miércoles, 16 de noviembre de 2011

Críticas Festival L' Alternativa 2011 (1)

Pues estamos en el ecuador del Festival de cine independiente de Barcelona, L' Alternativa 2011 y voy a realizar el primero de los dos posts que pienso dedicar para comentar las películas que estoy viendo en dicho festival. Estos días en Barcelona son metálicos, tristes, lluviosos y me resultan ideales para ver las películas que nos propone l' Alternativa. Clima otoñal para películas marginales, contemplativas, brumosas, que luchan por emerger del anonimato, que componen retratos tan grises como el día que dejamos fuera. Una simbiosis que me resulta apetecible, que me relaja. Un clima que te sumerge en un estado de cierta melancolía y que te invita, más si cabe, a la reflexión sobre el cine que vemos. L' Alternativa es un festival pequeño, al que hay que ir predispuesto y muy irregular. Pero a mí me gusta su pretendida marginalidad, aunque a veces agote. Por el momento he visto 5 películas de la Sección Oficial (3 de ficción y 2 documentales) y una de una Sección Paralela. Voy a pasar a comentarlas. Antes decir que el amigo Daniel de cine latino también está por el Festival y que en breve, también podréis leer sus opiniones en su blog. Siempre es mejor tener dos valoraciones que una. Empecemos.


Dentro de la Sección Oficial Ficción he visto tres películas, todas ellas sudamericanas.

La uruguaya La vida útil, película que envía dicho país a los Oscars (y me temo que los americanos fliparán) es una película muy pequeñita y bastante apreciable, rodada en un blanco y negro que quiere trasmitir cierto amateurismo. Trata sobre un trabajador de la cinemateca  entregado a su trabajo cuya vida se vacía de repente cuando el cine en el que ha trabajado toda su vida debe cerrar por ser poco rentable. La película, de poco más de una hora, tiene dos partes muy diferenciadas, una primera en que vemos el quehacer y la entrega de este hombre y sus socios por su trabajo y que está rebosante de cinefilia y amor al séptimo arte y una segunda en que nuestro personaje deambula durante un breve espacio de tiempo por la calle (y por su propia vida) y que nos recuerda al  cine marginal del Jarmush de los primeros ochenta (el de Permanent Vacation y Stranger than paradise) aunque menos nihilista a lo que el director americano nos acostumbró entonces. En definitiva una película que te gana por su amor al cine y su pretendido minimalismo argumental, pese a que no deja de verse como un pequeño film tan entrañable como olvidable.

De un país tan desconocido cinematográficamente como Guatemala, y con razón, ya que no hay industria ni casi películas procedentes de allí, nos llega una cinta por necesidad marginal titulada Las marimbas del infierno. Con tres actores, imaginación y poco presupuesto, la película resulta tan curiosa como flojita, aunque la aprobaré por los pelos más por su entrega e intenciones que por su mediocre resultado. La película trata de tres personajes casi marginales que pretenden crear un grupo de música mezclando dos conceptos tan antagónicos como la marimba, un instrumento del folclore guatemalteco y la música heavy. Obviamente el empeño de los tres suele puede llevar al callejón sin salida del fracaso y la película se convierte en un canto a los artistas ajenos a la realidad que pretenden levantar proyectos imposibles (cosa con la que seguro su director, Julio Hernández Cordón, se siente identificado). La película se compone de tres partes, una primera muy contemplativa que imita al cine festivalero actual con planos fijos en que un personaje permenece estático y se muestra un paisaje o bien atraviesa el plano con parsimonia, una segunda, la mejor, que tiende a la comedia de situación con diálogos divertidos y absurdos y una tercera en que la película se centra en uno de sus protagonistas y se dispersa, sobretodo argumentalmente hasta hacerse algo aburrida e ilógica. En definitiva tiene su gracia para ver una película de Guatemala y se deja ver, a veces incluso con gracia, otras con indiferencia. Poco más.

La cinta brasileña Girimunho venía precedida de críticas devastadoras en el Festival de San Sebastián. Son bastante comprensibles ya que es una película muy lenta y muy dispersa en su historia que termina por no saber muy bien (al menos nosotros como espectadores no lo tenemos muy claro) lo que explica. Es la historia de una abuela que pasa los ochenta años a la que se le muere el marido. La película nos muestra su día a día y deja entrar parte de las vidas de los personajes que la rodean. Sin embargo la desestructura del film y la insustancialidad de lo que en él ocurre termina por ser, o bien un experimento metalinguístico que se nos escapa, o bien una película fallida. Compuesta por escenas aisladas que no dan cohesión al conjunto, a favor de la película se puede decir que quizás es como la vida misma de esta anciana, algo aburrida, algo sola, compuesta de retazos, de momentos en que su vida emerge y de otros en que languidece, sin embargo, creo que sería hablar demasiado bien de una película que termina por naufragar en un cierto sopor debido a su insustancialidad quizás pretendida, pero en cualquier caso, excesiva.


Dentro de la Sección Oficial no ficción he visto dos películas.

La directora belga Sofie Benoot realiza con Blue meridian un viaje, cámara en mano,  a través del sur profundo de Estados Unidos por las devastadas y agotadas orillas del río Misisipi, desde Cairo (Illinois) hasta Venice (Luisiana). Por el camino se recrea en precisos encuadres que denotan la pobreza y abandono de la zona, se detiene a hablar con la gente de los pueblos por los que pasa y en algunos casos hay insertos musicales (incluso con coreografías) de unas gentes que sienten la música en sus venas. La película está bien y es interesante pero a parte de alguno de esos preciso encuadres fotográficos bien elegidos y muy bien resultantes a los que aludía, la película no aporta mucho. La historia, que en general se aleja del sensacionalismo (excepto un par de veces) ya nos la han explicado antes y la forma sencilla que la directora elige (seguramente por necesidad) para narrarla está más que vista. Solo queda pues el interés general por descubrir unos lugares, unos paisajes, unas gentes que casi nunca se rinden ante las dificultades y sobretodo, una pasión por la música que comparten con la cámara y que se encuentra entre lo más destacado de la película. Interesante sin más.

La breve película Une escroc très discrète  (Una estafadora muy discreta) de la directora francesa Delphine Hallis es una infumable basura (con perdón a las infumables basuras que en estos momentos nos están leyendo y se sientan ofendidas con la comparación). Pretende hablar de la figura de una anciana legendaria que se ha dedicado a la estafa toda su vida, siguiendo las pistas de sus pasos en el último lugar que se la ha localizado, en Niza. Para ello la directora se va allí, cámara en mano, y con voz en off nos explica sus absurdas peripecias mientras graba gente y bancos y estupideces varias y hace desfilar delante de la cámara a personas que pretenden exponer lo que saben de la anciana con naturalidad y que sobreactuan fatal queriendo denotar la citada naturalidad. Obviamente no se nos dice si lo que la película trata es invención y falso documental, sino que se juega a ser real (aunque parece muy improbable). Pere sea una cosa o la otra, lo que empieza por ser la búsqueda de una anciana en el umbral de la leyenda termina por ser una recolección de datos, detenciones y declaraciones sin interés algunos, soporíferas y absurdas. Una película que sí, es muy independiente, pero también pésima. He leído por ahí ciertas comparaciones, debido a la propuesta en el delgado margen entre cine documental y ficción y a la voz en off, con las películas de la directora Agnes Varda. Es como comparar 2001 de Kubrick con Ace Ventura porque en ambas salen animales. Digno de frenopático. Yo os sugiero que no perdáis el tiempo, pero si teneis repentino morbo o ganas de buscar la posible discrepancia, esta película la podéis encontrar en filmin.


Pues dentro de la Secciones Paralelas, de momento, solo he visto una película.

Cuando vi que dentro de las Secciones Paralelas había una bajo el título Traslaciones: cine documental independiente en Turquía supe que en algún momento allí estaría. Hay que premiar atrevimientos tan rotundos en una programación. La elegida fue Son Mevsim. Şavaklar (La última estación: Shawaks) y hasta ahora ha sido la mejor propuesta que he visto en el festival. Film sin apenas diálogos y con unas imágenes hermosas, poéticas y con pretensiones y resultados muy artísticos que nos descubren un año en la vida de la comunidad nómada Shawak, que habita en el este de Turquía. La película nos muestra los bellos paisajes de la zona, la dureza de la vida de los protagonistas de los que el director no se compadece sino que expone ante la cámara tal como son, a veces frágiles, a veces casi salvajes, el sufrimiento de estas gentes y de los animales, el trato violento que reciben las mujeres en una sociedad machista, el amor y al tiempo el dolor que produce una tierra, una forma de vida, los sueños de algunos de sus protagonistas por escapar de dicha vida (con una escena onírica sublime), el transcurso de la vida sin más, con su cambio estacional y su volver al mismo punto. Y además, todo ello está realizado con una técnica y un sentido del encuadre genial, con una fotografía espléndida pese a las dificultades del entorno y con una planificación de las escenas original a veces y siempre artística. Una película, que pese a que quizás en su tramo final se hace algo más monótona (como monótona es la vida de los protagonistas que retrata) merece y mucho la pena. Y una buena noticia para los interesados. En muy breve, podrá verse en filmin.

Pues al finalizar el festival volveré con lo visto esta segunda mitad del mismo. No olvidéis, los que tengáis posibilidad, que merece la pena acercarse al CCCB o al cine Maldá, sedes de las Secciones Oficiales del festival. Hoy, todavía llueve.

9 comentarios:

  1. Pues tomo nota de 'Traslaciones: cine documental independiente en Turquía', aunque tengo que confesarte que asusta un poco la propuesta.

    La vida útil finalmente la acabé viendo en casa y la primera parte me gustó mucho. La segunda parte (todo un homenaje al cine clásico) aunque es muy buena idea creo que no está muy bien resuelta, incluso hay escenas en la que la música no le pega mucho a las imágenes. En cualquier caso estoy totalmente de acuerdo con lo que dices, es una peli tan entrañable como olvidable.

    Por cierto, no creo que me pase por el festival, tiraré de filmin y aún así no se si podré ver muchas: mucho curro y eventos varios :( Desde aquí os seguiremos la pista atentamente. Un abrazo!

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  2. Yo le tengo fe a la vida útil, he leído que a muchos les ha parecido aceptable y a otros les ha encantado, incluso quienes no les ha gustado, yo tengo expectativas pero al final todo depende viéndola y como la tengo la veo pronto. De las que has colocado me interesaba ésta, blue meridian y la turca que te ha gustado mucho, particularmente ver vidas ocultas sin ser forzadas siempre me ha interesado y mucho la diversidad de culturas, su procedencia también es un incentivo, espero verla sin falta. Un abrazo.

    Mario.

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  3. Veo difícil ver estas películas pero me gusta saber de ellas a través de ti... quién sabe, igual alguna se cruza en mi camino, estaré atenta.

    Besos!!

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  4. Me vengo como cada miercoles para ver lo de tis estrenos y me encuentro con que ya andas metido en otro maratóan de cine. No se como lo haces David, pero en cualquier caso, espero que rescates o encuentres alguna perla interesante, como ese viaje por el Misisippi, que más que verlo me gustaría realizarlo. Tomo nota dela película London boulevard. Vi el tyrailer y es exactamente como tu lo cuentas. Un saludo

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  5. Te estás pegando un buen tute de festival catalán este año. Bien que haces, ojalá en Cáceres hubiera más opciones. Todo nos queda lejos.

    Un abrazo.

    Pd: si puedes agrégate a mi seguidores que no hace mucho que lo puse. Eso sí está en las entradas independientes, para hacerlo fácil, xd.

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  6. Miroso17:17

    Jajaja, levantar la pata / El lago de los cisnes, 2001 / Ace Ventura... me encantan tus comparaciones. Gracias por acercarnos L'alternativa, yo el año pasado fui al Maldà a ver La bocca del lupo y me encantó la experiencia. Saludos.

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  7. Pues BCNdays, ahora que ya ha pasado la proyección de la china digital, te he de decir que te encontramos a faltar, pero que te salvaste de una buena, porque era una película infumable. Un abrazo.

    La turca está muy bien, MArio, y LA vida útil es lenta y pequeñita, pero apetecible. Un abrazo.

    Tampoco te pierdes demasiado LAura Uve, pero no se lo digas a nadie. Un abrazo.

    Pues sí, V, un miércoles distinto. Gracias por pasarte. Un abrazo.

    Pues ahora lo haré. Emilio, por supuesto. Un abrazo.

    Ja,ja, Miroso, es que tengo un humor refinado. Un abrazo.

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  8. Hola David,

    pues solo he visto La vida útil. De las dos partes la primera me gustó mucho, pero la segunda me pareció un pelín pedante.

    Tu comentario de Guirimunho debe ser el más positivo del mundo porque leí varios en San Sebastián y ninguno pasaba del 1 sobre 10...

    A ver si puedo enganchar la turca, que teniendo en cuenta que este año estuve por allí me hace más gracia aun.

    Un abrazo!

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  9. Bueno Alan, con Girimunho no me indigné y por tanto no me cebé. A mí también me gusta más la primera parte de LA vida útil. Ya me dirás si ves la turca. Un abrazo.

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