Películas que veo con mi hijo: Nicky la aprendiz de bruja

Pues hace ya más de cuatro meses que inicié esta sección con la primera película que vi con mi hijo, Mi vecino Totoro. Después seguimos viendo Totoro y después tras varios intentos de ver otras películas, el niño seguía pidiendo Totoro. Conclusión, seguimos viendo Totoro. Y más Totoro. De mientas íbamos poniendo trozos de otras películas. Siguiendo con Miyazaki lo intentamos con Ponyo en el acantilado y Nicky, la aprendiz de bruja. Pero tras unos minutos la palabra temida: ¡TOTORO! Lo mismo ocurrió con El rey león o incluso con Buscando a Nemo. Todo parecía perdido, la duda de si aquello iba a durar eternamente empezó a preocuparnos, el tiempo era un bucle, que era tiempo, que era un bucle, que era Totoro...
Y como suele pasar en estos casos, un día sin más, Gerard pidió otra peli y otro día una distinta, y otro Totoro, y otro una distinta...

Cuando quisimos darnos cuenta Mi vecino Totoro dejó de aparecer entre sus preferencias. Lejos de alivio sentí nostalgia. Nostalgias de futuro. Luego empezó la duda de por cual de las otras que le habíamos puesto se decantaba para intentar verla entera. Finalmente Nicky, la aprendiz de bruja se convirtió en su favorita. Ocurrió lo mismo que con Totoro, nos sabíamos de memoria la primera parte de película pero raramente veíamos la segunda. Así que un día, dispuesto ya a hacer este segundo post de Películas que veo con mi hijo la vimos en partes. Ahora estamos ya intentando ver una tercera, pero creo que en este caso habrá éxito inmediato. Y cambió brutal de registro y de época.

Nicky, la aprendiz de bruja es la quinta película del director japonés Hayao Miyazaki, justo la posterior a Mi vecino Totoro. Es del año 1989 y sería la última película del genio nipón realizada muy especialmente para la infancia hasta que retomaría este tipo de historias infantiles y sencillas en su última película Ponyo en el acantilado.

La película trata de una bruja adolescente que vive aislada en un pueblo y que debe partir un año entero a algún lugar lejano para formarse como bruja. Elegirá una hermosa ciudad marítima y tras unos inicios no muy fáciles trabará amistad con una panadera que le proporcionará alojamiento y un trabajo de repartidora, que Nicky realizará con su escoba. Antes de vivir una aventura final en la que deberá salvar a la ciudad de un peligro inminente, Nicky conocerá a varias personas con las que trabará amistad o de las que huirá. Simple, divertida y dulce, esta película sobre la iniciación de una niña en la vida de los adultos trata temas tan importantes como la superación personal, la aceptación de uno mismo, la amistad, la diferencia de clases o las distintas carecterísticas entre los habitantes de ciudad y los de pueblos (aunque estas dos últimas muy sutilmente).

Como dije con Totoro, Gerard, que aún no ha cumplido dos años (pero está a punto) ve la película a su manera. Una manera indescrifable para un adulto. Lo que es seguro es que ahora ya capta gran parte de las cosas que están ocurriendo en el film, aunque luego seguro las procesa a su manera y sin duda, lejos de un relato global, sino más bien por escenas sueltas, o éso creo.

La película empieza. Como podéis ver en el título el nombre de la bruja es Kiki. Por motivos obvios, al menos para un adulto, en España lo han cambiado por Nicky. Gerard, pese a varios intentos por lograr lo contrario, la llama siempre Micky. Quizás la bruja termine por tener múltiples personalidades, no sé... Como curiosidad os diré que otro personaje de la película se llama Barsa. Creo que ahí mi hijo no acaba de entender lo que pasa.

Empieza la película. Se ve la hierba sin nadie. MIRAAA!!!! dice. Poco a poco se ve a Nicky estirada en la hierba: MICKY!!!!!!

Nicky decide irse una noche de luna llena. Pero el padre llega a casa y tenía planeado ir de acampada el fin de semana. Cuando Nicky le explica que se va esa misma noche y que los planes de su padre habrá que aplazarlos, éste se pone nervioso y se engancha con una cuerda tirando todo lo que llevaba en el coche. TOODOOO!!! dice Gerard con los brazos muy abiertos, gritando mucho.

Finalmente Nicky vuela y se larga. Salen los títulos de crédito del inicio en japonés y suena una cancioncilla. MIRA VUELA!!!! Y bailoteo en el sofá.

Aparece una bruja volando al lado de Nicky. GUAPA!!! dice. O a veces CHATI GUAPA!!!! De lo de chati me siento responsable. Empecé haciendo la broma al enseñarle fotos de mujeres en las revistas y ahora lo dice habitualmente.El problema es cuando se lo suelta a alguna chica de buen ver por la calle... Lo de guapa es cosecha suya. La bruja a la que dice guapa es repipi, estúpida y estirada. Ayyyy! que le gustan las bordes... Pienso yo. Lo pasará mal...

Pero por suerte también le gusta ésta, que es dulce.

Podría pasarme así toda la película, así que lo dejaré aquí. Solo un par de cosas más.

La primera vez que aquí dijo ZOO!!! no lo entendí. Luego caí que hay una estatua igual a ésta en la entrada del Zoo de Barcelona. Igual. Son de esas cosas que te hacen flipar... Menuda observación.

Y pongo este perro porque yo soy fan. Salva a un gato, tiene una parsimonia divertidísima y me encanta.

Nicky, la aprendiz de bruja es una película que yo disfruté de adulto antes de ser padre. Así que la recomiendo a todo al mundo. Padres, hijos, jóvenes, niños y no tan niños, con o sin descendencia. Al fin y al cabo Miyazaki es muy grande. Todas las veces que  había visto la película con anterioridad, años atrás, al terminar deseaba con todas mis fuerzas permanecer en el mundo que creaba Miyazaki, mágico, y no tener que volver a mi realidad. Ahora pienso distinto.