lunes, 17 de octubre de 2016

Crónica del Festival de Sitges. Parte 1

Terminada la 49ª edición del Festival de Sitges y a la espera de esa esperada 50ª edición que ya empieza a calentar motores y que promete ser espectacular ha llegado el momento de repasar el mucho cine visto durante los pasados nueve días, con enormes películas y un nivel medio superior al de otros años Voy a agrupar las películas vistas en dos extensos posts.

Arrival de Denis Villeneuve

El director canadiense que tiene en su haber títulos tan destacados como Polytechnique, Incendies, Enemy, Prisioners o Sicario, salta a la ciencia ficción realista e intimista con esta espectacular película, que sin duda es de las que dejan poso tras su visionado. Unos extraterrestres plantan sus naves en distintos puntos del planeta. Pero no se mueven. Los humanos deciden intentar comunicarse con ellos, para saber a qué han venido a la tierra. Pero la comunicación no será fácil, ya que su lenguaje es muy distinto al nuestro. De forma realista y pausada, la película nos narra la comunicación con los extraterrestres y la repercusión que su visita tendrá sobre la lingüista encargada de descifrar el lenguaje de los recién llegados. Su tramo final es de una intensidad inaudita y los espectadores más sensibles pueden salir emocionados o incluso conmocionados. Y tras terminar el visionado se suceden las preguntas y la película se retuerce en tu cabeza en busca de respuestas. Gran cine. 

The Neon Demon de Nicolas Winding Refn

Aunque con producción mayoritariamente francesa, The neon demon no solo está co-producida por EEUU, además está mayormente interpretada por actores americanos y su acción sucede en Los Ángeles, así que creo que es de justicia incluirla en esta lista del mejor cine americano de Sitges. Dirige Nicolas Winding Refn, el danés, uno de los mejores y más polémicos directores del cine actual. Y quizás el más esteta. Y sin duda The neon demon es su propuesta más radical hasta la fecha, ya que prescinde bastante de un guión convencional para enfrentarnos a lo efímero de la belleza y la fama, a través de una joven modelo (hermosa Elle Fanning) que despierta las envidias de sus compañeras de profesión debido a su meteórico ascenso. La recién llegada se sumirá en una pesadilla onírica tintada de colores chillones y encuadres sublimes, con influencias que van desde Lynch a Argento pero con un estilo personal y desafiante. Una película sin medias tintas que consigue despertar pasiones y viscerales ataques. Una obra de arte. 

Hell or High Water de David Mackenzie

Otro director no americano, en este caso el inglés David Mackenzie, confirma lo que había demostrado con Starred Up y Perfect Sense, que es un director a tener muy en cuenta en el panorama actual. Con Hell or High Water, que se estrenará en nuestro país con el título de Comanchería, nos ofrece un polvoriento thriller de perdedores situado en Texas. Un milagro que nos presenta a unos personajes humanos pero muy perjudicados por sus vidas, un prodigio de guión con diálogos interesantes que recuerdan un poco al cine de los Coen. Con sentido del humor, con acidez, pero tratando a sus personajes con enorme dignidad, Hell or High Water es gran cine, con un pie en el más elegante clasicismo pero con el otro en la modernidad más rotunda. No os la perdáis en su estreno en salas. 

Swiss Army Man de Dan Kwan y Daniel Scheinert

Tras poder disfrutar en Americana de su anterior trabajo, el magnífico corto Interesting Ball, estos dos directores que firman la película como Daniels, confirman con su primer largo tener un universo muy particular e innovador a la hora de construir películas y emociones. Swiss Army Man nos habla de las dificultades de un hombre para relacionarse con el mundo y de sus fugas oníricas para lograr salir adelante. Pero lo hace de forma absolutamente diferente. Con una inventiva visual artesanal y mágica que recuerda a Michael Gondry, con un humor escatológico, surreal y delirante y una historia absurda, Swiss Army Man termina logrando trascender, gracias a sus currados diálogos, a su historia de amistad (o amor), a su adictiva música, a sus interpretaciones brillantes y sobre todo, gracias a no se qué. Una cinta deliciosa, innovadora, provocativa y que se arriesga a caer en el ridículo pero que sale alegremente airosa.

Beyond the Gates de Jackson Stewart

Sorpresa muy agradable fue ver esta ópera prima que podríamos adscribir al género de comedia de terror, sobre un par de hermanos que descubren un VHS que les obligará a jugar a un tablero que les llevará el infierno a su propia casa. Serie B desenfadada, con estética e intenciones muy ochenteras, escenas repentinas de gore excesivo y un mito como Barbara Crampton, Beyond the Gates sorprende no tanto por su frescura, ya que la cinta es un batiburrillo de cosas vistas anteriormente, si no más bien por su bien entendido homenaje, por su falta de pretensiones, por su intención de ser una pura distracción sin más, que sin duda lleva a buen puerto. Estaremos atentos a la siguiente película de su director, Jackson Stewart.


Operation Avalanche de Matt Johnson

¿Y si volvemos al tema de la llegada del hombre a la luna y a ponerlo en duda? ¿Y si detrás no hubiese estado Kubrick (aunque hubiese tenido alguna influencia) si no un un outsider trabajador de la CIA? Matt Johnson parte del tema obsesivo y adictivo de que la llegada a la luna fuese un montaje. y se sumerge en un divertido mockumentary que plantea muchas dudas Y es que, ¿de verdad se llegó a la luna? ¿Que prueba tenemos más que un vídeo que pudo hacer cualquiera? Tramas de espionaje a altas esferas Operation Avalanche, una vuelta de tuerca al cine de espías y conspiraciones con momentos brillantes, que quizás se agota un poco antes de su final pero sin duda muy interesante.

Voyage of Time: Life's Journey de Terrence Malick

Malick, en general, cabreó bastante al personal con este documental, a veces ficticio, sobre el cosmos, el planeta tierra y sus habitantes. Digamos que las imágenes se dividen en tres, las mayoritarias imágenes reales del cosmos o de la tierra, con sus animales o paisajes. Sin duda son unas imágenes hermosas y fascinantes. También se intercalan unos vídeos mucho más caseros de distintos habitantes de la tierra, que me resultaron sobrantes, aunque su volumen en el documental es mucho menor, Y finalmente hay escenas de dinosaurios con efectos digitales y recreaciones del hombre primitivo, que en mi opinión sobran. Todo ello (y aquí vienen las grandes críticas) acompañado por la voz en off de Cate Blanchett con un discurso religioso y existencial tan cansino como rancio. El documental, pese a sus fallos es una hermosura, una experiencia casi mística para dejarse llevar, sin hacer mucho caso a su discurso.

31 de Rob Zombie

Rob Zombie se había ganado un prestigio entre cierta élite cinéfila gracias a títulos como The Lords of Salem o Los renegados del Diablo. Curiosamente muchos de los fans del Zombie de La Casa de los 1000 Cadáveres o Halloween el origen, no se sentían satisfechos con estas películas, en especial con la última, más onírica y menos violenta. Así que Zombie ahora se dispone a convencer a los amantes de la sangre y su cine histérico. Y 31 tiene sus momentos, con unos escenarios claustrofóbicos y tenebrosos y excesos varios. La lástima es que todo suena un poco a visto, a piloto automático. Se esperaba mucho más del director y rockero, pero muchos de sus fans seguirán disfrutando de 31, una obra menor.

Are We Not Cats de Xander Robin

Una de las propuestas sin duda más marcianas de este Sitges es Are we not cats, una cinta a medio camino del cine indie más alternativo y el género fantástico que sorprende y extraña. Una historia muy mínima de fracasado social que conoce a chica rara. Una película que alarga la trama, divagando, con un tempo antinatural, hacia una resolución ocurrente. Una película de gente que pierde el pelo, que se lo come, de tugurios de mala muerto, de adicciones y miserias. Un cine de autor hecho con cariño, tan poderoso como imperfecto, incluso fallido, pero con el encanto quien arriesga en un salto sin red.

David Lynch: The Art Life de Rick Barnes, Jon Nguyen y Olivia Neergaard-Holm

Un documental que entrevista a David Lynch, quien nos habla de su infancia, su adolescencia y sus primeros años de artista, justo antes de rodar Eraserhead, o sea como pintor y cortometrajista. La historia se intercala con momentos en que vemos como trabaja en sus trabajos actuales en su taller, confeccionando grabados, pinturas, muebles y cualquier cosa que se le pase por la cabeza. El documental es un poco como su personalidad, con fugas y sinsentidos, sin un orden esquemático, un poco a la búsqueda de la genialidad. Lynch lo llena, aunque es muy para fans, pues sus cortos, no nos engañemos, los hems visto cuatro gatos.

Dog Eat Dog de Paul Schrader

El aclamado director y guionista Paul Schrader realiza una película divertimento, una marcianada lisérgica, excesiva y cachonda que jamás se toma en serio a sí misma. Se rodea de un reparto con dos de los actores más perdidos en su elección de papeles en los últimos años, Nicolas Cage y Willem Dafoe y narra una ultraviolenta trama de supervivencia con un pie en Tarantino y el otro en el cine más trash. Funciona un ratito, aunque al final cansa. Y éso sí, intrascendente. De las que se olvidan al instante.

Revengeance de Bil Plympton

Tras dos largos tan inmensos como Cheatin' y Idiots & Angels, sus dos anteriores trabajos, sin duda uno debería esperar muchísimo más del bueno de Bill Plympton. El director americano vuelve a la carga con una gamberrada irreverente más cercana a sus primeras películas o a alguno de sus cortos. Pero el argumento macarra le da para bien poco y ni utiliza sus habituales recursos gráficos de manera tan efectiva como nos tiene acostumbrados ni el guión está a la altura para completar con éxito los escasos 75 minutos del film, aburrido y repetitivo.

In a Valley of Viollence de Ti West

Y otra enorme decepción nos la produjo Ti West. El hombre que ha revolucionado el género del terror con sus películas minimalistas y tensas, rueda ahora un western sin personalidad. Una primera parte tan obvia como, éso sí, pequeñita, da paso a una segunda con un absurdo humor tarantiniamo patético. Ethan Hawke pasea su careto soso por la cinta, con cara de afectado, de místico que terminará violentándose, claro, menuda sorpresa. Una enorme tontería, que viniendo de quien viene duele.

Somnia. Dentro de tus sueños de Mike Flanagan

Lejos queda aquel trabajo de Mike Flanagan que algunos reivindicamos como una de las más prometedoras óperas primas en el panorama del cine de terror de los últimos años. Me refiero a Absentia. Luego encadenó un par de títulos con hallazgos y buena mano para la dirección pero altamente irregulares y este Somnia, que sí, demuestra que sabe dirigir, pero que tiene un guión vergonzoso y risible que se carga cualquier buen hacer del pobre Flanagan. Lo del canker en ese final sensacionalista y lacrimógeno es de pura pena. A ver si en Ouija acierta un poco en el guión, en el que siempre participa.  Porque no perdemos del todo la fe en él. No del todo.

The stakelander de Dan Berk y Robert Olsen

Es que me da pereza hablar de The Stakelander. De la misma pereza que a los directores les dio pereza explicarnos nada. Remake innecesario de la aceptable Stake Land, un drama contemplativo por falta de guión, con unas escenas de acción nefastas, mal rodadas, oscuras y una carencia de talento absoluta. Y ya. Es que me da pereza hablar de The Stakelander. 


Blair Witch de Adam Wingard

Viniendo de Adam Wingard, un excelente director de género, se esperaba una vuelta de tuerca apasionante para la nueva Blair Witch, remake de la renovadora y terrorífica película de finales del siglo pasado. Pero no. Wingard a lo Star Wars hace una especie de remake inconfesado, con el agravante de que el género found footage está muerto. Lo mismo que entonces pero rodado pésimo. Lo que allí era terror a lo desconocido, aquí es parafernalia de feria y sopor. Lo que allí era innovación, aquí es un déjà vu absoluto. Al final nada. O sí. Cabreo.

Yoga Hosers de Kevin Smith

Soy fan de Tusk. Dicho sea por delante. Y de Red State. Y del primer Kevin Smith. Incluso algunas cosas del medio me resultan atractivas. Esta es quizás una de las peores películas que he visto nunca. Es como explicar un chiste de hora y media que nunca hace gracia, que siempre resulta vergonzoso, ridículo, que no es ni chiste. Y más que sopor uno siente indignación ante soberana gilipollez supina. Un desastre.


















domingo, 24 de julio de 2016

Películas de otros blogs: Las diez de Jona Tiba de Slacker/ Sónicos

Sexta entrada que dedico a esta sección de "películas de otros blogs" (para ver las otras cinco mirad en las etiquetas), una sección que realizo con el cariño especial que los blogs de los que hablo merecen. En esta ocasión voy a hacer casi una maratón. Voy a hablar de diez películas que corresponden a dos blogs de una misma persona que suele recomendar tantas películas apetecibles, que aunque parezca lo contrario, elegir solo diez ha sido un problema de síntesis y descartes. Pero vayamos al grano.

Hablar de Jona Tiba, antes conocido como Yosónico (un poco en plan Prince), no es tarea fácil. Como tampoco lo es hablar de sus blogs. Si alguien hace el esfuerzo de mirar en mi barra lateral de blogs que sigo verá que hay hasta cuatro blogs que le pertenecen. Dos de ellos son de fotos: Helmut, de fotografía general y Lente rasgado de fotografía asiática. Tanto los fotógrafos elegidos como la composición que Jona hace con sus fotos es siempre excelente. Podemos encontrar de todo, pero es obvio que suele haber un patrón. Abundan las fotos sensuales, otras veces algo enfermizas y decadentes, en ocasiones ambas cosas a la vez, a veces hay humor, otras poesía, siempre belleza o fealdad bien resuelta. Sus blogs de foto son un vicio. Os lo aseguro.
Pero en este blog casi siempre hablamos de cine, así que los blogs de Jona Tiba que más os pueden interesar son los de cine. Su Sónicos está ya fuera de servicio. Parece ser que ocupó el espacio total que blogger ofrece. Sin embargo de la participación desinteresada y brillante que Sónicos prestó en junio a mi festival de cine asiático surgió una lista propuesta por Yosónico de películas asiáticas (aquí) de las que he elegido cinco para comentar hoy. Las otras cinco propuestas son de su nuevo blog Slacker, la evolución de aquél otro. Sónicos y Slacker son blogs de opinión, en que Jona Tiba nos brinda breves y desenfadadas críticas acompañadas claro, de una selección de fotogramas muy cuidada, que en su último blog es casi minimalista. Con una ligereza buscada por su autor que se combina a veces con reflexiones repentinamente profundas, referencias sexuales, humor y cierto tono desafiante, todo ello muy breve, las críticas de Jona son sencillas y directas. Y yo soy muy fan. Luego la selección de películas es muy anárquica y ecléctica, pero suelen ser de bastante nivel. Hay una cierta tendencia al cine asiático y al cine de temática gay, pero cualquier película puede ser analizada en Slacker. Dentro de la anarquía que se me antoja hay en la cabeza de Jona (una impresión mía, sino que el autor lo desmienta) sus blogs están siempre organizados con precisión, son estéticamente impecables y cualquier detalle está cuidado con mimo. El resultado salta a la vista.
Pues nada más, podría seguir elogiando el blog Slacker y los otros de Jona muchas lineas más, pero perdería vuestra atención, cosa que no deseo.
Pasamos a comentar las diez películas que he elegido de todas las comentadas por Jona Tiba en ambos blogs. Como sus críticas son breves intentaré hacer las mías algo breves también, aunque mi capacidad de síntesis no es tanta. Copiaré en este caso su sistema de puntuación, que será de 0 a 10 incluso con ese medio punto decimal que por contraposición con mis poco agradecidas estrellas me ha encantado usar. Veréis que la media es muy alta. Y en algún momento intentaré homenajear su estilo, aunque estoy condenado al fracaso.
Y seguid disfrutando o empezad a hacerlo de Slacker, Helmut y Lente rasgado. O recuperar Sónicos. Merece la pena.

Las películas van ordenadas, como siempre, de la que más a la que menos me ha gustado. Empecemos.


Hacía mucho que sabía que tenía que ver Onibaba. Era consciente que salía en todas las antologías de cine japonés, también  en mi libro "1001 películas que hay que ver antes de morir", e incluso aparecía en algunas antologías de cine de terror, pese a que siempre aclarando que no era realmente una cinta de terror. Además otros colegas blogueros también la habían recomendado.

Así que al ver la cinta entre las recomendaciones asiáticas de Sónicos (aquí la ficha anterior de la película) no dudé en elegirla como uno de mis visionados preferentes. Y suerte que no dejé pasar más tiempo.

Onibaba, cinta japonesa del año 1964, es una de las primeras cintas (y la más prestigiosa) del importante realizador Kaneto Shindo. Es una película única y realmente especial que ocurre casi por completo en un espacio pequeño de terreno y en cuatro o cinco localizaciones y en la que aparecen muy pocos personajes, siendo tres los verdaderamente protagonistas. La cinta es de una belleza visual aplastante. Su oscuro blanco y negro, el sudor que gotea de los protagonistas agobiados por el calor, el cañaveral agitado por el viento, las caras rotundas en primer plano, la lluvia torrencial, el sexo animal, la máscara del diablo, el hoyo, los asesinatos, la tensión hija-nuera, el pantano, la choza, el final abrupto... Todo suma para dotar a la película de un extraño ambiente enrarecido, onírico, estimulante. La cinta se torna una experiencia sensual, sensorial, visual y tiene algunos planos y algunos fragmentos difíciles de olvidar. Parece ser que el final alude a las víctimas desfiguradas de la bomba atómica. Una pesadilla real incrustada en el mundo de pesadilla inventado por su autor, el micromundo de opresión y animalidad que queda tras la guerra. Un micromundo del que no se puede salir, que tiende a la repetición, al bucle y que nos fascina al tiempo que nos aterroriza. Una gran película. Nota:9/10


Blind beast la descubrí en la lista de recomendaciones asiáticas aludida de Sónicos, pero había sido reseñada con anterioridad aquí. Enseguida me llamó la atención ese cartel y esa breve sinopsis que aludía a su impactante final.

Blind beast es una película del año 1969 del director Yasuzo Masumura, del que no había visto nada y ni tan solo conocía, y al que Yosónico incluyó en su lista de recomendaciones no solo con esta peli, sino también con Red Angel. Luego he investigado y parece que el director nipón es uno de los más importantes, desconocidos y prolíficos del cine de posguerra nipón. Os enlazo la ficha de Allzine por si queréis saber más sobre él o ejecutar alguna de las descargas de sus películas disponibles.

Cuando empecé a elegir películas de Jona alterné algunas de esas películas que hacía tiempo que quería ver y que hacían de este post y esta ocasión el momento ideal para verlas y otras que no conocía de nada y que elegí para ver si me abrían nuevas vías. La esperanza que tenía era encontrarme una cinta como Blind Beast. No solo me ha encantado sino que voy a ver más de este director. La película es una bizarrada sensacional, cargada de momentos delirantes, de un ambiente claustrofóbico y malsano, de un guión imposible de preveer porque se reinventa un par de veces durante el film, cargado de erotismo, de sensualidad, de originalidad, de un soterrado humor y de un par de interpretaciones tan excesivas como memorables. Además, como dice Jona, no solo su final sino que su último tercio es brutal y se hace difícil de olvidar. Todo ello rodado con mucho descaro y un cierto regusto underground a serie entre B y Z. Seguro que Tarantino es fan. Y no tengo ni idea, pero juraría que Almodóvar la ha visto y le ha influenciado. Una joya. Y su actriz Mako Midori, me puso un montón... Nota:8/10



En su blog Slacker, una de las primeras cosas que hizo Jona fue una retrospectiva completa de Tsai Ming-liang. Yo he visto una buena parte de la filmografía del director taiwanés, aunque en los últimos tiempos y debido a que sus últimas obras me estaban gustando menos que las anteriores, lo tenía un poco olvidado. Sin embargo es uno de mis directores favoritos y muestra de ello es que entró en mi reciente Top-60 de directores. La película elegida de esa retrospectiva fue Vive l'amour. Jona le dedicó la reseña aquí.

Vive l'amour es la segunda película de Tsai Ming-liang y una de sus cintas más prestigiosas y hacía mucho que la tenía por casa para verla. Tras su visionado diré que merece entrar en el grupo de películas del director que más me gustan como El sabor e la sandía, ¿Qué hora es? o The Hole (para mí la mejor y de bastante de su realizador).

Para los que conocemos ese estilo minimalista, contemplativo y pausado de Tsai Ming-Liang, Vive l'amour es un film muy rápidamente reconocible como parte de su universo. Nos narra la historia de tres personajes que sobreviven en una ciudad fría y ajena a ellos y que aunque comparten espacios y en algunos casos camas, no son capaces de compartir sentimientos. Así pues la temática de la película, como siempre en el director taiwanés, es la soledad más profunda e irreparable, parte de nuestro ser, de nuestra existencia. Esa soledad existencial está construida a partir de silencios, de largos planos en que casi no ocurre nada, en que importa el mínimo detalle y en que vamos entrando poco a poco en su universo, de gestos mínimos, de tristeza, de sensualidad casi espiritual, de personajes que parecen fantasmas en una ciudad que sienten ajena (Tsai Ming-liang es taiwanés de adopción y quizás éso es fundamental en su cine). En definitiva cine para minorías, lento, difícil, pero que va calando irremediablemente. Nota:8/10



De Living in oblivion, Jona habla en su blog Slacker (reseña). Desde  el principio dudé si había visto aquella película de Tom DiCillo. Me sonaba haberlo hecho pero no estaba seguro. Luego me di cuenta de que sí la vi, incluso recordé haberlo hecho una vez que la pasaron por el Canal plus, pero el título en español Vivir Rodando me había confundido. De todas maneras, como no recordaba casi nada de la película me animé a volverla a ver tras leer la nota de Jona. Y la verdad es que mereció la pena.

La película Living in oblivion (Vivir rodando) es del año1995 y sino recuerdo mal decidí verla en su momento porque DiCillo había sido director de fotografía de Jim Jarmusch, del que por aquellas épocas era muy fan (y lo sigo siendo, pero sin la fiebre de entonces, en que lo descubría) y parecía seguir sus mismos pasos independientes e interesantes. Con el tiempo demostró estar muy lejos de su amigo y maestro, pero sin embargo Living in oblivion es una película realmente destacable (de lo que he visto, lo mejor de su filmografía).

Pues bien, Vivir rodando, la segunda película de Tom DiCillo es una divertida y certera mirada a un rodaje de una película independiente. Compuesta a través de tres bucles (donde el factor sueños es lo que menos me agrada de la cinta) el director se detiene en la locura de un rodaje con pocos medios, ya que los problemas técnicos son constantes. Además, el director debe lidiar con los egos y las problemáticas vidas de sus actores y su equipo hasta donde su control es capaz de abarcar. Podemos sentir como pocas veces la locura y el delirio de personas frágiles que se dedican a ésto de crear. Además cuenta con algunas escenas sensacionales, como dos de las resoluciones (Buscemi interpretando en su vida real lo que pretendía incluir en su película y la delirante actuación de la madre) que se me antojan sublimes. Sin duda una película fresca, sincera y muy reivindicable, un claro ejemplo del cine independiente de verdad y con talento. Y con un Steve Buscemi y una Catherine Keener ( no sé que tiene esta mujer, que me vuelve loco) fabulosos.Nota:7'5/10


Escogí Motel Cactus a partir de la listas de recomendaciones asiáticas de Jona. Pero él ya le había dedicado una ficha anteriormente. Me llamó mucho la atención el cartel y claro, que la fotografía fuese del gran Christopher Doyle.

Se trata de una desconocida película del año 1997, ópera prima de Park-Ki Yong (que tan solo realizó otro largo más en 2002) y que pese a que Jona dice que fue la fuente de entrada del moderno cine coreano en Occidente, yo no conocía de nada. Tampoco tiene grandes notas ni críticas en las webs que he mirado. Sin embargo, aunque no me parece una gran película, me uno a la reivindicación.

Se trata de cuatro historias sin ningún nexo de unión que ocurren en una habitación de hotel, que da nombre a la película. No sabemos nada de las parejas que encontramos allí. Tras la historia tampoco sabemos demasiado. Cuatro rasgos de lo que puede ser su relación. La película es esencialmente destacable por su estética, una vez más la fotografía de Christopher Doyle es sublime, y por cierto halo poético y existencial, a la vez que sensual, que se va desprendiendo de la misma durante su metraje. Las historias fluyen, esquivas a la coherencia argumental, deslabazadas y en mi caso, me costó un poco encontrarle el punto a la película. Pero terminó por fascinarme en algunas de sus partes y a dejarme un grato sabor de boca general. Quizás el problema es que una primera historia aceptable da paso a una segunda (con filmación de peli amateur de por medio) que es de largo la peor de la película. Así que uno sufre un poco de bajón. Pero luego se suceden dos historias en claro tono ascendente y la película termina realmente muy arriba con la hermosa historia de un ex-matrimonio que vuelve a reunirse tras años sin verse y que además de su estética logra emocionar en sus silencios, en sus tiempos muertos, en su verdad. Uno termina con ganas de más, pero la película ya ha acabado.
Un film muy especial, de ésos de cogerle el ritmo y dejarse llevar, pero que finalmente te atrapa y termina por fascinarte. Nota:7'5/10


Escogí Swimming Pool tras ver la reseña que Jona le dedicó en Slacker. Había visto algunas películas de François Ozon y la última, Dans la maison, me pareció una de las mejores del año pasado, así que profundizar en la filmografía del director galo me apetecía mucho.

Swimming pool, del año 2003, es el octavo largometraje del prolífico director (con En la casa ya suma quince películas en dieciocho años de carrera) y de alguna manera, ya trata los temas que posteriormente analizaría de nuevo desde la madurez de En la casa.

Y es que Swimming pool es un thriller construido a partir de las interferencias que hay entre realidad y ficción en el proceso de creación, ¿os suena? Si en Dans la maison opta por acometer la idea desde un guión sobrio y desde una perspectiva más intelectual en Swimming pool todo es mucho más salvaje, menos perfecto y mucho más sensual. He visto a Ludivine Sagnier en otras películas, pero jamás me ha parecido tan sexy como aquí, rotunda en su generosas escenas de desnudos. Algunas noches aún se me aparece... La película empieza de forma algo indecisa pero pronto te engancha en la maraña que se teje entre una escritora que intenta escribir en la casa paradisiaca de su editor (Charlotte Rampling) y la relación que entabla con la sensual, despreocupada y adicta al sexo hija del editor, que decide pasar unos días en la casa (la citada Sagnier). La trama se complica y la película te logra enganchar en su sensualidad, en su inquietante argumento cargado de onirismo, en esa mezcla de lo que suponemos es historia real y licencia literaria sobre la realidad. El problema es el final. Es de esos finales facilones que se cargan todo lo alambricado de la historia sin estar para nada a la altura de lo anterior. Un todo podía valer si la termino así, que suena a fraude y que hace bajar a la película algunos enteros. Pese a todo, muy disfrutable y adictiva. Nota: 7/10



Me llamó mucho la atención la película Pink Narcissus a partir de la ficha que Jona le dedicó en Slacker. Me dio cierto morbo saber que fue una película de culto en los lugares de ambiente y esa paternidad lograda muchos años después.

Y es que Pink Narcissus fue rodada en el año 1971 por el fotógrafo James Bidgood, pero no puso su nombre en la cinta y firmó como anónimo. Parece ser que la cinta fue exhibida sin su consentimiento y finalmente tuvo que ganar los derechos de autoría tras un proceso legal. La cinta fue rodada mayoritariamente en Super 8 entre el año 1963 hasta el 1970, predominan los interiores y tiene como protagonista al bello Bobby Kendall, pareja del fotógrafo.

La película trata de un joven prostituto que entre cliente y cliente (o durante sus servicios) fantasea con escenas eróticas que sí son de su agrado, contrariamente a las que está viviendo. Así igual lo vemos de torero, que de esclavo romano o trabajador en un harén masculino. El contraste entre ambos mundos provocan cierta tristeza en el espectador, que es la tristeza de su protagonista que le lleva a crear estos mundos oníricos a modo de evasión. Pero el verdadero valor de la película, que no tiene diálogos y se asemeja más a una pieza de videoarte que a un film convencional, es su estética colorista y muy kitch, sorprendentemente barroca que a veces logra imágenes muy poéticas y otras decadentes.
Es una película totalmente dirigida a un público homosexual, llena de fantasías y de estética acorde a sus sensibilidades, pero que puede ser disfrutada como pieza estética por cualquier curioso. Y yo la disfruté. Éso sí, vi más pollas que en una temporada de partidos (y sus consiguientes duchas) con mi equipo de fútbol sala... Nota:7/10


Hace muchos años estuve a punto de ir a ver Oasis al BAFF, el festival de cine asiático que se realizaba en Barcelona.  Su argumento me echó para atrás. Muchos años después visioné Secret Sunshine, del mismo director y me apasionó. Su posterior película, Poetry, también me parece sensacional. Entonces miré hacia atrás y vi que era el autor de aquella cinta, Oasis, que estuve a punto de ver en aquel BAFF. Estuve a punto de verla varias veces (incluso le comenté a Jona en el post de recomendaciones asiáticas de Sónicos que lo había hecho, supongo que confundiéndola con Poetry en mi cansancio debido a la vorágine que me supuso mi festival) pero no lo hice hasta ahora. Incluso había visto antes la ópera prima de su director., Green fish (ahora solo me falta Peppermint candy).

¿Y quién es su director? Pues el que fuera ministro de cultura de Corea del Sur Lee Chang-dong. Oasis es su tercer film y era obvio que iba a ser, con este historial, una de mis elecciones para completar este post.

Voy a ser sincero, pese a que la considero una película notable Oasis me ha decepcionado pues la esperaba mucho mejor. Esta historia de discapacitada severa física y discapacitado leve intelectual funciona en muchos aspectos como una dura, algo bizarra y muy loca historia de amor. Uno puede entender a los dos personajes y sus motivos y en algunos ratos es tierna, sin duda atrevida y a veces emociona y otras duele. Pero me parece muy inferior a las ultimas dos películas de su autor porque si en aquéllas la complejidad de las aspiraciones y las pasiones y las almas humanas era densísima, en este caso, creo que se tiende a pintar con cierto trazo grueso a todos los personajes secundarios (son todos muy malos y abusan de estas dos pobres almas puras) y se lanza a un marcado acento sensacionalista en muchas de sus resoluciones, quizás abusando de la paranoia y la sordidez. Además las escenas oníricas en que ella se imagina haciendo ciertas cosas para las que está impedida me parecen de una obviedad que la acercan a lo ridículo. Pese a todo, como decía, la película es notable. Nota 7/10


Picnic estaba en la lista de recomendaciones asiáticas de Sónicos, pero antes Yosónico ya la había reseñado en esta ficha. Desde el principio me llamó mucho la atención la historia de su sinopsis y las fotografías, así que hacía mucho que la tenía pendiente y era la primera película que me bajé adrede tras una recomendación de Jona.

Es una película del año 1996 rodada por el director japonés de culto Shunji Iwai, autor de películas muy extrañas sobre desarraigo y depresión juvenil que no dejan indiferente y que como decía Jona tienen como máximo exponente la extraña y a mi parecer sobrevalorada All about Lily Chou Chou.

Pero tampoco es que Picnic me haya convencido demasiado. Digamos que esta historia de tres jóvenes recluidos en una clínica mental y que deciden escapar caminando a través de una pared elevada, alterna momentos que me parecen muy ridículos, excesivos y sensacionalistas como el principio, el previsible final y un par de secuencias a medio film, con otros momentos muy hermosos, muy bellamente fotografiados y poseedores de un extraño halo poético. Los momentos en que los tres protagonistas descubren la ciudad y sus personas desde su punto elevado están verdaderamente bien, pero esas otras escenas me dejan una sensación de cierto desconcierto. De todas formas, las secuencias de poética triste se quedan grabadas en la memoria, así que pese a su manifiesta irregularidad (pese a su escasa hora y poquito) me parece una cinta curiosa y bastante recomendable. Nota:6'5/10


Totally fucked up la descubría en la lista de mejores del año de Jona en Slacker, pero en realidad él ya la había reseñado en Sónicos (aquí). Hacía mucho que quería ver una película de Gregg Araki, un director de cine independiente con películas en su mayoría de temática gay muy prestigioso en pequeños círculos cinéfilos, así que me lancé con esta primera de la "trilogía del apocalipsis adolescente" que cita Jona.

Totally fucked up es una película del año 1993 y es uno de los primeros largometrajes de Gregg Araki. Maldita generación y Nowhere son las otras dos pelis de la trilogía que cita Jona. Otros cintas suyas conocidas son Splendor o Kaboom.

La verdad es que la cinta, sin estar del todo mal, me decepcionó bastante, pues supongo esperaba mucho más del prestigioso realizador. Es una cinta muy underground, rodando entrevistas a sus jóvenes protagonistas en formato video y mezclándolo con algunas imágenes de estética más cuidada sobre su deambular. Me ha recordado un poco al cine del primer Jarmusch o incluso a Clercks o 25 watts, pero con personajes gays hablando de sus problemas existenciales y sexuales. El problema que le veo es que en la concreción de esos problemas todo parece un poco forzado, un poco estúpido (aunque tratándose de adolescentes, quizás sea la intención). No digo que la peli esté mal, pero en este caso, la temática y la edad de los protagonistas y una estética maltratada por el paso de los años me ha pasado factura. Me he sentido muy lejano a lo que el film explicaba. Nota:6/10

Gracias Jona. Lo he pasado genial. Un beso.

martes, 3 de mayo de 2016

Crónica D'A 2016 (y 3)

Últimos días del D'A con todavía algunos títulos destacados que pasan a formar parte de mis favoritos. En esta ocasión, en lugar de reseñar las últimas películas vistas paso a exponer mi top-10 y resumo mis preferencias de esta quinta edición del festival, así como premios y otros aspectos de esta edición de programación muy notable y organización casi perfecta.


Mi top-10 del D'A 2016

1-Kaili Blues
2-Sangue del mio sangue
3-Chronic
4-Ahora sí, antes no
5-Tres recuerdos de mi juventud
6-Taklub
7-Demon
8-El tesoro
9-600 Millas
10-Sunset Song








Y ahora disecciono un poco mis favoritos:

Mejor película: Obviamente la china Kaili Blues, tan imperfecta como fascinante.
Mejor director: Marco Bellocchio, sobre todo la primera mitad de su película es portentosa.
Mejor actor: Tim Roth, al que hemos tenido por partida doble en dos películas mexicanas con Michel Franco de por medio (Chronic y 600 Millas) y con dos papeles tan hieráticos como potentes con su sola presencia.
Mejor actriz: Pues aquí voy a poner un capricho, Lidiya Liberman, fascinante en Sangue del mio sangue


Mejor guión: Sin duda el de Hong Sang-soo en Ahora sí, antes no; una nueva vuelta de tuerca a su cine habitual, pero que te deja pensativo.
Mejor secuencia. El larguísimo plano secuencia de Kaili Blues. Una locura.
Mejor Fotografía: Sunset Song, sin duda.
Mejor final: Dejadme acabar con los finales en un año en que muchos han brillado. El poético de Kaili Blues; el desconcertante de Sangue del mio sangue; el muy coherente pese a algunos comentarios de Chronic; el reflexivo de Ahora sí, antes no; el jugetón de 600 millas o el sorprendente de Mountain. Pero es que El tesoro posee uno de los finales más hermosos y entrañables que haya visto en tiempo. El premio para su final apoteósico. 



Los premios del D'A

Premio Talentos al mejor director a Andrés Duque por Oleg y las raras artes. No la he visto.
Mención especial de la sección talentos para John From "por su apuesta por una ficción original, vibrante y liberadora" Y en mi opinión, muy fallida.
Premio del público para la película japonesa de más de cinco horas Happy Hour. Desconozco el número de asistentes al único pase de esta película que han decidido este premio. Tras cinco horas en la sala están en su derecho, por valientes. Yo no la vi y me quedé con las ganas. 
Finalmente el premio de la crítica recayó sobre Baden Baden (que tampoco vi) con mención especial de nuevo por Oleg y las raras artes





Lo que me he quedado con las ganas de ver...

Dead slow ahead, una película que muchos adoraron y que se fue de vacío. Se estrenará, así que tendremos ocasión de verla en pantalla grande. Una especie de documental que casi parece un film de ciencia ficción, me dijeron.
Oleg y las raras artes, gran triunfadora de esta edición y que parece nos va a descubrir a algunos el talento de su director, ya con otras película interesantes en su haber, Andrés Duque. 
Callback, de Carles Torras, recientemente galardonada en Málaga.
La propera pell, de Isaki Lacuesta e Isa campo, también galardonada en Málaga, que clausuró el festival y a la que temía. Pero se ve que está muy bien. 
Te prometo anarquía, una de las cintas latinas que causó más revuelo y que me perdí contra mi voluntad.
Y claro, Happy Hour, la japonesa de más de cinco horas. ganadora del premio del público. Puro morbo desde ya.


Y las películas vistas en estos últimos días han sido nueve, cuatro muy bien y que están en el top-10, dos bien sin más y tres impresentables. Las tres malas Ville-Marie, cinta canadiense con Bellucci de historias cruzadas sin credibilidad y culebresca; The fourth direction, una india sobre enfrentamientos bélicos entre dos sectores de la sociedad que se construye a través de absurdas historias minimalistas y Lily lane, cuyo trailer sugerente era lo único a destacar. Un despropósito cuento macabro, obvio y predecible. Las bien sin más Much Loved, una cinta marroquí sobre prostitución en una Marrakech fantasmagórica que empieza potente mostrando las vidas y dramas de las prostitutas en un país de doble moral pero que termina algo obvia, con la historia de amistad algo ñoña entre varias de ellas. Y Mountain, algo mejor. Un pelo sosilla pero consecuente estudio de una mujer sin expectativas en la vida e ignorada por su marido, fascinada por el mundo de la prostitución que descubre en los alrededores de su casa. Con un gran final. Y las cuatro buenas son la hermosa, clásica, elegante pero algo fría Sunset Song ; la a veces terrorífica y siempre inquietante Demon, cine de terror de autor a descubrir; la delirante El tesoro, surrealismo, comedia y lecturas libres con un final brillante y la adictiva 600 Millas, ópera prima de Gabriel Ripstein (hijo de Arturo Ripstein) con una historia de contranbandos fronteriza y amistades imprevistas, seca y algo juguetona en su final. 

Esto ha sido todo lo que ha dado este espléndido D'A 2016. Ya hay fecha para el 2017, del 27 de abril al 7 de mayo, por si alguno se las quiere ir ya reservando. Yo lo haré seguro.



miércoles, 27 de abril de 2016

Crónica D'A 2016 (2)

Seguimos en el D'A y en esta segunda crónica vamos a comentar cinco películas más, con resultados algo desiguales pero con dos obras enormes. En la tercera y última crónica además de las películas restantes haremos un top del festival. Si queréis ir teniendo información día a día recordad que en twitter no paramos.



Sangue del mio sangue (2015)  Nacionalidad: Italia  Director: Marco Bellocchio

Dando tumbos a la cabeza sale uno tras asistir a la proyección de la nueva película del veterano Marco Bellocchio, Sangue del mio sangue, una críptica historia de oscuridad, ambientada en una misma localización, Bobbio (lugar en que el director rodó hace 50 años su ópera prima) pero en distintas épocas, que en principio solo tienen en común el escenario. La primera historia, ambientada en 1630, nos muestra el martirio de una monja acusada de brujería. Sedujo a un caballero que se suicidó por lo que no puede ser enterrado cristianamente, a no ser que la monja sea el demonio. El hermano del fallecido, un joven de armas, busca que sentencien a la monja para contentar a su madre. Pero no cuenta con enamorarse de ella. Y todo se vuelve confuso entonces. La siguiente historia es en la actualidad y es mucho más dispersa y desconcertante. Un grupo de vampiros hastiados por el devenir del mundo moderno malviven escondidos y apesadumbrados. En las dos historias hay, además del mismo escenario, oscuridad, sociedades impositivas e injustas, sexo reprimido, pasión mal entendida, fanatismo religioso, maldad. Y poco más. El montaje, la fotografía y la música son fascinantes. Y uno termina por no poder abarcar todos los nexos comunes de lo explicado pero sí muy inquieto por el devenir de una historia que fascina y que solo quieres poder revisionar. 




Trois souvenirs de ma jeunesse (2015)  Nacionalidad: Francia  Director: Arnaud Desplechin  

Delicada, intensa y afectada película, con la actuación casi testimonial de Mathieu Amalric que en un momento de su vida recuerda los tres hechos de su infancia y adolescencia que realmente han marcado la persona que a día de hoy es. Una persona de la que poco sabremos pero que por un par de retazos intuiremos infeliz, melancólica, incluso algo rendida a un futuro sin demasiadas expectativas. Y los tres instantes son uno breve sobre la infancia y el trauma de una madre enferma, un segundo en clave casi de thriller sobre una incursión con un "trabajo" en la URSS comunista y un tercer recuerdo, el más extenso con mucha diferencia, que nos habla de su amor por Esther. Así familia, amor y amistad (el encargo de la URSS lo acepta por seguir a un amigo) son los tres recuerdos encontrados. Y ese principio que apuntaba a Resnais y Marienbad pronto se materializa en una trama intensa, de amor total pero imposible de mantener en el tiempo, de crecimiento personal, que nos remite mucho más a Truffaut, por poner un ejemplo. Pero Desplechin tiene carácter propio e hilvana una historia de necesidades, locuras y corduras, apegos y desapegos y amores totales que sobrepasan su duración temporal y que nos gritan desde un pasado perdido para incordiarnos con la imposibilidad de recuperarlos, al amor y al pasado. Tres recuerdos. Las cosas que han importado en nuestras vidas y nos han forjado. para bien o para mal. Para ser lo que somos.

Louisiana (The other side)  Nacionalidad: Francia, Italia  Director: Roberto Minervini

Si en su anterior documental, Roberto Minervini partía la narración en dos mitades, una que hacía referencia al rodeo y otra al integrismo religioso, en este caso son también dos caras de la misma moneda las que nos muestra The other side, tan contrarias como complementarias. En la más corta y anecdótica, se nos muestra un grupo de ex-soldados cargados de adrenalina que entre tiros, masculinidades y fiestas pretenden volver a los EEUU a su esplendor. En el tramo más largo del documental la película también se centra en un ex-soldado. En este caso vencido, abandonado, viviendo al margen de la legalidad en territorio de nadie y rodeado de perdedores condenados a la muerte. Minervini nos muestra de forma fría y objetiva escenas de drogradicción y pinchazos, sexo y algunos otros momentos más tiernos y familiares. Mete su cámara al lado de los protagonistas, se convierte en su sombra y consigue llevarnos muy al límite, de lo moral, de lo sensacionalista. Es lo que hay. Encerrados en la sala solo podemos o bien salir de ella, o bien mirar. Y miramos. Con ese horror entre el morbo y la fascinación, el dolor extremo y la ternura.





Nasty Baby (2015)  Nacionalidad: EEUU  Director: Sebastián Silva

Tanto Magic, Magic como La nana eran dos películas de Sebastián Silva que me gustaban mucho, así que la decepción con este Nasty Baby ha sido mayúscula. Nos situamos en Brooklyn y vemos como una pareja gay y su mejor amiga desean tener un hijo de parto natural. Como el semen de uno de los miembros de la pareja no consigue dejar embarazada a la chica, muy necesitada de un hijo, el otro hombre, más recelosos en un principio termina por hacerse donante. Todo ello aderezado por la presencia inquietante de un vecino homófobo y con problemas mentales que les amarga la vida. El trío protagonista pasea sus neuras y sus estupideces de gente egoísta y ensimismada con su vida más o menos acomodada durante una hora de cinta, con una estética y una dirección muy pobres, más cuando la historia en esta primera hora carece de interés. Entonces llega el golpe de efecto. Pero el giro es tan previsible como ridículo. Visto mil veces y explicado mejor y con más nervio. La conclusión: que son todos unos ególatras de cuidado. Como la película. De un ombliguismo cargante. Una pena. 



John From (2015)  Nacionalidad: Prtugal  Director: Joao Nicolao

Una de las historias más raras y personales de esta edición del D'A, pero a mi entender, absolutamente fallida. Es verano y una adolescente que ya empieza a no serlo pasa las horas muertas junto a una amiga, sin demasiado que hacer. Planos largos, tedio y un cierto aire lacónico pinta de sopor el sopor que las protagonistas viven en la ficción. Pero entonces llega un vecino fotógrafo por el que nuestra adolescente se siente fascinada. Y el director vuelve a pintar, en este caso tonalidades cromáticas muy diversas y luminosas para meter la película en un delirio de fantasía y realismo mágico, sin dejar ese humor extraño, en su mayor parte debido a ese tono lacónico que no abandona la película en esta segunda mitad. Y es lo que nos cuenta John From. O entras, o no. A mí no me funcionó nunca y encontré que el marcianismo era muy impuesto, no fluía, no hacía avanzar la historia y causaba más desapego e indignación que fascinación. Pero en la sesión hubieron algunos aplausos. Y pocos hay tras las proyecciones. así que lo de siempre...


lunes, 25 de abril de 2016

Crónica D'A 2016 (1)

Un año más, el festival D'A, Festival Internacional de Cine de Autor de Barcelona, nos trae durante diez días una selección del mejor cine independiente mundial. Cintas que han triunfado por los festivales más prestigiosos del mundo y algunas apuestas personales forman el global de un certamen que no solo está consolidado desde hace años, si no que además acostumbra a tener un nivel de programación muy alto y cuidado. Sin ir más lejos, de las siete películas que he visto hasta ahora en esta edición, cuatro me parecen brillantes y solo una francamente floja. Pero más allá de mis opiniones personales, el ambiente general que se respira entre los asistentes al D'A es que la programación, año tras año, colma las expectativas de un público entregado, pero exigente. 
Sin más parafernalia, voy a compartir con vosotros mis breves impresiones de lo visto hasta ahora, ordenando las películas vistas de la que más a la que menos me ha gustado. Un lujo estar de nuevo por aquí...




KAILI BLUES (2015)  Nacionalidad: China  Director Gan Bi

Apuntad el nombre de Gan Bi, porque si sigue por este camino, a buen seguro va a ser uno de los directores referencia de la nueva hornada del cine de autor asiático en los próximos festivales. ¿Y qué es esta ópera prima que causa fascinaciones y renuncias? Pues siento no estar muy seguro y poder daros una respuesta concreta. Kaili Blues es ante todo una experiencia. Primero un conjunto de planos más bien estáticos, de estética decadente, de colores tenues e interiores sórdidos que construyen una historia a base de informaciones confusas y caóticas. Una familia disfuncional, un niño abandonado por su padre y un hospital en que trabaja el tío del niño. Es quizás la parte más complicada de asumir. Pero entonces comienza el viaje. El tío a la búsqueda de su sobrino y de un antiguo amor de su compañera de trabajo. Entonces aparece el título, como hacía Apichatpong Weerasethakul cuando cambiaba la película a la mitad de Blissfully Yours. Y vaya si la cambia Gan Bi. El viaje que emprende nuestro protagonista, en su mayor parte un fascinante plano secuencia, cargará la película de misterio, de poesía, de un onirismo fantasmagórico que unirá pasado y presente, realidad y ensoñación, materialismo y espiritualidad, Los trenes cobran importancia. Y nos acordamos de aquel extraño tren que aparecía en la primera parte y que no logramos entender. Y la cobran los relojes, que también estuvieron presentes al principio. Y uno solo desea volverla a ver para intentar sacar más información de lo que quizás no la tiene. Un sueño en una China perdida en las montañas, tan sucia como fascinante. Una película que crece y crece. Una joya de las que cuesta encontrar.




CHRONIC (2015)  Nacionalidad: México, Francia  Director: Michel Franco

Si con Después de Lucía el director Michel Franco logró estremecernos por la dureza de la trama de su película y ese estilo seco y austero que nos dejaba francamente impactados, en Chronic sigue por la misma vía y acrecenta incluso, la dureza global del conjunto obteniendo una película casi perfecta, pero de una dificultad de visionado considerable. Un brillante y omnipresente Tim Roth, con un pasado durísimo a sus espaldas, cuida a enfermos terminales. Intenta acompañarlos, darles cariño y atenuar su dolor. Se entrega a su trabajo, que es su vida. Porque él es un vivo terminal, sin ninguna otra expectativa que cuidar a estos moribundos, como si ejerciese de vampiro y consiguiese succionar un poco de vida de aquellos que mueren, para poder seguir adelante. Otra vez seca, austera, implacable, pausada, cercana al estilo documental, sin escatimar algunas escenas muy duras pero sin hincapiés emocionales, Franco logra aterrarnos y conmovernos y tratar temas colaterales como el abandono de los familiares a sus enfermos y la incapacidad de asumir el cariño que puede brindarles su cuidador, además de alguna otra temática moral que subyace y que al final sale a flote en el film. Con un final que muchos tildan de absurdo pero que es muy consecuente con sus últimos minutos, Franco termina por desmoronarnos. Una experiencia dura que se fabrica a base de gran cine.




AHORA SÍ, ANTES NO (2015)  Nacionalidad: Corea del Sur  Director: Hong Sang-soo

El incombustible Hong Sang-soo vuelve con una de sus variantes a su eterno tema, en una de sus películas que dejan más espacio a la reflexión y al debate, una vez finalizada. Un director de cine de autor, como no, va a dar una charla tras la proyección de una sus películas. Por ello se desplaza al lugar donde tendrá lugar la sesión. Pero llega un día antes y conoce a una chica de la que se enamora. Charlan, cenan, beben, por supuesto. Y se muestran al otro de la manera que consideran adecuada para llegar a culminar una noche de amor. Hong Sang-soo nos muestra dos variantes de un mismo encuentro y sus posteriores consecuencias con variaciones notables pero encuadradas en un mismo marco y en unas mismas condiciones. Las historias acabarán distintas o no, pero las variantes harán que cambien las actitudes, incluso el flujo vital de las personas que se dan cita en esta breve historia. Hong Sang-soo parece decirnos que las decisiones pequeñas cuentan, que la predisposición anímica es fundamental en nuestras vidas, que no es lo mismo fracaso rencoroso, que fracaso tierno, que a veces es más importante el cómo que el qué. O simplemente juega y se divierte con una de sus ficciones desdobladas mientras nosotros buscamos explicaciones. En cualquiera de los dos casos, como en una de sus películas desdobladas, el resultante es estimulante. 




TAKLUB (2015)  Nacionalidad: Filipina  Director: Brillante Mendoza

El director filipino Brillante Mendoza, se acerca a una ciudad que un año atrás fue arrasada por el tifón Haiyán, uno de los más devastadores de la historia de Filipinas, para acompañar, entre la ficción y el documental, a sus supervivientes. Y lo que nos muestra es poco esperanzador. Familias descompuestas que han perdido a varios miembros de su familia y viven con ese dolor y esa impotencia, otras con hogares en la ruina sobreviviendo casi a la intemperie. Y mientras la burocracia inoperante e insensible incapaz de ayudar, con los papeles mezclándose consecuencia del viento, en una gráfica y magistral secuencia que sirve de metáfora del aspecto burocrático de la realidad que se vive allí. Pese a los dramas, pese al siempre presente caos de las películas de Mendoza, pese al terror interiorizado de que la catástrofe se repita, pese al dolor latente, como siempre, Mendoza lograr sacar algunas chispas de esperanza, de emoción, de belleza quizás decadente, pero belleza al fin y al cabo. En su intención de denuncia, quizás pueda cometer algún exceso tremendista, pero seguro que justificado, seguro que para nada inferior a las realidades de las personas víctimas del tifón, cuyas vidas reales se mezclan con las que el director filipino ficciona, allí, en la ciudad devastada, en la ciudad olvidada por los medios. Y Brillante Mendoza denuncia y arropa desde el respeto y la humanidad. 



CEGADOS POR EL SOL (2015)  Nacionalidad: Italia, Francia  Director: Luca Guadagnino

Una feroz indignación que no comparto, causó mayoritariamente la cinta inaugural del D'A, Cegados por el Sol. Antes que nada decir que yo no he visto La piscina de Jaques Deray, película que toma como base para realizar un libre remake, así que la juzgo por lo que su visionado me ha sugerido y sin comparar. Y Cegados por el sol ante todo me parece un capricho, sensual, de verano, siguiendo las andanzas de una gente ya de por sí caprichosa y ensimismada en su mundo. Y creo que parte de la incomprensión surge de ese modo de ver el mundo de sus protagonistas, todos ellos sumamente antipáticos. Un muy pasado de vueltas Ralph Fiennes y su ex, la cantante Tilda Swinton en un retiro casi espiritual, se encuentran unos días en la isla de Lampedusa, en la que la cantante estaba con su nueva pareja, el soso Matthias Schoenaerts. Fiennes llega acompañado de su hija, la joven Dakota Johnson y claro, la sexualidad, sentimientos y tentaciones estallan. La inconsciencia de sus protagonistas los lleva a disfrutar de la isla y sus posibilidades, turísticas, gastronómicas, al tiempo que dudan sobre su futuro y sus relaciones, afectivas y sexuales, incluso vitales. Pero dudan mientas siguen haciendo el gilipollas, para que nos entendamos. El tramo final varía con la entrada del elemento thriller, pero no cambia en su absurda desidia, en el ensimismamiento de unos personajes que resultan ridículos. En el tramo final el humor y el desapego por unos personajes a los que ya todos detestamos se hace obvio en las decisiones de guión y dirección. Y el carpe diem y el infierno se enfocan casi igual. Como si pasaran por allí mientras las estrellas y allegados siguen con su vida al margen. Capricho calenturiento y visión decadente de un extracto de la sociedad muy concreto, pero quizás más o menos extrapolable al resto. Nada mal, la verdad. 




CHEVALIER (2015)  Nacionalidad: Grecia  Directora: Athina Rachel Tsangari

Muy en la linea del delirio y surrealismo del cine griego de lo que llevamos de siglo, la directora Athina Rachel Tsangari sitúa la acción del film en un barco en el que un grupo de hombres compiten por cosas de lo más absurdo, desde quien tiene una analítica más sana, a quien duerme en mejor posición o lleva una vida familiar más modélica. Obviamente, detrás de cada uno de los protagonistas, a cual más perfecto, se esconden un grupo de amargados e infelices en que quizás el único que se salva es el invitado de última hora y menos acorde al modelo macho varonil triunfador al que quieren aspirar el resto. Formada desde el absurdo por un conjunto de gags y ocurrencias, la película tiene en su contra una preocupante falta de ritmo y obviamente es irregular según la gracia y el acierto del gag en cuestión. A su favor, la cinta es consecuente desde el inicio al final, sin salidas de tonos, sin giros de última hora, sin más estridencias que la que el propio film plantea. Si hay lectura o no política o social, no lo tengo tan claro. Ahí cada uno que lea lo que pueda o quiera. En mi opinión es curiosa y consecuente, con algunos gags divertidos pero en su conjunto, fallida.




BANG GANG (2015)  Nacionalidad: Francia  Directora: Eva Husson

La única decepción sin peros de lo que hasta ahora llevo visto en el D'A es Bang Gang (une histoire d'amour moderne) , una presunta película polémica y de alto contenido sexual que al principio se deja ver, para poco a poco ir cayendo en la repetición y la estupidez y al final hasta en la vergüenza. Pongamos que vamos a hacer un Kids maistream en que un grupo de jóvenes se van a tirar al exceso de drogas y sobre todo de sexo y en que algunos ya son experimentados en la materia pero otros son principiantes. Pongamos que si en Kids el exceso se llevaba hasta las últimas consecuencias, aquí pronto vemos que las historias de adolescentes de amor y amistad tienen más importancia que las de sus adicciones y sexualidades. Las orgías (de contenido sexual nada explícito, por si os interesa saberlo) son una excusa, primero para narrar una historia de celos y enamoramientos y amistades muy básicas, pero, y lo que es peor y a contrapronóstico, terminar con un discursito a modo de moraleja final muy retrógrado y conservador. Unos créditos finales difíciles de creer ya provocaron la risa de la sala. Entretiene durante, no voy a negarlo, pero el resultado final es obvio, deficiente y de un conservadurismo hiriente. Yo prescindiría.