miércoles, 23 de marzo de 2011

Estrenos y película de la semana: La mitad de Óscar.

Película de la semana: La mitad de Óscar 





La mitad de Óscar, la última película de Luis Martín Cuenca, es un salto al vacío sin red en el panorama del cine español actual. Para situar al lector sobre el tipo de película de la que hablamos, puedo decir que los referentes más immediatos que se me ocurren son, en el panorama nacional el cine de Jaime Rosales o esa rara avis dirigida por Luis Sampieri titulada Fin. En el panorama internacional la película pretende acercarse en intenciones al cine del radical director argentino Lisandro Alonso, al Gus Van Sant más experimental y abstracto  o a un tipo de cine asiático, sobretodo de nuevos directores independientes de China, Taiwán o el sudeste asiático que nos hablan de soledad e incomunicación. La película, recomendable para un espectador abierto a nuevas tendencias y maneras de hacer cine, logra sus objetivos en parte, ya que supera bien el objetivo de trasmitir la soledad del personaje protagonista, pero termina por suavizar el discurso formal, resultando menos consecuente que los referentes antes citados (que pueden gustar o no, a mí de hecho no me gusta Fin, pero que no se les pude negar que son consecuentes hasta el final) y quedando un poco en terreno de nadie.

Empecemos por los logros, que a mi parecer superan de mucho a los deméritos (aunque en este tipo de película la línea que separa los unos de los otros es de una delgadez peligrosa).
Óscar, el personaje principal, está condenado a la soledad. Para lograr trasmitir esa terrible soledad, Luis Martín Cuenca utiliza una serie de recursos formales con la intención de intensificar la percepción de ese estado. En primer lugar, mira a sus personajes desde la distancia, mostrando sus emociones en la penumbra o filmando a sus espaldas en las escenas más emotivas. Así pues, el espectador no se identifica con el dolor del protagonista, no le quiere, no empatiza con él y no amortigua con su comprensión, la soledad de éste. En las decisiones estrictamente técnicas, también todo se hace con la misma intención de mostrar el vacío, la soledad y la imposibilidad de comunicarse de su protagonista: la narración está compuesta por largos planos fijos, se prescinde de la música y no hay excesivos diálogos. Importan los paisajes, el sonido del viento, el del mar, los silencios, lo que no se cuenta, las miradas esquivas.
Funcionan también los personajes ajenos al trío protagonista que asoman tímidamente sus vidas por el relato: el jubilado compañero de Óscar, para el que se recurre a un actor no profesional que trasmite frescura y verdad en su simpleza, el abuelo moribundo, para el que se filma a un enfermo real de alzheimer agonizante, en una elección de debatible código ético y el taxista interpretado por Antonio de la Torre, el personaje más opinable de todos ya que rompe el tono del relato, pero que conecta al protagonista con el "mundo real".


Hay una escena hacia el final, en el hotel, donde Óscar y su hermana María son filmados en la penumbra ante un ventanal que muestra una preciosa vista de la inmensidad del mar mientras amanece. María desaparece del plano dejando a Óscar solo un largo rato, en una mitad de la pantalla, para más tarde, volver a entrar en el plano. Es una especie de dramatización del título "la mitad de Óscar". Ambos, el título y la secuencia tienen belleza, un cierto misterio, pero carecen de sutileza. Es el principio de un final demasiado explicativo.
Minutos antes, hay una escena en que los tres personajes protagonistas deambulan por un terreno escarpado cercano al mar. La escena es larga  y los caminos de los tres protagonistas parecen aleatorios. Camina cada uno por su cuenta, perdidos, caprichosos. Finalmente, la larga secuencia termina cuando los tres van llegando a la orilla, hasta juntarse mirando la inmensidad del mar. Es en esa secuencia donde las intenciones rompedoras del director están más cerca de la sublimidad. Es ahí cuando el Van Sant  de Gerry o Last days está próximo.
Sin embargo, minutos después viene la escena de la ventana que termina de forma muy explícita. A partir de entonces el relato se empeña en dejar todos los cabos atados, toda la narración cerrada, sin espacio para las elipsis que había construído, sin huecos para que el espectador complete con su inteligencia. No es que esté mal, pero no concuerda con el riesgo formal que hasta minutos antes había dominado el relato. Te deja con la sensación que decía al principio, una historia que estaba contada con un riesgo del que se acaba prescindiendo en última instancia. Pese a todo, un mal menor para una película muy interesante.


No quiero acabar la crónica de la película de la semana sin hacer alusión al tema de debate de la semana pasada con respecto al público y su asistencia masiva a ver Torrente. Muchos defendisteis la libertad del público de ir a entretenerse y no os parecía mal que la película de Segura rompiese la taquilla. Yo hablaba de equilibrio. Fui a ver la La mitad de Óscar un lunes a las 20'00h. en la única sala de Barcelona ciudad donde se proyectaba. Éramos unos diez. Si el espectador de cine no hace un esfuerzo intelectual para ver este tipo de películas, como el cine es una industria, terminarán por no hacerse y solo se harán torrentes de turno. No me parece mal que el espectador vaya a pasar el rato con películas como Torrente y que esta recaude un montón, pero quiero seguir viendo cine de calidad y para ello, quizás alguien debería empezar a educar al público, al menos, en ambas direcciones. Una utopía.

Igual como ocurrió la semana pasada, también podéis leer un crítica espléndida de la película en el blog de Scotty

Otros estrenos que he visto


Nunca me abandones, la película de Mark Romanek que adapta el libro de Kazuo Ishiguro produce una extraña sensación de desconcierto tras su visionado. Sin duda es por la frialdad con que está tratado el tema, por el conformismo de los protagonistas ante una situación injusta. No voy a explicar nada del argumento de este drama de ciencia ficción, aunque la película no tarda demasiado en mostrar sus cartas, pero el tono y conformismo del que hablamos, junto a una fotografía también fría, acaba produciendo una extraña sensación de tristeza, de desamparo, de lastimosa nostalgia. Como toda gran obra, al final se puede coger el sentido de este cuento triste y extrapolarlo a la sociedad en que vivimos, en que todos estamos de alguna manera obligados a hacer algo, a ser alguien. En que todos mostramos un exacerbante conformismo con lo que dictan los poderes superiores, como si no tuviésemos oportunidad de cambiar las cosas. Todo ésto y mucho más propone una película extremadamente triste y melancólica, extrañamente hermosa, que retrata desde la fábula las miserias de una sociedad egoísta y materialista y que concluye, con dolor, que tengamos la vida que tengamos se cumple siempre una máxima: no estamos muy seguros de haberla aprovechado y sin duda, necesitaríamos disponer de más tiempo del que nos han dado.

Podéis descargar la película desde el blog amigo Pelicuario


Resto de estrenos del 18 de marzo del 2011


                       

Del resto de estrenos de la semana destaca sobretodo Misterios de Lisboa, la versión para el cine de la miniserie televisiva filmada por el veterano y prestigioso director chileno afinacado en Francia Raoul Ruiz. Considerada por la crítica una de las mejores películas estrenadas en lo que va de año, me comprometo a verla lo antes posible y hablar de ella, pero su extensa duración (más de 4 horas y media) y la escasa exhibición en cines (una sesión al día a las 18'ooH. en toda Barcelona), no me han permitido verla a tiempo para el post semanal. La película es un folletín basado en la macronovela de Camilo Castelo Branco que nos arrastrará por un vendaval de aventuras y sentimientos en pleno s.XIX no solo en Portugal, sino por Francia, Italia e incluso Brasil. Al igual que el título de uno de nuestros blogs amigos, cine para gourmets.
Otro estreno a priori interesante es El mundo según Barney, película por la que el magnífico actor Paul Giamatti ganó el globo de oro este año. Basada en la novela del canadiense Mordecai Richler, la crítica cataloga de buena la película, que recorre muchos años de la caótica vida del protagonista aunque coincide que por encima de la historia sobresale la interpretación del actor. Una propuesta sin duda interesante.
Otra posibilidad para los que quieran acudir al cine a pasar un buen rato sin más, o para llevar a los niños es la película de animación Gnomeo y Julieta en la que participa el estudio Disney y en la que como se desprende del título, se versiona en clave de humor el clásico de Shakespeare.
Completan los estrenos El rito, una de exorcismos con Anthony Hopkins que echa bastante para atrás, una producción española titulada Vidas pequeñas, dirigida por Enrique Gabriel,  una historia coral que no despierta a priori demasiado interés y una producción vasca titulada Mugaldekoak (Operación Cométe), un drama bélico situado en la II Guerra Mundial, del que no sé casi nada. Como cada semana, cualquier opinión sobre lo que he visto u aportación sobre lo que no, será recibida con los brazos abiertos.

14 comentarios:

  1. Tu crítica me ha atrapado con "La mitad de Óscar", me gusta la temática de la soledad y me agradan las películas tristes, además pareces recalcar que es una película inteligente, lo que la hace más provocativa. Después decir que no veré "Nunca me abandones" porque quiero leer el libro de Kazuo Ishiguro que creo que la cinta no va a superar. A parte espero ver "El mundo según Barney" ya que me decanto por Paul Giamatti. Un abrazo.

    Mario.

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  2. Yo le tengo ganas a El Mundo según Barney. De todos modos ultimamente me paso más tiempo viendo series que pelis (no sé si has visto Deadwood, Shameless y Downton Abbey, pero son estupendas).

    El mejor audiovisual cada vez está más en TV que en el cine.

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  3. David, aprecio en lo que valen tus reflexivos e inteligentes comentarios,siempre de gran interés. No obstante hoy me has dejado doblemente noqueado. En primer lugar porque tenía la intención de ver este fin de semana "nunca me abandones" pero tu soberbio comentario sobre "la mitad de Oscar" me hace dudar.Luis Martin Cuenca ya me sorprendió en "malas temporadas".
    El segundo aspecto es el que se refiere al peliagudo tema de las descargas. Te quejas con amargura y con toda la razón de que en la película española erais diez. A la vez y con la mejor intención indicas la página de nuestra comun amiga blogera donde se puede descargar "nunca me abandones". Y yo tiendo a pensar, igual me equivoco, que tal vez erais diez el otro día porque otros veinte o más no necesitaban verla ya que ya la habían descargado. Se que es un tema polémico que ni yo mismo he resuelto aun. No dispongo de programa para descargar, pero si lo tuviese me pregunto que pasaría en mi caso con "nunca me abandones" ¿hubiera descargado? ¿me voy al cine?. Un afectuoso saludo.

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  4. Amigo David Tercero, y perdona que te llame así, pero tengo otros dos amigos peliculeros que se llaman así.
    Me quedo con tu reflexión sobre el último "torrentazo" y esa paupérrima asistencia de público para ver "La mitad de Oscar" en un cine de Barcelona ¡Dios, es muy ilustrativo!
    Pienso que las cosas van a seguir por este camino, ya que mucha gente con talento prefiere el éxito fácil y ramplón en vez de una propuesta encaminada a que la gente piense un poquito más. Triste, pero este es el asunto.

    De las pelis que nombras he visto la interesantísima "El mundo según Barney", una gozada que nos proporciona ese gran actor llamado Paul Giamatti. Te aseguro que cuando terminó la proyección estaba emocionado y eso es todo un lujo en nuestros cines actuales.

    Bueno, no me enrollo más. Gracias por la confianza que me has dado visitando mi blog y obviamente te engancho al mío.
    Un abrazote, amigo.

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  5. Hola Mario, "La mitad de Óscar" trata sobre la soledad casi absoluta y es muy arriesgada formalmente, lo que la hace interesante para un público realmente cinéfilo, entre el que tu claramente te encuentras, así que te la recomiendo, aunque ya sabes que luego a veces diferimos claramente en gustos... No he leído nada de Ishiguro y como te he visto recomendarlo también por otros blogs, lo tendré presente. Un abrazo.

    Miguel A. Pazos Fernández, sé que en televisión hay grandes propuestas, pero la verdad es que no he visto (ni tan solo conocía) las que me propones. Me las anoto, pero una serie requiere mucho tiempo y yo dispongo de tan poco... Un saludo.

    V, en primer lugar, creo que "Nunca me abandones" es una muy buena película, así que si te apetecía verla, yo no me lo pensaría. A "La mitad de Óscar" hay que defenderla por varios motivos, sobretodo por su valentía, pero es una película que seguro tendrá muchos detractores. Si te gustó "Malas temporadas" ya tienes algo a favor, aunque ésta es mucho más radical en sus formas. La decisión es tuya. Creo que las dos valen mucho la pena. En segundo lugar tienes toda la razón en el tema de la dificultad de de abordar con coherencia el tema de las descargas y en mi contradicción. Lo que sí te puedo asegurar es que en el cine éramos 10, porque la película no despierta el interés de la gente, ya que esta película seguro que no está por la red. Yo reconozco que no tengo el tiempo ni la moral de ver todas las películas de las que hablo en el cine, creo que las películas se disfrutan más en pantalla grande y soy un defensor de las salas, pero suelo ir una o a lo más dos veces por semana al cine y luego completo desde casa. Como voy más que la media me siento libre de mala conciencia (je,je) pero sí que es un tema peliagudo que requeriría mucho espacio y que dejaré por el momento abierto y dándote la razón sobre mi incongruencia. Un abrazo.

    ANRO, bienvenido. Ha sido un placer visitar tu blog y lo seguiré haciendo porque es espléndido y tiene unos posts completísimos en los que seguro, me apetecerá participar. Por cierto, aunque yo no llevo mucho tiempo en el mundo de los blogs, ya voy viendo la gran afluencia de Davids por aquí... Me alegra mucho que opines sobre una película que no he podido ver y más que sea una recomendación sin paliativos de "El mundo según Barney" porque si ya me apetecía verla, ahora todavía más. Nos vamos leyendo. Un abrazo.

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  6. gensantadelamorhermoso, yo no quiero crear polémicas, si me gusta mucho una peli la voy a ver al cine y si puedo, también me la descargo, para verla en otro momento, si me gusta una peli sin llamarme mucho la atención nunca he ido ni iría al cine y me la descargaría y si no me gusta directamente me espero a que la pongan en la tele para dormir la siesta.
    Sólo se copia lo bueno, los piratas nunca se equivocan ;).
    Gracias David, eres un encanto. Un abrazo

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  7. Interesante semana de títulos: Me quedo con Never Let Me Go y la Vida según Barney. La Mitad de Óscar me llamó la atención desde que Gregorio Belinchó comenzó su bombo en el país, parece diferente.

    Semana de terror también con El Rito y Roommate pero ni una ni otra me llama la atención. Un saludo.

    Emilio Luna.

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  8. Hola Isabel, yo la verdad es que combino cine y películas descargadas, pero es cierto que hasta que no se encuentren soluciones para los tiempos que corren, la industria está en peligro. Quiero remarcar que en el blog de Isabel, Pelicuario, suelen estar en descarga películas antiguas que no van a hacer ningún daño a la taquilla. Lo de "Nunca me abandones" ha sido la excepción. Isabel, un abrazo.

    Bienvenido Emilio Luna, ¿al final se ha estrenado "The Rommate", porque pese a que estaba previsto su estreno para esta semana no lo ha hecho en mi ciudad y en fimaffinity tampoco consta como estrenos de la semana, así que a la hora de hacer el post tuve la duda y no la incluí. Si tu o alguien tiene respuesta a esta cuestión tan trascendental... pues le agradecería que nos informase. Un saludo.

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  9. Pues Roommate se estrenó en cinco salas....en toda España. Esa es la información que he podido leer. No venía en muy buena forma de su estreno USA.

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  10. No, no parece que La mitad de Óscar tenga nada que ver con Torrente. Hay películas serias y otras para tomárselas de otra forma. Yo tampoco critico el que Torrente sea un éxito comercial, la puedo criticar por su escaso valor cinematográfico tan sólo; pero el cine también tiene eso que es la industria y que haya pelis españolas que recauden está bien, cuantas más mejor, y eso es lo malo, porque hay pocos Torrentes a nivel comercial en nuestro cine.
    La mitad de Óscar tiene muy buena pinta, David, y tu comentario me ha abierto aún más interés del que tenía.

    Referente a Nunca me abandones, decir que también me tiene buena pinta por lo que tengo leído por ahí y visto (trailers) y a pesar de que Keira Knightley la ponen, o por lo menos eso parece, como mucho más jovencita (supongo que será en algunas escenas) de lo que es.

    Un saludo y muy buena entrada, David.

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  11. Pues gracias, Emilio Luna. Dejaré constancia del estreno esta semana.

    Hola Javi, como decía yo tampoco me quejo del taquillazo de Torrente, sino de la poca repercusión de otro cine. Yo te recomiendo nunca me abandones y sí, es ciert que la película ocurre en dos épocas y en una los actores lucen un poquito más jóvenes, tampoco te creas que mucho. Un saludo.

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  12. Hola, siempre me gustaron las películas intimístas y minimalistas, como la mitad de Oscar. Me gusta como realiza el distaciamiento entre el público y los protagonistas. Si que es verdad que el final podía ser mejor. Yo soy amigo de los finales abiertos. Pero es una constatación que en el cine, hoy en día muy pocos valientes se arriesgan, yo puedo decirlo porque escribo, pero no tengo una producción a mis espaldas.
    Una película muy recomendable. A mí Torrente no me gusta, pero entiendo que es necesario para la industria española, sólo falta que usen esa estructura para contar historias mejores.
    Esta es mi opinión. Un saludo.

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  13. Gracias Emilio J. Pazos Brenlla por tu interesante reflexión y bienvenido. Sería bueno poder hacer historias un poco mejores que llamaran la atención al gran público, como tu dices. Hasta ahora quizás solo lo ha conseguido Amenábar. No perderemos la esperanza. Un saludo.

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  14. Y me sigo pasando por tus entradas antiguas jeje, No vi La miatd de Oscar, en cambio Nunca me abandones es sencillamente fascinante, con esa cuota melancolica de los personajes, del ambiente, del mundo, su alegoria y metafora sobre la vida. Le dedique una entrada en mi blog cuando la vi, y emocionó tanto que explique tantos puntos como pude.
    Saludos.

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