Mi película de la semana:Blackthorn y resto de estrenos

Mi película de la semana: Blackthorn

Butch Cassidy, que era el alias de Robert LeRoy Parker, nació en EEUU en 1866 y supuestamente, murió en Bolivia en 1908. Fue un famoso ladrón de bancos y trenes. Sundane Kid era el alias de Harry Alonzo Longabaugh, que nació en EEUU en 1867 y, supuestamente, murió en Bolivia en 1908. Fue un famoso pistolero y ladrón de bancos trenes. Antes de final de siglo, ambos coincidirían y formarían la banda "Wild Bunch" (foto). Tras varios años de atracos y teniendo cada vez más problemas para huir de los pistoleros cazarecompensas y de la justicia, ambos, acompañados de Ethel "Etta" Place, novia de Sundance Kid, huyen a Argentina en 1901. El 14 de febrero de 1905 logran su mayor golpe al Banco de Taracapá y Argentino. Tras varias aventuras, huídas y sentirse cada vez, de nuevo, más acorralados Etta Place decide volver a EEUU en 1906. Sundance Kid la escolta y a una vez está la chica a salvo, regresa a encontrarse con Butch que ha logrado un trabajo en Bolivia como cuidador de los fondos de los pagos de salario para mineros y "guardaespaldas" del encargado de llevar el dinero. Sin embargo, el dinero es robado, parece ser que por dos norteamericanos y acosados y acusados de nuevo, Butch Cassidy y Sundance Kid se esconden en una casa, pero pronto son descubiertos y rodeados por nativos y el ejército. Tras un tiroteo, el 6 de noviembre de 1908, el ejército entra en la casa y encuentra dos cuerpos, aparentemente con síntomas de haberse suicidado y los entierra. Hasta aquí la historia oficial.

Como muchos sabréis, la película Dos hombres y un destino (lamentable título español, ya que el original es Butch Cassidy and the Sundance Kid) rodada en 1969 por George Roy Hill e interpretada por Paul Newman y Robert Redford trata más o menos el final de la historia de ambos bandidos. Lo que vemos en el cásico de Hill son los últimos años de ambos en EEUU y su huida a Sudamérica (aunque omiten su periplo por Argentina y los llevan directamente a Bolivia), así como su muerte tras el tiroteo. La película, con dos actores en estado de gracia muy bien secundados por Katherine Ross, es un western en clave de comedia en muchos momentos, muy comercial, pero también con escenas muy míticas (el plano final, la escena romántica de Newman y Ross mientras suena "Raindrops keep falling on my head" que dejo abajo, el inicio de color sepia) que arrasó en taquilla aquel año y se llevó cuatro Oscar (guión, la canción citada, fotografía y banda sonora) y estuvo nominada a mejor película. Como curiosidad explicaré que Robert Redford quedó tan agradecido a su personaje Sundance Kid que cuando creó un festival de cine independiente le puso el nombre del personaje (¿os suena Festival de Sundance?).

Pero vayamos a la historia no oficial y que ha ido ganando en importancia estos últimos años. Resulta que un antropólogo forense llamado Clyde Snow montó una expedición para encontrar los restos de ambos bandidos y certificar con su ADN lo que nos cuenta la historia. Pues bien, ninguno de los cuerpos encontrados en los lugares donde se cree que podían estar los cuerpos se corresponde con ninguno de los dos. Ello, unido a testimonios de varias personas que juran haberlos visto años después y a escritos de la hermana de Butch Cassidy en que cita reunirse con él tras la supuesta fecha de su muerte, avivan la leyenda de que Butch, o quizás ambos bandidos pudieron haber sobrevivido al tiroteo. De la base de que Butch Cassidy vive 20 años después del tiroteo en el anoniomato de una granja boliviana, parte Mateo Gil para realizar su película: Blachthorn. Sin destino.

Hablé brevemente de Mateo Gil a raiz del cortometraje de la semana (Allanamiento de morada). Tras dirigir un par de cortos, Mateo Gil salta a la fama como guionista de las películas de Alejandro Amenábar Tesis y Abre los ojos. Catapultado a la fama junto a su amigo director, en unos finales de los 90 en que el cine español necesita savia nueva como el aire que respira, se ponen muchas esperanzas en su debut como director, pensando que será tan bueno y próspero como su amigo Amenábar (a parte, su corto tras estos dos guiones Allanamiento de morada había arrasado en premios) y Mateo Gil recibe todo el peso de la crueldad cuando su Nadie conoce a nadie, un thriler escrito por él mismo, resulta ser, por lo menos, fallido. La sentencia es clara, Mateo Gil es un "bluf" y Amenábar solo hay uno. Así que el bueno de Gil vuelve a escribir guiones, de nuevo para las películas de su amigo Alejandro Amenábar Mar adentro y Ágora y para otros films como El método. En muchos años, su ópera prima era de 1999, sólo dirige una tv-movie Regreso a Moira, enmarcada en la serie "Historia para no dormir" y que tampoco es demasiado destacable, ya que tanto Jaume Balagueró como Álex de la Iglesia (con Para entrar a vivir y La habitación del niño respectivamente) dan una lección a Mateo Gil y al resto de los directores de la serie de cómo se hace una película para televisión de auténtica calidad. Así pues Mateo Gil, tras esta serie de 2006 vuelve a caer en el olvido (sólo rescatado por su íntimo para escribir el guión de Ágora, mediocre por otra parte) hasta hoy. Balckthorn, una película atípica en nuestro cine, una especie de western crepuscular con elementos de thriller y drama es una película muy recomendable, tanto por su originalidad como por su calidad que hará que ahora vuelvan a cambiar las tortas y se hable de Mateo Gil como un seguro futuro talento. Así es nuestra sociedad. Yo creo que no es un gran director, pero que es un buen guionista y si hace cine, seguramente hará películas apreciables.

Volvamos al principio, Blackthorn. Sin destino. se sitúa 20 años después del tiroteo de Bolivia de 1908. Butch Cassidy ha sobrevivido y bajo el pseudónimo de Blackthorn vive en un rancho en los valles tropicales de Bolivia, tiene una amante indígena (Magaly Solier) y vive más o menos en paz consigo mismo. Un día decide regresar con el dinero ahorrado a EEUU. Pero en su camino se cruzará con Eduardo Apodaca, un español que ha robado una fortuna, que es perseguido y que tiene el dinero enterrado en un lugar peligroso. Butch se aliará con él con la intención de dar su último golpe, ayudarle a recuperar el dinero, antes de regresar definitivamente a EEUU.

A la película de Mateo Gil podríamos ponerle esa etiqueta tan sobada actualmente de western crepuscular, y en parte lo es, ya que trata de un Butch Cassidy anciano y un poco de vuelta de todo, pero la película también tiene elementos de melodrama y sobretodo de thriller. Yo creo que la película es muy recomendable, pese a ciertos fallos y una sensación de que pese a ser buena, no termina de emocionar en ningún aspecto. Empezaré por decir las dos o tres cosas que considero más flojas y luego vamos a lo bueno, que gana claramente.Para empezar, hay insertos del pasado de Butch Cassidy, junto a Sundance Kid y Etta que a mi modo de ver sobran, no aportan nada si  conocemos la historia y pueden desconcertar si no se conoce pues son más pinceladas que explicaciones. Luego, hacia el final hay una cierta complicación de la trama que creo que es excesiva e innecesaria y una especie de moralina absurda, de redención total del protagonista que es lo que más me molesta.

Sin embargo la película está plagada de aciertos. Comenzando por la valentía y originalidad de la película en sí en un entorno, el del cine español, en que proponer algo nuevo no está, ni mucho menos, a la orden del día. Un western con mirada europea rodado en Bolivia y en inglés sobre la posibilidad de que Butch Cassidy viva 20 años después de su supuesta muerte y crear una historia a partir de esa suposición ya es de por sí, estimulante. Luego la fotografía es espléndida. Buenas localizaciones, bellas, áridas, decadentes, en las que el director situa a sus protagonistas sin utilizar el recurso del extremo estatismo para subrayarlas (y a mí que me encanta el cine lento, a veces lo encuentro a faltar). Una historia de personajes bien trazada, desde un Butch con remordimeintos pero incapaz de controlar sus instintos que renace ante sus nuevas fechorías (lo que pasa que está demasiado subrayado, como si fuésemos tontos y ello le resta autenticidad), un Eduardo Apocada complejo, que demuestra igual fortaleza que debilidad, ruindad que amistad y unos secundarios interesantes aunque algo más desdibujados. Finalmente, las interpretaciones son muy buenas. Sam Shepard como Blackthorn está genial y su rostro, su voz y su manera de hacer marca una enorme presencia de la que la película se aprovecha ya que su interpretación es más bien austera, como por otra parte requiere y debe ser. Eduardo Noriega, un tipo que me cae fenomenal pero que suele hacer el ridículo en muchas de sus interpretaciones está francamente bien, dando los matices necesarios a su personaje y con cierta variedad de registros (incluso un llanto desesperado) que me sorprendieron muy para bien.Los secundarios son de lujo y pese a papeles algo estereotipados imponen su presencia: la citada Magaly Solier como amante indígena y entregada al protagonista y Stephen Rea que hace lo que puede con el personaje sin duda escrito con trazos más gruesos. En definitiva, una película muy recomendable en estos días en que es difícil encontrar en las carteleras algo lejos de la comercialidad americana de grandes presupuestos que merezca la pena (y dentro de la comercialidad americana de grandes presupuestos, más).

Otros estrenos del viernes 1 de julio

                   
Pues esta semana han habido muchísimos, pero como la crítica de la película de la semana ya ha sido muy larga y la mayoría son intrascendentes, vamos por faena. La que más me gustaría destacar y que deseaba ver para este post pero me ha faltado tiempo (así que veré en breve y hablaré otro día) es Una mujer en África, último trabajo de Claire Denis, obligatorio para verdaderos cinéfilos, interpretada por Isabelle Hupert, que trata sobre una mujer fuerte que debe luchar contra todo en el continente africano. También cabría destacar el estreno comercial de la semana, Transformers 3: el lado oscuro de la luna, aunque yo, realmente, tras ver la primera me desconecté definitivamente del cine catastrofista y sobretodo del de Michael Bay (y por lo tanto no he visto la segunda) he de reconocer que un buen trailer y unas críticas interesantes me están haciendo dudar. La tercera película que querría destacar es Win win (ganamos todos) una comedia de Tom McCArthy (The visitor, The station agent) interpretada por el siempre estimulante Paul Giamatti sobre lucha libre, éxito y personajes un poco al margen que puede merecer la pena.
Tras estos, seis estrenos más a priori, nada destacables. La comercial comedia de aventuras Caballeros, princesas y otras bestias, recibida con mals críticas; la húngara Camaleón, también poco ensalzada por los críticos; la comedia francesa Cena de amigos que junta su supuesta mediocridad con llegar un poco tarde en una cartelera que este año ha estado repleta de producciones francesas, algunas cercanas a los propósitos de ésta; la comedia americana Con el amor no hay quien pueda; Cuando un hombre vuelve a casa, película del más que interesante director danés Thomas Vinterberg, pero que es de 2007 y que parece no se había estrenado con bastante motivo y por último, Valeria desclaza, una coproducción entre Cuba y España que no ha recibido demasiado entusiasmo de la crítica y que si nadie dice lo contrario (podría haber cierta duda) la ponemos en el grupo de prescindibles.

La semana que viene (aunque se ha estrenado hoy miércoles) algo obvio. Mi película de la semana será la nueva de Pixar Cars 2. ¡Qué ilusión!