Pues ya estamos sumergidos en el Docs 2014. En un par de posts pasaré a comentar y analizar lo que vamos a ver durante este festival, que como cada edición, está ofreciendo un nivel muy notable e interesante. Como siempre de lo que más a lo que menos me ha gustado.
Aunque el festival estrena la segunda parte de la historia del artista chino, para los que como yo aún no habían visto la primera (que incluso se estrenó comercialmente) DocsBarcelona la reponía. Y la verdad es que quedé muy impresionado y fascinado por la persona y por extensión, por la película. Es cierto que quizás la cinta tiene un pequeño altibajo en su tramo central y que queriendo o sin querer mantiene algunos claroscuros sobre el personaje de Ai Weiwei, como esa colaboración en la construcción de El Nido con el Gobierno chino o esos asuntos económicos algo turbios. Pero cualquier pequeño defecto de narración queda eclipsado por la potencia de la historia y de Ai Weiwei. Porque la cinta no solo habla de un artista fascinante (lo de las pipas es brutal) sino de un activista que poco a poco se va posicionando contra el gobierno chino hasta que (aún en la actualidad) paga las consecuencias. La cinta es un canto a la libertad de expresión, a la valentía de unos pocos, un clamo contra la injusticia del gobierno y sobre todo nos muestra una forma de vivir y pensar artística, de genio. Hay momentos de piel de gallina, como toda la historia del terremoto y su investigación y exposición posterior. Es de esas películas que te abre mundos y te quieres poner a ver todo lo que ha hecho ese hombre, documentales y obras y lo sigues en twitter y te interesas por como está hoy en día y te estiras de los pelos por no haber visto su exposición de Berlín, que quizás jamás se repite. Un personaje grande, hipnótico, que hace de la película una auténtica maravilla imprescindible.
Después de muchos años de guerra civil, el Sudán del Sur se independiza del Sudán del Norte. En la ilusión por emerger como estado deciden fundar una selección nacional de fútbol que se enfrente al resto de países africanos y que intente llegar al mundial. Para tal utópica labor eligen a un experimentado entrenador en llevar equipos africanos y asiáticos, un personaje tan extremo como entrañable y sobre todo leal y consecuente, el serbio Zoran Djordjevic. La búsqueda de talentos por el país se convierte casi en una odisea pero se lleva a cabo con la ilusión del entrenador y de un grupo de hombres que ansían triunfar en el fútbol y cambiar su destino y el de sus familias. Pero los propósitos son rotos por la realidad. La pobreza del nuevo país, las enfermedades y la desidia de las autoridades acaban con el proyecto. Nadie se salva del fracaso, ni los jugadores, ni los mandatarios, ni el entrenador, ni el país. Así, la cinta es una desesperanzadora muestra del fracaso, de los sueños rotos, de como la corrupción y los odios rompen en dos a países del tercer mundo y sus proyectos. La cara pobre del fútbol, del deporte, de la vida.
Locos por las partículas
Se ha montado un pollo en el mundo físico. Un invento que ha sido construido durante varios años está a punto de ponerse en funcionamiento. Como resultado se pretende encontrar el verdadero sentido del universo. El pasado y el futuro. Se busca la partícula de Higgs, también conocida como la partícula de Dios. Poco importa que la película esté cargada de terminología técnica que se nos escapa. Al final, lo importante es seguir un grupo de personas apasionadas por su trabajo. La pasión por la ciencia se nos muestra de una forma jovial y directa, pegadiza. Poco importa perderse en algunos tramos de la explicación. Se pretende evolucionar. Llegar al fin. Obtener todas las respuestas. Y ocurre lo predecible. La respuesta formula aún más preguntas. Y de nuevo surge la pasión por responderlas. Y éso lo entendemos todos. Como se dice al final de la película "las cosas que menos importan para nuestra supervivencia son precisamente las que nos hacen humanos". Arte y ciencia de la mano. Adictiva a ratos. Otros algo espesa.
Confesiones de un banquero
Locos por las partículas
Se ha montado un pollo en el mundo físico. Un invento que ha sido construido durante varios años está a punto de ponerse en funcionamiento. Como resultado se pretende encontrar el verdadero sentido del universo. El pasado y el futuro. Se busca la partícula de Higgs, también conocida como la partícula de Dios. Poco importa que la película esté cargada de terminología técnica que se nos escapa. Al final, lo importante es seguir un grupo de personas apasionadas por su trabajo. La pasión por la ciencia se nos muestra de una forma jovial y directa, pegadiza. Poco importa perderse en algunos tramos de la explicación. Se pretende evolucionar. Llegar al fin. Obtener todas las respuestas. Y ocurre lo predecible. La respuesta formula aún más preguntas. Y de nuevo surge la pasión por responderlas. Y éso lo entendemos todos. Como se dice al final de la película "las cosas que menos importan para nuestra supervivencia son precisamente las que nos hacen humanos". Arte y ciencia de la mano. Adictiva a ratos. Otros algo espesa.
Confesiones de un banquero
En primera persona un banquero nos explica como desde los años 70 llevan practicando negocios al límite de la legalidad que han terminado por desencadenar la crisis actual y la diferencia brutal entre unos muy pocos ricos y unos muchísimos pobres. Y detrás de la crisis se esconden, según sus declaraciones, no solo negligencias y egoísmos sino muchos intereses que no serían tan difíciles de atajar. La película, que solo concreta en un discurso denso y a ratos aburrido todo aquello que a grandes rasgos ya sabemos, funciona como película casi de terror. La economía mueve al mundo, un mundo que ha perdido el rumbo y la dignidad. Y no hay demasiado arrepentimiento de los que están arriba del sistema, pero lo que es casi peor, el dinero tampoco les ha hecho demasiado felices. Así que perdemos todos y gana el capitalismo feroz. Una película serena y que tiene un momento brutal. Una elipsis obligada por el entrevistado que no quiere explicar algunos temas delante de la cámara y que por ello se nos antoja lo peor. Peor que lo narrado. Lo que es difícil. Mejor no ver si uno no quiere terminar de mal humor.
Ai Weiwei :the fake case
Y terminamos por donde emepzamos. Pero decepcionados. La continuación de la historia de Ai Weiwei sigue los pasos del artista en su arresto domiciliario. Su vida, a lo Panahi, es algo deprimente. Intenta luchar ligeramente contra el sistema pero sin demasiada fuerza. En el fondo ha perdido el punch. Ha ganado el sistema. Y éso me indigna. Porque el héroe de la primera película me ha durado 24 horas. Ha perdido. Y no tenemos tantos héroes. Además de esta decepción personal también he de decir que la cinta tiene poco que explicar e intenta aprovechar el filón y el tirón de Ai Weiwei para realizar una segunda película por ahora innecesaria. Quizás se habría tenido que esperar a que algo pase. Algo de verdad. Que es problable que ocurra. Y el cartel un timo por cierto. No me sirve apoyarse en lo de fake para justificarlo. Una auténtica decepción.
Nos quedan algunos títulos aún por ver. En la segunda crónica terminamos de reseñarlos. El Docs aún continúa todo el fin de semana en Barcelona. Os esperamos.
Y terminamos por donde emepzamos. Pero decepcionados. La continuación de la historia de Ai Weiwei sigue los pasos del artista en su arresto domiciliario. Su vida, a lo Panahi, es algo deprimente. Intenta luchar ligeramente contra el sistema pero sin demasiada fuerza. En el fondo ha perdido el punch. Ha ganado el sistema. Y éso me indigna. Porque el héroe de la primera película me ha durado 24 horas. Ha perdido. Y no tenemos tantos héroes. Además de esta decepción personal también he de decir que la cinta tiene poco que explicar e intenta aprovechar el filón y el tirón de Ai Weiwei para realizar una segunda película por ahora innecesaria. Quizás se habría tenido que esperar a que algo pase. Algo de verdad. Que es problable que ocurra. Y el cartel un timo por cierto. No me sirve apoyarse en lo de fake para justificarlo. Una auténtica decepción.
Nos quedan algunos títulos aún por ver. En la segunda crónica terminamos de reseñarlos. El Docs aún continúa todo el fin de semana en Barcelona. Os esperamos.
El de "Ai Weiwei: never sorry" lo he querido ver desde que empecé a leer de ella. Y al parecer no voy mal encaminado. Dicho y hecho, trataré de hacerme con ella cuando pueda. Últimamente ando también repasando documentales, como siempre digo, qué bendición es este festival; se descubren grandes y gratas películas.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Muchas ganas de ver Ai Weiwei: never sorry. Es curioso que otro docu sobre él sea tan lejano en valoración.
ResponderEliminarEl auge del docu ya es una realidad y más con este festival.
Un abrazo.