martes, 22 de febrero de 2011

Estrenos de cartelera y la película de la semana: Cisne negro

Estrenos viernes 18 de febrero

  

La presente semana es la que se han producido menos estrenos en lo que llevamos de año. Tan solo cinco y en general de no demasiado interés. La película de animación El oso Yogui rodada en 3D y con paisajes reales mezclados con la animación de los protagonistas Yogui y Bubu, que en nada se parecen ya a los dibujos originales de Hanah Barbera, da bastante miedo de ver. También parece peligrosa Secretariat, una película basada en una historia real sobre hípica y un caballo ganador interpretada por Diane Lane y el omnipresente John Malkovich. Parece ser que también da bastante miedo y no en el buen sentido, Saw VII 3D, la hasta ahora última entrega de una saga un tanto cansina (excepto cuando la censuraron) que sin embargo, puede seguir apateciendo a los fans del terror gore sin complejos, entre los que yo me encuentro. Finalmente, mucho más interesante parece Sin retorno, ópera prima del argentino Miguel Cohan, que se hizo con la Espiga de Oro de la última Seminci y que mezcla thriiler y drama en una película interpretada por Leonardo Sbaraglia, Bárbara Goenaga y el gran Federico Luppi.

La película de la semana: Cisne Negro



No es que no haya tenido ninguna duda esta semana en elegir la película, que no la he tenido, es que además Cisne negro era para mi una de las cinco películas más esperadas del año. Yo soy fan de Aronofsky, y lo soy desde el principio. Vi su película super paranoica e independiente y en blanco y negro del año 98 Pi: fe en el caos y me fascinó y decidí que aquel tío tan raro era un director a seguir. Sus siguientes tres películas, las incluí hace poco en un post en cinco partes sobre las 125 mejores películas de la década (que acabaron siendo 200) que si no conocéis, os recomiendo recuperar en este mismo blog. Del 2000 Réquiem por un sueño, una durísima y brutal película sobre las adicción a las drogas pero también sobre la incomunicación y la incapacidad de manifestar amor por el prójimo. Luego vendría la polémica La fuente de la vida, tildada de pretenciosa (que lo es) e incongruente por una parte de crítica y público incapaz de apreciar en la obra de Aronofsky el excelso poema visual que emerge de sus imágenes. Finalmente también me gustó (aunque era más comercial y un poco inferior) El luchador, una película con una de las mejores interpretaciones que yo he visto en muchos años a cargo de un Mickey Rourke a quien la palabra sublime queda pequeña y al que robaron el Oscar de forma muy, pero que muy vergonzosa. Así pues, con estos precedentes, sumados a la espectativa generada por las nominaciones de la película de Aronofsky en esta edición de los Oscars, entro en la sala de cine.

Cisne negro es un chute de adrenalina. Nina Sayers es una bailarina de ballet clásico sensible e inestable a quien surge la oportunidad de encabezar una importante y rompedora compañía de ballet interpretando el personaje principal en una versión moderna de "El lago de los cisnes". Su fragilidad, su hasta entonces sobreprotección familiar y el reto de buscar dentro de sí su lado oscuro, la enfrentará directamente con la paranoia y la locura.

El guión de la película, repleto de tópicos y múltiples referencias, una especie de pastiche que va desde el cine de superación, al drama, al terror y al giallo (la película a veces parece una modernización de ciertas constantes del cine de Argento) hubiese podido caer en el ridículo si hubiese caído en manos de un director mediocre o de  intérpretes solo correctos. Además juega en su contra que una vez asumimos los delirios de la protagonista, todo cabe y todo vale, pudiendo jugar los excesos del guión en contra del film por demasiado obvios e inconexos y por carecer de una  necesidad de justificación. Sin embargo, la película la dirige un genio estratosférico que responde al nombre de Darren Aronofsky y la interpreta una tal Natalie Portman.

He leído por ahí críticas negativas de Cisne negro porque no es sutil. Es cierto, ni falta que le hace, porque Aronofsky consigue crear un in-crecendo dramático llevándote a una situación de ansiedad y tensión que está al alcance de muy pocos. La película, granguiñolesca, tiene momentos de auténtico terror y se ha de leer como una pesadilla, como un auténtico descenso a los infiernos más que como una historia de lógica convencional. La locura progresiva de la protagonista es nuestra propia locura, su paranoia la nuestra. La claustrofóbica relación con su madre nos resulta enfermiza y sus miedos más salvajes se nos antojan de una realidad y una fisicidad abrumadora. La música de "El lago de los cisnes" ayuda mucho a crear la atmósfera y las interpretaciones aún más. Están brillantes Mila Kunis, Vincent Cassel e incluso Wynona Ryder, pero lo de Natalie Portman es de otra galaxia. Su interpretación nos muestra un personaje tan frágil como aterrador, tan frígido como sensual, tan enfermo como sexual, tan perfeccionista como delirante. Natalie Portman no es que esté genial, es que la genialidad le debe una excusa.

La primera escena ya te mete dentro del film, a partir de ahí el ambiente enrarecido irá creciendo de forma progresiva hasta cortar la respiración del espectador, llevándolo con violencia por toda gama de sensaciones y miedos en que el tramposo guión queda en un tercer (o milésimo plano), totalmente absorvido por la prodigiosa y deslumbrante dirección. La película termina y funde a blanco y en la pantalla se escribe el nombre de su director, el pretencioso, el salvaje, el único, el visceral Darren Aronofsky. La gente respira en la sala y ante tal descanso, ante el desasosiego sufrido y vivido, la visión del nombre del director produce el aplauso espontáneo de algunos espectadores y la trallada visceral en las opiniones de otros. Segundos después vuelve a poner en pantalla dirigido por Darren Aronofsky y todos, absolutamente todos están preparados para hacer su comentario con brutal vehemencia. Y lo hacen.

5 comentarios:

  1. "absolutamente todos están preparados para hacer su comentario con brutal vehemencia. Y lo hacen"
    CRACK!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Excelente filme, es el que apuesta por romper moldes, si bien el director enloquece un tanto y dispara en abundancia, lo que lo catapulta a las estrellas porque logra controlarse finalmente y no caer en la venta de cuatro butacas, entonces ha respirado hondo, mejor no me emociono demasiado se ha dicho Aranofky y logra una película que es nominada al Oscar, regresa con una nueva apuesta ganadora, sin perder su estilo desenfrenado pero sin tirar por la borda la brújula, un poco dormido en la tragedia de su anterior historia, la sufrida pero soberbia "The Wrestler". Un abrazo.

    Mario.

    ResponderEliminar
  3. Le cambié sin querer el nombre al director, Aronofsky. Darren Aronofsky. Un abrazo.

    Mario.

    ResponderEliminar
  4. Curioso que un guión tan malo, como dices tú, David, y como se comenta en muchos otros blogs, pueda tener una salida tan lucida. Sólo alguien como Aronofsky podría hacer eso; es un genio este tío. Seguramente que a él el guión le importaba poco y se centró más en otros aspectos de la película. Un saludo y muy buen blog. El finde la veo sin falta. A ver si se me ocurre escribir algo sobre ellas dspués ;) Te sigo, David.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Fabio por tu piropo, Mario de nuevo por tu opinión, Antonio por tu promoción y Javi por tu comentario. Te leeré en tu blog cuando la veas. Un saludo a todos.

    ResponderEliminar