Cronica del Festival de Sitges 2010. Martes, 12

Día 6: La gran decepción se llama Kitano

El día debió haber empezado con la proyección en 3D de la película de Shimizu, The shock labyrinth: extreme. Sin embargo, sufrí uno de los peros de ir acreditado, ya que me quede sin el ticket necesario para ir a la proyección (pese a que fui muy pronto a la cola de acreditados, hay un numero de tickets y se habían acabado) y las entradas en taquilla estaban agotadas. Sin embargo, a la proyección pudo asistir mi colaboradora Kathy que me comenta que la primera parte era buena, creando tensión y mal rollo, pero que a media película el tono ñoño se va apoderando de la propuesta hasta un pésimo desenlace.

Donde si recibo yo uno de los varapalos del festival es en Outrage, donde Kitano, tras su trilogía de comedias autoparodicas y metalinguisticas volvía al cine de yakuzas que tan grandes películas nos había dejado hasta entonces. Lejos de la dualidad entre violencia y poética que impregnaba películas como Hana-Bi, muy,muy lejos de una propuesta tan existencial como la que nos brindo con la obra maestra Sonatine, incluso lejos del divertido tono festivo y cachondo de Brother, Outrage es una sucesión de asesinatos sin mas sentido que escenificar continuas traiciones entre diferentes yakuzas de la misma u otras familias que buscan el poder, sin que Kitano se tome la molestia de caracterizar a los personajes, ni  componer un guión trabajado. Como si de un slasher se tratara, Kitano va ofreciendo un catalogo de asesinatos, algunos graciosos y pasados de vueltas, claro, pero que a todas luces hacen de la propuesta una gran decepción, dirigiéndola quien la dirige. Un 2 sobre 5.

Con la tristeza que me conlleva dicha decepción, bajo corriendo al cine Prado a ver el documental ingles The people vs George Lucas, una diversión, a veces hilarante, sobre como los fans de Star Wars, que encumbraron a su director tras la inicial trilogía, se convierten en los principales enemigos de Lucas, tras modificar digitalmente la película original 20 años después y sobretodo, tras dirigir la segunda trilogía. Llenando la pantalla de declaraciones de freaks, para los que la saga es mas que una religión, ofreciendo un pequeño catalogo de trabajos de aficionados, que van de la parodia de algunas secuencias de la saga a una muy seria reconstrucción o remontaje y mostrando todo lo que puede llegar a generar el fenómeno fan a gran escala, la pelicula es imprescindible para los seguidores de Star Wars (sobretodo los cabreados) y recomendable para el resto de espectadores. Un 3  sobre 5.

La tercera película que visiono es Stake Land, con la que el festival se apunta (junto con otras que no creo que vea), a la moda de vampiros que inunda las salas del mundo. Cogiendo con descaro elementos de la muy superior The Road, y mezclandolos con igual descaro con otros de Soy leyenda (o mas bien de la películas que preceden a este remake), el film entretiene sin mas, tampoco creo que pretendiese otra cosa y se deja ver con cierto agrado pese a su falta de originalidad. Sin embargo, usando un poco el sentido critico, no podemos ponerle mas de un 2 sobre 5.

La ultima propuesta que voy a ver este martes festivo, en que Sitges sigue llenando sorprendentemente todas las sesiones, es la ultima película de James Wan, Insidious, en la que tengo muy pocas esperanzas, pues aunque el director dio en el clavo con Saw, hace unos años, luego nos presento una propuesta tan mediocre como Dead Silence y sus siguientes películas, ni tan solo se han estrenado en nuestro país, ni pasado en Sitges. Pues bien, para mi sorpresa, Insidious, me divierte, como pocas veces me divierte una película de terror. Con la intención de revisitar y homenajear un cine de genero ochentero (como el simpático Wan explico antes de la proyección), Insidious bebe directamente de cintas como Polstergeist, Los cazafantasmas o Posesion infernal y plantea, con una gran dirección, un cine sin pretensiones, con la inocencia argumental que nos parecia entrañable en los 80, con algunos de los sustos mas logrados de los últimos años y con un tono y estética kitsch divertidisimo (aunque los minutos finales se pasa quizás ya demasiado de vueltas), garantizando una hora y media de diversión y terror tan rotunda, como intrascendente. Una pequeña joya muy disfrutable. Un 4 sobre 5.

Pues bien, eso es todo por hoy, el sexto dia de un total de diez, a los que asistiré al festival y posteare la crónica. Pedir de nuevo perdón por la falta de algunos acentos que se deben a un virus que esta instalado en mi ordenador y emplazaros a mañana, donde hablare entre otras, de la nueva película de Brad Andersson. Gracias a todos los que colgáis comentarios de apoyo y hasta mañana.