Hemos llegado al ecuador del festival. Tras cinco días muy repletos en que llevo camino de batir todos mis records (y era difícil batirlos, ya que superan las 40 películas en alguna edición anterior del festival) y un nivel bastante notable (con algunos bodrios, claro) hoy voy a comentar las cuatro películas que vi ayer (una más de lo previsto) en que por fin aparecerá el primer cinco. Empecemos.
No tenía previsto entrar a ver la cinta brasileña Trabalhar cansa, no porque no me apeteciese, sino por un tema de horarios que es el único pero de ir acreditado al festival, relacionado con la recogida de entradas del día siguiente con el que no os voy a aburrir. La cuestión es que sorprendentemente pude entrar justo cuando empezaba la película. Voy a confesar que al salir (es sección oficial y el público vota en una urna como aquí, de 1 a 5) le puse un 3. Pero tras la reflexión, la película ha ido creciendo en mi cabeza y he decidido subirle una estrella. Trabalhar cansa es la ópera prima de Juliana Rojas y Marco Dutra y se enmarca en el fantástico casi por la tangente. En realidad la película se muestra como un drama sobre la crisis económica y sus consecuencias, mostrando una familia en que el hombre está en el paro y la mujer abre un pequeño supermercado, sin embargo los problemas para salir adelante irán crispando a ambos. La gracia de la película es un difuso ambiente malsano que se crea a partir de problemas cotidianos mínimos pero que en su conjunto, son tan extraños como sospechosos de ser algo más que casualidades. La película se mueve lenta por estos derroteros. Hay un momento en el medio de la película que alcanza el clímax de mal rollo que luego vuelve a diluirse hasta un final sorprendente a partir del que cada cual deberá extraer sus conclusiones. Atípica, original, utilizando muy pocos elementos y medios para construir una ficción con un pie en el fantástico, la película funciona a nivel de crítica social y a nivel de extraño cuento misterioso resultando fresca, curiosa y recomendable.
Entro a ver The moth diaries (contamos con la presencia de su directora, Mary Harron) para no quedarme dos horas en la calle hasta la siguiente proyección pero a priori no me interesa nada. Se trata de una película que se mueve en la moda de los adolescentes vampiros iniciada por Crepúsculo y que hace de ésta, una película brillante. No sé si merece la pena que os diga algo más. Tampoco quiero ser muy destructivo pues la película no me interesa (es de niñas adolescentes y de sus problemas y chorradas) ya que pese a que trata el tema del vampirismo como pretexto (y por ello la trae Sitges, en una decisión a mi parecer equivocada) usa todos los tópicos americanos para hablar de un internado de niñas y sus dramas que las enfrentan a la realidad de sus vidas. Lo peor de todo es que creo que la cinta es muy aburrida, incluso para el que espera pasar el rato sin ser muy crítico y esperando muy poco de ella. Solo lamentar la mala suerte de la programación que hoy en este espacio de tiempo solo me permitía ver esta peli y que otros días, como hoy, me obliga a perderme el Hara-kiri, de Miike.
Ha oscurecido en Sitges y hay luna llena. Mejor no arriesgarse a su exposición, por lo que pueda pasar. Entro de nuevo en el cine.
La tercera película del día es The turin horse, la que parece será la última película del húngaro Béla Tarr. Voy a aclarar dos cosas antes de mi elogio. Primero, la película es para una absoluta minoría de público dado su brutal lentitud, su trama no mínima, sino casi inexistente y su austeridad en todos los aspectos. De hecho, la película la vino a presentar el distribuidor (Paco Poh, en una foto lejana) y dijo, en tono muy calmado, que si no nos gustaba la película nos fuésemos, que no nos preocupáramos, que era normal, que en Berlín se había ido el 30% de la sala y que lo importante era que los que se quedaran porque les gustaba la disfrutaran. Se fue bastante gente durante la proyección, pero mucha menos del 30%. En segundo lugar quiero dejar claro que pese a que me gusta a veces el cine contemplativo, no siempre comulgo con él y que no es mi intención ir de listo ni de intelectual. Si al peli me hubiese aburrido y no me hubiese ofrecido nada la hubiese suspendido y lo hubiese dicho. Dicho esto...The turin horse es una obra maestra. La película, de dos horas y media, se inicia con un larguísimo plano de una caballo y su dueño luchando contra un viento huracanado hasta que llegan a una cabaña en medio de la nada. La imagen es en un hermoso blanco y negro y la cámara acompaña sigilosa a los protagonistas. En esta cabaña viven este señor y su hija. Recogen las cosas del caballo, lo meten en el establo, descansan en casa, cenan patata hervida y miran por la ventana. El segundo día las acciones se repiten. La chica se levanta, en medio del huracán que rodea la casa va a buscar agua al pozo, beben aguardiente, preparan al caballo para salir, pero este se niega a moverse, descansan, cenan patata hervida y miran por la ventana. Llega el tercer día y pasa exactamente lo mismo. Llevamos más de una hora de película y aún nos queda hora y media. Tras un inicio en que me aburro un poco mi percepción cambia. Me siento absolutamente fascinado, totalmente hipnotizado por la historia. A partir de aquí se van produciendo algunos pequeños cambios en el día a día de los dos protagonistas. Cambios que nos parecen grandes acontecimientos. Además el relato se va adueñando de un aire apocalíptico, simbólico y filosófico. ¿Estamos ante el fin del mundo? Ya me da igual que quede hora y media o cinco horas, ya estoy dentro y siento cada escena como parte de un todo elemental, de un sueño largo, hipnótico, de una vida lejana que se me ha permitido ver. En contra de todas las modas, en contra de toda concesión al público, Béla Tarr se despide con esta larga y austera historia de mínimos, pero a su vez de máximos. Porque a veces, de la historia más pequeña se puede extraer lo universal. Una auténtica obra maestra que nos envuelve, nos aterra, nos aburre, nos sorprende, nos hace sentir el soplo del viento, el aliento de los personajes, la soledad, el deber de vivir, la supervivencia. Lo mejor del festival hasta ahora. Y dudo que se pueda superar en los próximos días. Ojalá me equivoque.
Antes de la última proyección del día se le da un premio (La màquina del Temps) al actor Michael Ironside, con cuarenta años de interpretaciones a sus espaldas en cine, televisión y mucho fantástico. Su actuación en el Scanners de Cronenberg, inolvidable.
Termino el día con el thriller de acción coreano The yellow sea, una película de la que solo había oído hablar maravillas y de la que se esperaba mucho. Es la segunda película del director de The Chaser Na Hong-jin, que vino a presentarla a Sitges. Sin duda The yellow sea ha sido hasta ahora para mí la gran decepción del festival si tenemos en cuenta expectativas y resultados. Además de las buenas opiniones que había oído, la película empieza realmente bien. Una trama sórdida con un desgraciado metido en un asesinato por dinero, la planificación del mismo y tras un incidente inesperado una huida que es la mejor secuencia de acción/persecución que he visto en el cine en muchísimo tiempo (o incluso jamás). Llevamos una hora de película y queda casi una y media más. Me sonrío ante lo que nos va a deparar. Pero entonces la trama se complica, aparecen personajes y personajes en busca de venganza y el guión se vuelve recargado y confuso. Luego todo son persecuciones, mucho peor rodadas que la primera, asesinatos y sangre a mansalva sin ton ni son, una trama violenta y enloquecida y un caos que me aburre. Queda una hora. Y ya me perdonaréis los amantes de esta cinta pero me aburro soberanamente y pienso que no todo vale para realizar una cinta enloquecida y violenta. Y pienso que si adoramos esta cinta y la ponemos a la altura de otras como Old Boy, o Confessions o incluso I saw the devil, hacemos un flaco favor al cine y estamos confundiendo plata con chatarra. Perdón, pero es lo que pienso. Y me da auténtica lástima porque la primera hora me parece fascinante, pero luego es un despropósito de dimensiones épicas. No me sirven hachazos y sangre y locura sin nada más que contar. Pues queda dicho.
Hoy llega Trier y su Melancholia como plato fuerte. Además The woman y Emergo. No sé si más. Difícil. Hasta mañana.
Ufff, me quedo a cuadros con The turin horse, no se si verla algún día o no. Por lo que comentas es del estilo que cine que me cansa bastante, pero me has llamado la atención con la crítica. es que soy masoca jajaja. Un abrazo.
ResponderEliminarThe turin horse, a ver si la puedo ver de algún modo. Me gusta lo que dices y tengo mucha paciencia para la lentitud si me transmite algo que me interesa.
ResponderEliminarMi pareja ira a ver Melancholia, así que tendré otra opinión cercana.
Un abrazo (ya sabes que he puesto un enlace con tu blog en el mío, supongo que no hay problema... lo mantendré mientras dure el Festival).
Quiero ver The Turin horse!!!! (tras leer tu crítica).
ResponderEliminarQué chulo lo de Michael Ironside, no era el malo de Desafío total? Sí, lo era.
Jaja, si hace a Crepúsculo buena... cómo debe ser.
Oye, este año las crónicas siguen siendo geniales, pero si yo el año pasado decía que al leerlas me parecía que estaba allí, este año con las fotos, aún más si cabe.
Un abrazo.
Me sumo al clamor de Miroso: ¡Quiero ver The Turin Horse! Es que te juro que esperaba algo asi como lo habeis dicho; ademas es la peli que representara a Hungria para los proximos Oscar, muchos tienen fe en ella, y las criticas a alaban, asi que se hace esperar con mucha ansiedad. De las demas pues gratas sorpresas habeis encontrado y otras decepciones, hay de todo en la viña del Señor. Un abrazo David.
ResponderEliminarQue bueno lo de The turin horse, ahora ya la expectación es máxima. También encontré muy interesante Trabalhar cansa, que cinta más extraña.
ResponderEliminarComo ya te comenté a mi The yellow sea me gustó bastante, reconozco que peca de falta de originalidad pero la historia me enganchó. The moth diaries nada que añadir, yo creo que hasta los adolescentes se aburrirán con esa película, vaya tela.
Quedo a la expectativa de vuestras opiniones de Emergo y Melancholia. Que envidia me dais. Un abrazo!
Por cierto, que grande que hoy le hayan dedicado la portada del dirario del festival a Le petit poucet!!!!!
ResponderEliminarDAniel ya sabes que no es una peli de tu estilo, pero como tu además de masoca eres valiente, ya sabrás que decidir. Un abrazo.
ResponderEliminarLAura Uve, gracias, mis visitas han subido, quizás tengas parte de "culpa" The turin horse la odiará la inmensa mayoría y la adoraran unos pocos. Espero seaa de los míos. SAlgo de ver Melancholia y me ha encantado. Sobretodo la parte final. Un abrazo.
Miroso muchas gracias, animan mucho tus elogios, de verdad. Y respecto a The turin Horse, pues no sé si te gustaría, pero quizás merece la pena, sabiendo lo que sabes de su austeridad y lentitud, intentarlo. Un abrazo.
Daniel, por lo que sé de tus gustos creo que te encantará, pero en los Oscars no tiene ninguna opción. Gracias por la fidelidad. Un abrazo.
BCNdays, yo me he reído al ver el diario. Ojalá se estrene The turin horse porque creo que te encantará. Emergo Y Melancholia, una de cal y una de arena. ¿Adivinas? Un abrazo.
Le tengo unas ganas terribles a ese Bela Tar, y tu me has puesto los diente más largos todavía.
ResponderEliminarSaludos.
Roy
Por lo poco que se de tí, Roy Bean, creo que te encantará. Un abrazo.
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