Maniac (1980) de William Lustig: Previo Sitges 2012

Hoy he recibido la grata noticia de que por tercer año consecutivo se me acredita para el Festival de Sitges. Una vez más del 4 al 14 de octubre estaré por allí haciendo la cobertura más amplia y más trabajada que sea capaz. Con la ilusión, se me ha ocurrido hacer una sección que no sé cuantas entradas va a tener y que terminará con el inicio del Festival que se trata de hablar de películas que de alguna manera están relacionadas con la edición del festival de este año. De esta manera vamos repasando algunos de los títulos de la presente edición y al tiempo los contextualizamos parcialmente. Lo más habitual será reseñar alguna película antigua de algún director que participa en esta edición. Por ejemplo, como va David Cronenberg, pues veré alguna película suya y hablaré sobre ella. Sin embargo, hoy, la película a tratar es más obvia.

En esta edición de Sitges participa la película Maniac (ficha en filmaffinity y trailer), un remake de una película de 1980 dirigida por William Lustig. Hoy, en el primer post del previo Festival de Sitges 2012, la película original, el Maniac de los 80.

Si bien el festival de Sitges programa películas de los más diversos géneros por sus distintas secciones y además, el concepto de fantástico con que programa la sección oficial es tan amplio que a veces sorprende, es obvio que sigue presentando varias de las películas de terror más esperadas y cotizadas del año. En esta ocasión, entre los títulos avanzados hay muchos que parecen tratar el género de terror en sus más diversas vertientes. Maniac, tanto el original como por lo que parece el remake, es un slasher puro y duro, género que me divierte profundamente. Esta película de 1980 no ha sido la excepción.

El Maniac de 1980 es un producto típico de finales de los 70 y principios de los 80, muy violento, muy gore y totalmente adscrito al sub-género exploit. El director, William Lustig, procedía del cine porno y digamos que ésta era su primera película "convencional" o "comercial". Y las comillas no son baladíes pues la película no solo tiene poco de convencional y comercial sino que además, difiere poco en el planteamiento de una película porno. Me explico. Vemos a una mujer o a una pareja, la cámara se detiene brevemente en ellos, aparece el asesino y entonces la película va a lo que le interesa, a la persecución y la forma salvaje y sangrienta como el asesino termina con nuestros "protagonistas". Una vez masacrados pasamos a otros personajes y de nuevo lo mismo. Si en el porno todo parece relleno hasta que se consuma la escena sexual, aquí, todo es más o menos relleno hasta que se consuma el asesinato.

Sin embargo Maniac goza de cierto prestigio entre los amantes del cine de terror y el gore y no sin motivo. Pese a un guión muy convencional y en algunos instantes tan malo que es graciosamente delirante (la relación entre el asesino y la fotógrafa es de juzgado de guardia) y pese a estar llena de tópicos, un par de cosas la sitúan claramente por encima de la media de estos productos. En primer lugar la brutal interpretación que el actor Joe Spinell, un actor que aparecía en El padrino, Rocky o quizás lo recordaréis como jefe de Robert de Niro en Taxi Driver y que clava la interpretación de asesino en serie demente, frágil y lleno de complejos y traumas que lo llevan a una locura total. Su personajes es sucio, grasiento, gordo, desagradable y sudoroso. De la misma manera, la película tiene el mérito de lograr transmitir esa putrefacción, esa suciedad que impregna la vida cotidiana del protagonista, con un apartamento cochambroso, lleno de restos de sus víctimas, maloliente, asqueroso, ...

Y para los aficionados al terror y al gore un par de escenas de antología, la ensoñación del protagonista en que sus maniquíes se vengan de él descuartizándolo y la escena del asesinato en el coche. Aquí podemos introducir una curiosidad. El actor asesinado con un tiro que hace explotar su cabeza es Tom Savini, genio creador de los imaginativos efectos especiales de esta película y muchas otras, adorado por los aficionados al terror y que en esta ocasión se permite el lujo de realizar este pequeño papel, en una escena que suele formar parte de las antologías del gore y que además, según parece, está inspirada en uno de los asesinatos reales de "El hijo de Sam". Para los fans, los valientes o los curiosos, la podéis ver a continuación.

En definitiva una película que los aficionados al género de terror, de los asesinos en serie y de los slashers podrán disfrutar sin complejos y sin coartadas. Un título de culto que quizás ahora, con el remake, será descubierto por muchas personas. Una cinta solo para los amantes de un tipo de cine y muy de una época concreta. Los salvajes y sucios años 70 y principios de los 80. Maniac de William Lustig. Este año en Sitges el remake.