domingo, 30 de enero de 2011

Estrenos de cartelera y la película de la semana: Red

Estrenos viernes 28 de enero

         
Esta semana, la última del mes de enero, se han superado los siete estrenos que llegaban cada viernes a las carteleras desde que ha empezado el año y se estrenan ocho películas. Yo también he superado mi número de películas vistas desde que he empezado a realizar este post semanal y esta semana he visto la mitad de ellas. De entre las películas estrenadas que no he visto, un par de documentales muy específicos (y ambos relacionados con la literatura) que pueden resultar interesantes: La portuguesa José y Pilar, sobre los últimos años de vida de José Saramago y su mujer, con especial atención a su convivencia, sus viajes y sus detalles cotidianos, a caballo entre Lisboa y Lanzarote. 778 La chanson de Roland, es una co-producción franco-española que investiga desde diferentes puntos de vista, la veracidad de lo que el libro "El cantar de Roldán" narra. Tampoco he visto, y a expensas de las críticas no creo que vea, la comedia americana ¿Como sabes si...? del irregular (tirando a peligroso) James L. Brooks, que parece naufragar pese a su brillante reparto con Jack Nicholson, Reese Witherspoon y Owen Wilson. Mil cretins es una película catalana rodada en catalán (con una industria creciente con títulos como Pa negre, Herois, Tres dies amb la família o El cant dels ocells, por poner cuatro ejemplos muy distintos de hacer cine) que adapata quince relatos del brillante escritor Quim Monzó. Dirigida por Ventura Pons (que ya adaptó en el 94 otro libro de Monzó "El perquè de tot plegat"), la película puede resultar curiosa y apetecible, pese a unas primeras críticas que denuncian que el film trivializa mucho los textos que adapta.

Para mi desgracia, vi La sombra prohibida (La herencia Valdemar 2) en el pasado Festival de Sitges, como podéis leer  aquí. Si la primera parte de la película era potable (nos conformábamos con no demasiado) esta segunda es, y lo digo sin exagerar, de lo peor que un servidor ha visto en años (y ha visto mucho y cosas muy malas). Nada es creíble, empezando por un guión surrealista del que Dalí estaría muy orgulloso (lo que pasa que la película lo hace sin querer y tomándose muy en serio a sí misma), unas actuaciones lamentables, situaciones estúpidas, risibles y que se alargan con agonía y una falta de atmósfera y de sentido difíciles de creer. Una película muy mala, de un director muy malo, con el que procuraré no volver a toparme en el futuro (si lo tiene).



Esta semana se ha estrenado (que no reestrenado) Thérèse, una película francesa de Alain Cavalier de 1986 ganadora de seis premios César (película, guión y director incluídos) y que llega a España con un pelín de retraso. Pues bien, la película narra el ingreso en un convento carmelita de una joven, Teresa Martin (1873-1897), que vivió, sufrió y murió por la fe y por su amor a Jesucristo y que fue canonizada en 1925. Con una austeridad narrativa y formal asimilada al modo de vida de las propias monjas, la película narra como la pobre chica, que ama a Jesús sobre todas las cosas, es sometida a las normas férreas de la religión más conservadora, aislándola del mundo y de su familia y en última instancia de sí misma, hasta casi dejarla morir. Seguramente la película está bien y tiene su mérito en la austeridad citada y en lo desagradable que resulta su visionado, pero a mí me agobió mucho. Si la pobre niña Teresa, en vez de amar a Dios hubiese amado al Diablo , la habrían metido en un manicomio y seguramente, la hubiesen curado, pero al amar a Jesús ingresa en otro manicomio que crea monstruos mucho peores de los que han entrado y que se refugia en las doctrinas de la fe para encubrir su locura.

Miel es una película turca del director Semih Kaplanoglu, última de una trilogía (la semana que viene se estrenan las dos primera) que se ve a la inversa, ya que en Miel se nos habla de un niño, Yusuf, que en las dos películas anteriores era adolescente y adulto respectivamente. Relato iniciático sobre un niño que adora a su padre y que vive en una zona rural con todas las dosis de realismo, naturalismo, quietud y dureza que ello implica, la película es muy contemplativa, a veces muy bella y destaca por su gran cantidad de contenido elíptico y por su desestructura narrativa lineal. Pese a que es una película bastante recomendable, uno tiene una cierta sensación de déjà vu, me explico, al igual (y salvando las distancias) que hay un cine comercial americano que repite esquemas, planteamientos y resultados hasta el aburrimiento, tengo la sensación que hay un cierto cine de autor, contemplativo y festivalero, que hace de ello su gran marca de estilo y que ya no nos produce ni un ápice de sorpresa, resultando en su planteamiento "para cierto público" tan conservador como ese otro cine comercial (insisto, mucho peor) es conservador también para mantener a su público.



La película de la semana: Red



Pese a que no será la tendencia habitual de esta sección, me vais a permitir de vez en cuando la frivolidad de proponer como película de la semana, películas tan comerciales y fugaces como Red. Con la ciudad inundada de carteles, un reparto de lo más apetecible y la promesa de ofrecer una película mezcla de acción y comedia que adapta a un cómic del mismo título y la ausencia de una película entre los estrenos realmente potente, me ha hecho decidirme por Red como el estreno más destacable.

Dirigida por Robert Schwentke, que tiene como mejor carta de presentación el Plan de vuelo: desaparecida de Jodie Foster (¡peligro!) y adaptando un cómic escrito por Warren Ellis e ilustrado por Cully Hamner, lo primero denunciable de tan decepcionante película es que no es nada fiel a la historieta original. En ella solo aparece el personaje de Willis (ningún retirado más) y es breve, muy violenta y muy oscura, con un personaje atormentado que asume su naturaleza al tiempo que la repudia. Nada de la trama del cómic (practicamente) aparece en la película, pero es que tampoco se impregna de su espíritu. A partir de la anécdota de un ex-asesino de la CIA retirado, a quien de repente se cree oportuno asesinar, la película inventa una trama rocambolesca, con un guión tan confuso como ingenuo, añade tres agentes más retirados a la historia, añade el humor, un final y resta violencia y existencialismo.

Lo segundo criticable es el ritmo. Nos conformamos con que la película no sea fiel al cómic, ni tenga espíritu crítico, pero queremos dos horas de acción y humor tan divertido como olvidable. Tampoco. La acción, que es lo mejor de la película, aparece en cuentagotas y solo se acerca a aquello que esperábamos en los minutos finales. El humor que impregna a la película es muy ténue y superficial e incide siempre sobre lo gamberros que son los ancianos retirados, resultando cansino al poco de metraje.

Nos quedan tan solo las actuaciones, que sin duda son lo mejor, aunque tampoco es para tirar cohetes. Bruce Willis hace lo mismo de siempre (y tan bien como siempre), Morgan Freeman tiene muy poco papel y pasa por la película casi como un artista invitado destinado a engrosar la calidad del reparto, sin personaje que lo ampare, Helen Mirren se desmelena y disfruta cambiando la corona de reina por la metralleta y John Malkovich se muestra excesivo, desaforado, histérico, resultando tan divertido como pasado de vueltas. La película puede resultar medianamente divertida si se ve con predisposición, pero poco más.

2 comentarios:

  1. Miroso22:54

    Mi madre la ha ido a ver esta tarde: "Más de un 6 no le pondría, es flojita, aunque graciosa al ver a esos artistas haciendo según qué"

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  2. Pues sí, totalmente de acuerdo con tu crítica de "RED".

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