malísimos sin rastro de humanidad.

La parte del presente es más delirante, ya que abuelo y nieto recorren con un tándem media Europa en busca de los recuerdos del amnésico. En esta parte destacan unos paisajes hermosos y la actuación del que se erige verdadero protagonista del film, un entrañable Miki Manojlovic, que la casualidad ha querido que en pocas semanas haya visto dos veces (también brillaba en Cirkus Columbia) y que es habitual del cine de Kusturica. Pues bien, Manojlovic, en su papel de abuelo, brilla con luz propia aunque su personaje algunas veces pueda resultar un poco un filósofo algo cansino debido a una supuesta trascendencia basada en obviedades y supuestas frases brillantes que no siempre lo son. Éste matiz del protagonista junto con un tramo final que sí, es sensiblero, destacan en los aspectos negativos del tramo que transcurre en el presente.

Para terminar digamos que la dirección es correcta aunque funcional, quizás a propósito, dejando el protagonismo a los actores y el texto y que éstos, los actores, están realmente bien, desde el protagonista Carlo Ljubek (que quizás es el menos brillante de todos), pasando por los padres (Hristo Mutafchiev y Ana Papadopuli), el abuelo de quien ya hemos hablado  y la grandiosa abuela que  roba la escena cada una de las pocas veces que aparece en escena y que está interpretada por Lyudmila Cheshmedzhieva. Y un apunte, el juego del Backgammon y sus reglas (un juego muy popular en la Europa del Este) sirve durante toda la película de metáfora sobre la forma filosófica y valiente de encarar la vida. No es que esté ni bien ni mal, pero es curioso.

En definitiva El mundo es grande y la felicidad está a la vuelta de la esquina es una película recomendable para todos aquellos curiosos en descubrir nuevas cinematografías, para amantes del cine europeo con dosis de buenos sentimientos y para cinéfilos dispuestos a ver una película agradable e imperfecta que trata temas cruciales, tanto personales como políticos, con cierta ligereza, siendo ello al mismo tiempo su mayor encanto y su peor lastre. Para como está la cartelera, yo no la despreciaría. Y como decía al principio, la película tampoco engaña a nadie, ya que el tono de fábula bienintencionada es obvio desde el principio.


Otros estrenos que he visto

                         
Jackboots on whitehall es una cinta de animación inglesa (aunque es una coproducción de varios países, entre ellos España) rodada con la artesanal técnica de stop-motion que trata en clave cómica, crítica, descerebrada y gamberra de una supuesta batalla entre granjeros ingleses con el ejército de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial (algo parecido a Inglorious Bastards, inventar con irreverencia a partir de terribles personajes históricos). Aunque la técnica de animación stop-motion (la misma por ejemplo que la burtoniana La novia cadáver, para los que no sepáis de que hablo) es algo pobre debido a, supongo, un escaso presupuesto, lo artesanal de dicha técnica llena de entrada a la película de encanto. El guión y los acontecimientos que se suceden en la película empiezan por hacer gracia y luego, por su rareza freak, cansan en algunos instantes. Sin embargo bromas realmente buenas y gamberras, así como su poca vergüenza y desparpajo, hacen de la propuesta una curiosidad a tener en cuenta. La película, se hizo con el premio a mejor película de animación en el pasado Festival de Sitges (aunque, ya os digo yo, que el nivel de animación del pasado Sitges dejó mucho que desear).



Otros estrenos del virnes 29 de julio

                      
Pues Los pitufos, de la que creo que ya ha quedado clara mi opinión (y la vuestra) a raíz del cortometraje de la semana. Linterna verde, otra de superhéroes con Ryan Reinolds y una crítica devastadora, Vivir de la luz, un documental austríaco sobre personas que se alimentan de la luz y sobreviven sin comer ni beber durante semanas (juro que esta es la sinopsis) y finalmente La víctima perfecta, una thriller de terror interpretado por Hillary Swank y con participación de Christopher Lee que supone el segundo film (tras el remake Let me in) de la Hammer en su nueva etapa actual y que según la crítica no es nada del otro mundo, ya que resulta demasiado tópica. Esperamos que la Hammer, en un futuro próximo, impregne a sus films de la calidad que su nombre lleva implícito y ganado tras tantos y pretéritos años.

A partir de ahora, y durante estas cuatro semanas de agosto, no me comprometo a nada. Me quedan dos semanas de trabajo muy movidas y luego un par y pico de retiro vacacional. Intentaré seguir con esta sección, pero como digo, no prometo nada, ni tan solo, en caso de realizarla, cual será la película que comente la semana que viene. Supongo que la mayoría de vosotros, afortunados, estáis por la playa tirados o por países en que se comen lagartos y cosas así. Que tengáis unas buenas vacaciones y gracias por leerme incluso ahora. A los que, como yo, de momento pringáis, ánimo, gracias también, claro, y recordad que, quien ríe último ríe mejor (y si ya habéis estado de vacaciones, pues todo éso que ya no os quita nada, ni nadie).