Película de la semana: Código fuente y resto de estrenos

Película de la semana: Código fuente



Duncan Jones sorprendió hace dos años con su brillante ópera prima Moon. Ahora se estrena en salas su segunda película Código fuente, que debido a la calidad de Moon y a su espléndido trailer era una de las películas del año más esperadas por los amantes del género de ciencia ficción.

La película tiene un inicio brillante, también enmarcado en el sci-fi pero que se fusiona enseguida con el thriller. En el cine pensé en Vincenzo Natali que hizo una primera película muy imaginativa y brillante de bajo presupuesto que sorprendió a medio mundo titulada Cube y una espléndida segunda película con más presupuesto y que también era una mezcla de géneros que tituló Cypher. Sin embargo la segunda película de Duncan Jones no está a la altura de Cypher y se va desmoronando progresivamente durante su hora y media de metraje hasta conformarse en una mediocridad que duele, dadas las expectativas.

Como digo la película empieza de forma intensa e interesante, incluso excitante, y Jones la dirige con pulso, con acierto, con ritmo. La dirección se mantendrá más que correcta durante todo el film pero el guión, pronto empieza a dar síntomas de debilidad.

Primero porque la escasa información que empiezan por darle al protagonista (interpretado con solvencia por Jake Gyllenhaal) sus superiores, pronto empezará a ser más información de la que tenían prevista dar, debido a que se dejarán enternecer por él. La humanización de estos superiores (sobretodo el  interpretado por Vera Farmiga, que lo defiende muy bien, dentro de las posibilidades del personaje) es injustificada y tiende claramente a los buenos sentimientos y a la comercialidad.

Segundo porque es obvio que un terrorista al que el protagonista debe buscar antes que vuelva a atentar debe estar vivo, así pues, el primer tercio de película buscando dentro del tren, parece un poco absurdo, si te lo planteas. De igual modo algunas acciones no pasan una criba crítica que deberían pasar si se tratase de una gran película.

Y en tercer lugar porque la historia romántica entre Jake Gyllenhaal y Michelle Monaghan debemos presuponerla con nuestra generosidad, ya que está construida con demasiados pedazos para ser efectiva. Además la química entre los dos protagonistas es la misma a la que me presupongo tendría yo con la Duquesa de Alba. En parte, creo, se debe a que la actriz tiene un flojo papel en que la limitan a chica de la película, contrapunto del héroe y pese a que se quiere que todo el público masculino (o en algún caso, femenino) se enamore de ella y quiera estar dentro de un tren a su lado, no se acerca ni de largo al  carisma de  Andy Mcdowell en Atrapado en el tiempo ( y no cito esta película de forma gratuita).

Pese a estos problemas de guión, el ritmo vertiginoso de la película, de la que debo decir en su favor que distrae de principio a fin, no te permite pararte a pensar demasiado en estas oscuridades narrativas. Incluso diría que quizás las captas, pero te sientes abierto a aceptarlas. Casi hasta el final. Unos minutos antes de acabar la película hay una escena con un largo "pause" hermosa, con la que la película debió haber concluído y que quizás hubiese hecho que un servidor terminase por hacer en esta crítica más hincapié en los méritos que en los deméritos del film. Pero amigos y amigas, el final es pura basura sentimental. Una enorme concesión al gran público que traiciona el tono oscuro de la película, el tono aún más oscuro y pesimista de su predecesora Moon y las expectativas que teníamos de estar ante un director outsider de personalidad propia.

Supongo que algunos diréis que a vosotros os ha gustado. Estáis en vuestro derecho, faltaría más. Pero el cine de ciencia ficción necesita talentos de mucha personalidad, renovadores y oscuros para salir de su anquilosamiento. Y a Duncan Jones se le presuponía antes de ver el film. Sí, la película está bien dirigida y entretiene, pero no deja de ser un producto comercial a mayor gloria de la industria y a menor de un público exigente. Una auténtica lástima que espero que el director enderece porque, yo estoy seguro, no le falta talento.

Otros estrenos que he visto

Carlos dirigida por Olivier Assayas, se estrenó en el pasado Festival de Cannes con una versión de casi seis horas y fue alabada únanimemente por la crítica. El largo montaje se ha estrenado como serie de televisión en Francia (pronto llegará a España) y en cines se ha estrenado una versión de casi tres horas (es decir, casi la mitad) que según los que han visto ambas, está muy bien montada haciendo mayor hincapié en las escenas de más acción y mostrando sobretodo el auge y caída del terrorista. Creo pues que la versión para cine debe ser tan recomendable como la copia de seis horas, que es la que yo he visto.

Carlos nos explica (aunque ha habido una exhaustiva investigación, se ficcionan algunos pasajes) la vida durante veinte años del terrorista, conocido también como Chacal. Es una recreación minuciosa de sus atentados, su inicio, en que se mueve por una ideología pro-palestina y su final, en que se ha convertido en un mero mercenario de los estados con los ideales rotos. La película nos permite verificar lo que todos sospechamos, que la corrupción y el crimen está en todos los níveles de nuestra sociedad, empezando por los propios estados. Nombres tan de actualidad como Fidel Castro o el coronel Gadafi ya aparecen moviendo mucho más que hilos en esta película tan necesaria como exigente con el espectador, dirigida con pulso firme por Assayas y magníficamente interpretada por Édgar Ramírez, capaz de pasar de la autoconfianza y el estrellato, a la soberbia, o a la autodestrucción. La película muestra las acciones de Carlos y sus contactos sin tomar partido ideológico o moral. Simplemente muestra. Y lo que muestra es interesante, terrorífico e historia reciente de nuestro planeta de mierda corrupto. Imprescindible.

Resto de estrenos del viernes 15 de abril de 2011

    

De entre el resto de estrenos de la semana hay dos que no me interesan en absoluto: obviamente el documental Justin Bieber: Never say never y el drama religioso belga con un niño con una enfermedad terminal titulado Cartas a Dios. Un poco más apetecible parece la cinta mezcla de animación e imagen real Hop, que cuenta la historia de un hombre que hiere al conejito de Pascua, la comedia francesa Una dulce mentira con la bella Audrey Tautou y pese a las malas críticas la película fantástica Caperucita roja (¿A quién tienes miedo?) dirigida por Catherine Hardwicke (la de Crepúsculo) y de la que me llama mucho la atención la estética gótica y la revisión del cuento en clave adolescentes, por muy mala que sea. La próxima semana dejaré salir mi lado slasher y comentaré la película Scream 4. Mientras tanto, mejor no contestes al teléfono.