Cine en catalán: Premios Gaudí

El lunes 6 de febrero tuvo lugar la ceremonia de entrega de los cuartos Premios Gaudí. La reciente academia catalana premia varias categorías de cine producido en Cataluña y poco a poco se está afianzando. No voy a hablar de la Gala porque tantos días después está todo dicho (sosa, con una emisión de 30 minutos de retraso por televisión que en tiempos de twitter son terribles, con premios absurdísimos como el de actriz secundaria a Vicky Peña por un papel brevísimo y sin demasiado mérito) y tampoco voy a hacer un repaso de los premios (que podéis ver aquí). Solo comentar que las películas triunfadoras fueron Mientras duermes (película hablada en castellano) y Eva (película hablada en catalán, aunque en este caso la peli es bilingüe) y que los Goya deberían tomar ejemplo pues son dos de las sin duda cuatro mejores películas del año y no están ni nominadas. Como digo a veces, el fantástico o el thriller o el terror es considerado por algunos géneros menores que no merecen premios. Están muy equivocados.

Pero el post de hoy lo que pretende, a raíz de estos premios, es hablar de cine en lengua catalana. De hecho, la única categoría que me interesa de estos premios es la de cine hablado en catalán. El resto, que sea producido en Cataluña, Madrid, País Vasco, Galicia o Extremadura me da igual porque no aporta ningún rasgo distintivo. No lo critico, si son los premios catalanes se deben dar a la industria catalana, solo declaro mi indiferencia. Como decía, me interesa mucho más los premios que se dan a películas habladas en catalán. Por aquí siempre nos invade la polémica de los doblajes y de si se deberían doblar más películas al catalán. Yo, amante de la V.O., considero que el cine en Cataluña (como en toda España) debería estrenarse en salas en VO con subtítulos. En el caso de Cataluña, la mitad de salas con subtítulos en catalán y la mitad en castellano. ¿Fácil, no? Pues nunca lo es. Sin embargo, puesto que tal pretensión es utópica porque los españoles cine en VO poco, y que el doblaje vale dinero y las trabas para con el catalán son muchísimas, al menos se debe fomentar el cine hablado y rodado en catalán. Los Gaudí son un trampolín para nuestro cine, en nuestra lengua (para los de fuera decir que aquí, la gente no cree para nada en el cine en catalán, y al menos, desde los Gaudí, los cinéfilos y parte de la población está cambiando) y ayudan a su difusión y por lo tanto a su creación. Así que bienvenidos sean.

                   

Además, las películas premiadas hasta ahora son por lo menos interesantes. El primer año se premió a El cant dels ocells de Albert Serra una película muy independiente y muy extrema, de ésas que solo defenderán una mínima parte de los cinéfilos más raros, que adoran en Cannes y que si bien es difícil de catalogar y de puntuar, sí es una rara avis en la cinematografía mundial de un director que es todo un personaje y que goza de cierta popularidad en pequeños círculos en Cataluña. Una obra en blanco y negro, con fotografía espléndida, diálogos absurdos y una contemplación enfermiza y que nos muestra a los tres Reyes Magos en su caminata para visitar el nacimiento del niño Jesús. Dado el bajo nivel del primer año se premió bien. Los otros dos años se premió a dos películas enormes, que seguro muchos habréis visto o bien en catalán, en catalán con subtítulos o dobladas al castellano. Me refiero a Tres dies amb la família y Pa negre. La primera es un espléndido y duro retrato de una familia catalana que saca a relucir sus rencillas ante la muerte de un ser querido. Rodada por la debutante Mar Coll, alumna de la ESCAC, y teniendo como especial mérito la naturalidad y verdad que desprende tanto la historia como las interpretaciones de sus protagonistas, la película es de una calidad innegable y de una aparente sencillez que encierra mucho talento y una muy personal historia que contar. La película triunfó en festivales de todo el mundo. Y de Pa negre poco puedo añadir que no sepáis. Ganadora el año pasado de un montón de Goyas y candidata por España (finalmente no elegida) a los Oscar de esta edición, la película es de un prestigioso director, Agustí Villaronga, un hombre que hace un cine muy extremo, en ocasiones claramente homosexual, y que con Pa negre realiza su película más comercial y fácil para llegar al público, aunque no necesariamente la mejor de su filmografía. Adaptando un relato de Emili Teixidor, la película que narra los años de la posguerra y las penurias que tienen que pasar los perdedores el conflicto en un pueblo catalán está cargada de sensibilidad y buenas interpretaciones y a demás tiende a emocionar, pese a que es una historia que ya hemos visto varias veces de uno u otra manera. La mano maestra en este caso de su buen director y ciertas casualidades, le dan el estado de gracia que la hace destacar por encima de la media.

Este año se ha premiado a Eva, una muy buena película, así que al menos las ganadoras de los Gaudí merecen la pena. Pero cuáles son las acompañantes de estas cintas, las nominadas de las que casi nadie fuera de Cataluña sabe nada. Pues vamos a terminar el post de hoy hablando de las cuatro películas nominadas a mejor película de habla catalana. Hablaré de ellas, como hago habitualmente, en orden descendiente según mis gustos, es decir de la que más a la que menos me ha gustado.

La película ganadora (y la mejor película hablada en catalán, en parte, del año) es la muy prometedora ópera prima de Kike Maíllo Eva. En realidad Eva, no es tanto una película futurista como un drama del futuro en que la ciencia ficción es el pretexto para construir una historia de amor, encuentros, desencuentros, soledades y esperanzas a su alrededor. La película está rodada con suma elegancia y tiene un cuidado guión que interesa, mantiene el ritmo y además, sorprende. Se apoya además en unas buenas interpretaciones, destacando sobretodo a Marta Etura, que imprime una dulzura extrema a su personaje, el robot Lluis Homar y la niña Claudia Vega, todo un descubrimiento, una absoluta pasada. A todo el tono lánguido de la película le favorecen mucho unos escenarios hermosos y nevados, mucho más fríos, por ejemplo, que los robots que en ella aparecen, a veces más humanos que los humanos. Además, los efectos digitales son espléndidos y poco tienen que envidiar a películas de grandes presupuestos. También parece curiosa la mezcla de modernidad robótica con un cierto diseño clásico de los interiores de las viviendas que los personajes habitan, creando una extraña sensación de tecnología mezclada con calidez. Podríamos encontrarle algunos peros, sin duda, pero la película renueva de nuevo el cine español desde dentro (y desde el cine de género) es visualmente potente y emociona con su guión e interpretaciones al tiempo que es capaz de sorprendernos. Se puede pedir más, seguro, pero es una de las mejores óperas primas españolas de los últimos años.

Me sorprendió bastante favorablemente una de las nominadas, Catalunya über alles!, la tercera película del joven realizador Ramon Térmens que tras la poca repercusión que tuvo su segunda película Negro Buenos Aires regresa al catalán y a la fórmula de película con tres historias relacionadas de su estimulante y reivindicada ópera prima (co-dirigida con Carles Torras) Joves (luego Carles Torras dirigió Trash y otras de las nominadas este año Open 24 horas) y consigue unos resultados bastante satisfactorias. La película se sitúa en un pueblo del interior de Cataluña y nos habla de lo cerrados y rencorosos y fascistas y racistas que pueden ser sus habitantes. Diríamos que es una película muy crítica con el catalán "de pura cepa", el que tiene sangre catalana desde varias generaciones y su intolerancia. La historia de un violador que vuelve al pueblo tras años de cárcel , de un negro que quiere un trabajo digno para sacar adelante a su familia y de un adinerado joven capaz de todo para mantener sus privilegios se solapan en un mismo espacio y nos muestran una película muy bien dirigida, muy bien interpretada por un reparto muy coral y que sin embargo suele abusar en muchos momentos del sensacionalismo y de un cierto tono de adoctrinamiento moral. Sin embargo, este exceso manipulador se atenúa conforme avanza la película y sin ser nada del otro mundo termina por verse con cierto interés, agrado y un poco de miedo al comprobar como son nuestros semejantes.

Open 24 horas, como decía, es la tercera película de Carles Torras que se está convirtiendo en uno de las directores más empeñados en rodar en catalán. Es una película muy pequeña, muy independiente y muy corta, rodada en blanco y negro y que nos muestra el día a día de un infeliz guardia de seguridad, que vive en la periferia de la gran ciudad y que tiene una familia con un padre tirano y un hermano enfermo. Las continuas vejaciones y desprecios con los que se va enfrentando día a día, así como la manifiesta monotonía de su vida (que el director muestra haciendo que el espectador se aburra tanto como el protagonista) van haciendo que el carácter tímido del chico se vaya transformando. La película resulta curiosa y vista en la distancia (la pude ver en Sitges) incluso interesante. El problema es que es una película que de alguna manera ya hemos visto muchas otras veces (Jaime Rosales hizo algo muy parecido) y que no aporta mucho para diferenciarse y que además termina de forma algo forzada. Yo diría que una buena idea mal rematada, sin dotarla de la suficiente personalidad y dejándose llevar por esos tópicos del cine de autor contemplativo algo manidos. Pese a ello, por lo menos, es valiente dentro de nuestra cinematografía y muchos críticos, la reivindican.

Finalmente, la peor de las nominadas con bastante diferencia es Bruc, la llegenda, una especie, para que os hagáis a la idea de "Braveheart a la catalana", es decir una película de aventuras patriótica que utiliza el personaje del "timbaler del Bruc" para inventar una historia posterior a lo que explica su leyenda y mostrar una escabechina entre los buenos y nobles catalanes y los infames franceses. Aceptado ésto, al menos la película podría divertir, pero le cuesta. Su primera mitad es torpe en las secuencias de acción, en el acelerado montaje, en el guión e incluso en las interpretaciones. La segunda mitad mejora y las secuencias de acción están mejor hechas y por lo menos uno pasa el rato cuando ya no contaba con ello. Destacar la interpretación de Juan José Ballesta, un madrileño hablando un muy buen catalán durante (y tras) la película. Por lo demás, muy prescindible.



Muchas de las películas reseñadas se pueden encontrar en filmin en catalán con subtítulos (Open 24 h, Catalunya über alles!, Tres dies amb la família y  El cant dels ocells). También lo están Joves, Trash y Negro buenos Aires. Las otras son muy fáciles de encontrar. Tanto Pa negre como Bruc, la llegenda (en castellano Bruc, el desafío) están editadas en dvd. Y Eva lo estará en breve. Si estáis interesados, a disfrutarlas.